Jeff The Killer [Borrador]

Virginidad nueva.

El cuerpo de solamente una mujer, puede llegar a ser la perdición para una hombre.
Narra Artemis.

Ya pasaron tres meses desde que salí del hospital y tres meses desde que estoy viviendo en el mismo techo que Jeff.

Durante todo este tiempo, Jeff me anoto en una escuela... Digamos algo especial. No es que tengo una especie de retraso mental, sólo es que nunca fui a una escuela y necesito aprender las cosas esenciales. Y aún instituto no voy a poder asistir, dado el hecho de que no entendería nada.

Aún así en esa escuela, me enseñaron cosas nuevas. Cómo aprender a leer y escribir, como cosas que se hacen cotidianamente, como palabras nuevas, hablar con más fluidez, Y mostrarme como si fuera una mujer... o algo así como dice Gina. Jonathan es uno de mis profesores, el cuál fue el que me enseñó a leer y escribir, Él me enseñó el valor de los libros, no hace falta que sea de historia del mundo, siempre cuando me de al menos una hora para leer.

Las palabras nuevas, que me enseñó Gina , a Jeff le parecen muy estúpida y muy lelas, Y tiene algo de razón, las palabras que él me enseña son bastante gracias. Además gracias a él, ya tengo una biblioteca propia, le dije que me gusta leer.

También Jeff, compro celulares móviles, para ambos, ya que el teme que me pase algo, o que me sienta sola. Porque hace unos días el vio que hice algo a lo que algunas personas le dice, gritar en silencio. Le pedí disculpas, porque me es inevitable que no haga nada cuando me duele el alma, por culpa de los recuerdos.

En los pocos meses, en el que estoy con Jeff, nunca lo había visto tan enojado. El rompió todas las cosas del baño, no se salvó absolutamente nada. Luego de desquitar su ira, con el baño, desapareció por casi toda una semana. Por seis días no lo vi y sufrí más al estar sola nuevamente todas las noches llore con desesperación, rogando a que el vuelva, pero no lo hizo, así que para calmarme, comencé hacer las cosas ya lo alejó de mí.

Pero en el domingo, esa misma semana, alrededor de las tres de la mañana apareció, con su vestimenta típica completamente cubierto de sangre, el me vio en un rincón de la pieza llorando y lastimando la piel de mis piernas y brazos cuando lo vi intenté correr y abrazarlo, pero él me detuvo tomando mis brazos y mirándolos. Él miró las cuchillas que se encontraban en el piso, al lado del sitio donde yo estaba sentada antes, a pesar de su sonrisa el estaba demasiado serio y muy enojado. En el momento en el que pensé que se iba ir, me abrazo, Para luego separarse de mí y acariciar una de mis mejillas mientras que limpia mis lágrimas.

-no me gusta que lastimes tu piel, ya basta de heridas y de cicatrices.-Dijo asentí intentando volver a acercarme para abrazarlo.

También recuerdo el día en que quitaron los puntos de mi genitales, ese día prácticamente me había independizado, ya que sabía ir a lugares sola. Y por más que la casa de Jeff este en medio del bosque, sé cómo llegar perfectamente.

Ese día, a la salida del colegio para personas especiales, tenía que ir al hospital para que me quitan los puntos, pero en realidad no fui al colegio y me quedé toda la tarde con el, Ya que él no tenía nada importante que hacer.

Él me dijo que cuando estaba conmigo era diferente, que yo lo hacía normal, que de alguna forma ilógica lo estaba volviendo más humano, no sé a qué se refiere con eso...pero está bien.

Cuando llegamos al consultorio del doctor, él se negó a esperarme afuera así que el doctor de mala manera lo dejó entrar, fue algo muy incómodo. No por el hecho de que Jeff me estuviera viendo casi desnuda, por qué ya me vio así, si no que el doctor por alguna en forma de decirlo estaba mirando muy cerca, y con Jeff presente. Cuando el Doctor termino de quitarme los puntos y de que yo me haya terminado de vestir, el comentó que prácticamente era virgen nuevamente, lo que significa que podría tener un nuevo comienzo, un comienzo Jeff.

También recuerdo que el doctor le dijo a Jeff que cuando tengamos sexo, debe ser extremadamente cuidadoso, como si fuera mi primera vez.

Ese mismo día alrededor de las siete de la noche, Jeff pidió una pizza obviamente y lamentablemente, asesinando el repartidor y sin dar la dirección de nuestra casa. Comiendo la pizza en el sillón mirando los Simpson, para luego de eso recortarnos y ver una serie se llama "American horror story Monder House."

Jeff recostado boca arriba y yo boca abajo sobre él, el con el brazo queda queda colgando afuera del sillón usándolo como almohada junto con el descansabrazos del mismo, la mano del otro brazo descansa mi cabeza con una de sus piernas en el sillón y la otra fuera de este.

Mientras que yo estoy con una mano tocando sus costillas y la otra mi boca mientras mis piernas están cruzadas en el descansabrazos.

Cuando el capítulo termina Jeff apaga la tele y nos quedamos así por un rato, sin saber muy bien lo que voy hacer, me arrodillo sobre el sillón entre medio de sus piernas me recuesto un poco más arriba para poder besarlo, el algo extrañado lo corresponde para luego subir la intensidad hasta el punto que no traer remeras, son poquito más excitada me colocó a horcajadas sobre el, rozando nuestras intimidades, haciéndonos gemir ambos. Pero él me detiene.

-sé que me voy arrepentir, y mucho, pero espera.-Dice tomándome de los hombros para separarme y así poder sentarse.-sé que tú quieres al igual que yo, pero yo sólo sé hacerlo de una forma, y es la que tú conoces y le temes, y sé que suena raro pero no quiero eso como tu primera segunda vez, quiero que sea especial al menos para ti.-dijo en un tono dulce con su voz ronca.

A la mañana siguiente me desperté sola en la cama, recorrí toda la casa pero no lo encontré. Así que sola y decidida bajé a la cocina y comencé a hacerme el desayuno y también el desayuno para él, por si llegaba de donde sea que esté y tiene hambre. Me senté en la barra desayunadora de la cocina, para comer una rebanada de pizza calentada el microondas y una taza de chocolatada fría.

Escuchando como la puerta trasera se abre, y al oír unos pasos que se acercaban a la cocina, miro por el reflejo de la puerta de vidrio negro del microondas, lo vi, entrando a la cocina. Se acerco a mis espaldas abrazándome, por mis desnudas caderas, para besar o más bien morder mi cuello, haciendo que yo ría.

- jaja para, ¿tienes complejo vampiro, ahora?-Pregunté divertida.

Es soltó una sonora carcajada y me levanto sujetándome de la cintura y de la pierna para sentarme en la barra, comenzó a besarme con pasión mientras acariciaba mis piernas y mi espalda desnuda, ya que sólo estaba en ropa interior, Y con unos Boxers negros de él.

-me iré a bañar así después pasaremos todo el día juntos. A la noche tengo que mostrarte una sorpresa.-

-podemos empezar a estar todo el día juntos desde ahora, me iré a bañar contigo.-

-no creo que eso sea una buena idea, sí te quiero dar la sorpresa esta noche.-

- no seas miedoso.-Digo mientras camino hacia el baño tomada de su mano.