La vida de Eyeless Jack parte 4

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Eyeless Jack con ojos. En la portada.
Enjuago toda la sangre, de los niños, que tengo en mi cuerpo. No puedo evitar sentirme raro al estar con esta chica, su mirada tiene algo raro en mi que me encanta, y me hechiza. 

Aun estando del otro lado de la cortina, dejando que la fría agua recorra mi cuerpo. Escucho como la puerta se habré y me quedo quieto como una estatua.

-Aquí te dejo la ropa, y la toalla.- dijo para luego escuchar como cerro la puerta detrás de ella.

Una vez limpio, salgo de la ducha y me coloco la ropa que me dejo, una sudadera negra, una remera de Nirvana  unos boxer y un pantalón deportivo adidas.

Salgo del baño y no a encuentro me dirijo a la cocina, y la encuentro tomando una coca-cola sentada en el piso en frente de una caja de pizza.  

Me siento a su lado y la miro, es curioso como ella aun no me a preguntado por la venda en mis ojos.

Me ofrece un trago de gaseosa y una rebanada de pizza, pero niego con la cabeza. Solo la miro.

No entiendo como no me ha preguntado que hago en su cabaña, o que hacia ensangrentado y con balas en mi cuerpo, o porque tengo una venda en los ojos.

Nos quedamos en silencio una ves que ella termino de comer. 

Me mira intensamente con sus ojos azules, al igual que yo con mis cuencas vacías. Levanta su brazo y me acaricia la mejilla, levantando la venda de mis ojos, pero no quiero que se espante de mi así que me corro.

Frunce los labios en una mueca graciosa y deja caer su brazo a su costado. Esbozo una pequeña sonrisa que ella ve, esboza otra sonrisa.

Ahora es mi turno de levantar la mano y acariciar su mejilla, ella se deja acariciar, deja que mi fría mano recorra la piel de su mejilla. Sonrió hipnotizado cuando apoya su mejilla mas en mi mano disfrutando de mi tacto piel.

Luego de mirarnos por un largo tiempo, ella me toma de la mano a lo que vendría a ser una pieza improvisada. 

No digo que no pienso en doble sentido cuando se acuesta en la cama y me hace un lugar, porque soy hombre... 

Si pienso en doble sentido.

Me llama demasiado la atención de que ella este tan confiada de que no le hare daño.

Me acuesto a su lado, posicionando me boca arriba, completamente tenso. Ella nos arropa a los dos y ella se acurruca en mi brazo colocando su rostro debajo de mi hombro.

Ya de día y no había podido dormir... en realidad no duermo... prácticamente estoy muerto.

Me pase toda la noche viendo como duerme, verla por alguna razón en particular es tan relajante.

Nos levantamos los dos para desayunar la pizza que quedo anoche, aunque yo no toque la comida. Es extraña la forma en la que no pregunta.

-¿Como te llamas?- ya era hora.

-Jack, y tu.- pregunte demasiado bajo, apenas moviendo mis labios y desviando la vista para que ella no vea mis dientes.

-No lo recuerdo.- dijo algo ¿inocente? vi en sus ojos que en verdad no lo recordaba, bueno exactamente eso no vi en sus ojos, solamente vi que esta siendo genuina que no miente.

Observo bien detallado su rostro y una cicatriz del tamaño de una canica aparece saliendo de su cuero cabelludo. 

Debió haber tenido algún accidente.

-¿Sabes lo que te ocurrió?- ella niega con la cabeza otra vez mostrándose inocente.

-Solo desperté en un hospital, con muchos cables enredados en mi, estaba completamente sola. Los doctores dijeron que mi padre me abia golpeado muy fuerte y ellos me querían mandar a una casa de acogida solo por un tiempo y no se que otra mierda.- dijo sonriendo, no dándole mucha importancia.

 Jeff The Killer  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora