Jeff The Killer [Borrador]

Secuestrada.

Narra Artemis.

Una semana después del secuestro.

Estaba completamente perdida, en un lugar que no conocía y asustada. Me encontraba sobre un pedazo de cartón, pero aun se podría sentir el duro y frió del piso que helaba los huesos.

Todo estaba silencioso, que no podía gritar para que alguien me ayudara porque hace tanta soledad, que las palabras se suicidan.

Recuerdo, la ultima vez que estuve en un lugar como este toda mi infancia lo poco de mi vida que se me fue arrebatada, fue poco antes de que Jeff me salvara.

Jeff, creo que si la cague esta vez, debí a verle echo caso pero no lo hice solo porque quería simular tener una vida normal. Cuando nunca la tuve. Jeff ya no esta con migo, el ya no me quiere mas, estoy completamente sola y perdida, no creo que vuelva a ver la luz del día una ves mas.

No estoy consciente del tiempo pero se pase una semana en la oscuridad, con miedo de solo moverme.

Una luz se enciende de golpe segando me por completo, mostrándome en donde me encontraba y aclare con terror mis sospechas, estoy en un maldito sótano.

-Es esta la chica, la secuestramos hace una semana.- dijo una voz que no conocía.

-Quiero probarla, luego te diré si te la compro.- dijo una segunda vos, no los podía ver la luz me lastimaba los ojos.

-Como quieras me voy arriba.- dijo la primera voz alejándose.

Sentía miedo de lo que el hombre me podría hacer aunque ya savia que haría. El hombre comenzó a acariciar mis piernas y a besar mi estomago, yo comencé a defenderme a golpearlo y patearlo, no se que podría seguir a continuación pero se que no me liberaran por mas golpes que le tire.

Seguí defendiéndome, las lagrimas de impotencia inundaban mis ojos y mejillas, y el miedo recorría por cada fibra de mi ser. De golpe el hombre se aparto de mi bruscamente, tuve el valor de abrir mis ojos y me encontré con un hombre que podría ser el padre de Jonathan. Pude notar que su mejilla sangraba por cuatro lineas, lo había rasguñado.

- Maldita perra.- dijo desabrochando su cinturón, lo único que pude hacer era hacerme mas pequeña en la esquina que me di cuenta en que estaba.

Compenso a azotarme con el cinturón, arrancando mi piel y mi carne , dejando los huesos de mi cadera y costillas expuestos. Antes de que el me dejara inconsciente, se abalanzo sobre mi y ato mis muñecas con el cinturón y compensó a penetrarme con extrema violencia, provocando que grite de dolor.

Media hora después de sufrimiento el hombre me desato, me coloque de espaldas a el en posiciona fetal mientras lloraba, y se coloco el cinturón nuevamente, para después golpearme hasta apagar mis luces.

-¿La compraras si o no?- dijo la vos que escuche primero.

-Por supuesto, pero la vendré a buscar para llevarla al prostíbulo cuando se muera otra.-

-Bien la atare para que no de escape.-

(***)

Un mes después.

Apenas podía moverme, ya no tenia mas fueras, estaba completamente agotada. Volvió esa oscuridad a la que tanto le temía.

De vez en cuanto bajaban para darme un baso de agua y un pan pero después pasaba días para que se acuerden de mi.

-Bien pequeña zorra, es hora de irte.- dijo la vos a la que supe que se llamaba Matt.

No conteste no tenia fuerzas suficientes, como para mandarlo a la mierda y que me golpee.

Me tomo del brazo y comenzó a alarme para que camine, después de no caminar por un mes prácticamente me olvide como hacerlo y caía al suelo constantemente.

Al salir del lugar en donde me encontraba pude darme cuenta, de que era de noche.

Tenia que idear algún plan para escapar pero en las condiciones que estaba era muy obvio que fracasaría al intentarlo.

Me obligaron a subirme a una camioneta, pude ver que hay mas chica en casi las mismas condiciones que yo. El motor de la camioneta se prendió y comenzó a moverse.

No mas de una hora y media la camioneta se detuvo, todas nos miramos la una a la otra con miedo de lo que viniera ahora.

Un hombre que no había visto antes abrió las puertas de la camioneta, junto con otros hombres comenzaron a sacar a las chicas del lugar mientras otros dos nos vigilaban para que no escapemos.

Cuando llego mi turno no pude estar mas nerviosa y con miedo porque no se podía. El frió del pavimento y de la noche me abrazo, comencé a temblar del frío y del dolor que este provocaba en mi cuerpo. Un hombre me tomo del brazo y comenzó a guiarme en donde tenia que ir.

Escuche unos pasos a lo lejos y luego un grito de un vos grave y ronca, que reconocí a instante.

-¿QUE MIERDA? DÉJENME IR.- grito Jeff tratando de correr hacia donde me encuentro, pero dos chicos se lo impidieron tirándolo hacia tras y escondiéndose detrás de una camioneta.

Por la desesperación que me agarro comencé a gritar su nombre a todo pulmón, como si mi vida dependiera de ello, aunque prácticamente si depende de ello.

-!!!JEFF¡¡¡ !!JEFF¡¡¡- grite con todo lo que pude.

Con la adrenalina corriendo por mis venas, comencé forcejear con el hombre que me tenia, logre zafarme y comencé a correr hacia Jeff. Pero no fui muy lejos ya que el hombre que me sostenía me tomo del pelo y me tiro al suelo aturdiendo me por completo, el impacto que dio mi espalda contra el pavimento hizo que el aire que estaba en mis pulmones se esfume y que se me sea complicado que nuevo aire entre en mi mientras que el hombre me golpeaba hasta dejarme completamente inconsciente.