13º

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Entramos a uno de los salones para fiestas que tenía el edificio. Era enorme, con mesas grandes por todos lados,barras y una gran pista de baile en el centro, estaba todo decorado de un color blanco inmaculado que casi parecía brillar y le daba un aire surrealista. La mayor parte de las personas allí estaban vestidos de colores neutros o sobrios,por lo cual mi vestido rojo me hacía destacar en la multitud. No pasó mucho tiempo antes de que comenzara a sentir las miradas en mi, de la mayor parte de la gente,a lo que me tense inmediatamente pero hice un esfuerzo para mantener la espalda bien recta y la cabeza alta,sabía que así vestida me iban a mirar y no podía dejarme intimidar. Ian me sonrió al notas mi tensión y pasó su brazo por mi cintura,atrayendome a su lado.

Nos acomodamos todos en una mesa y continuamos hablando con normalidad, la música de fondo daba ambiente y cada tanto pasaban meseros ofreciendo bebidas. Después de un rato de ajustarme al ambiente realmente me sentía emocionada por la fiesta, la música comenzaba a ser más animada, el salón ya se encontraba casi repleto de gente y los muchachos estaban todos divirtiéndose, sacando fotos de un lugar a otro con caras extrañas. Realmente estaba feliz.

De repente se escuchó una tos por un micrófono y todos nos quedamos callados mirando hacia el centro de la pista de baile,donde un grupo de personas estaban paradas con un micrófono. Todos los dioses se encontraban allí, casi como si se hubieran generado del aire, varones y mujeres vestidos de gala,con trajes o vestidos con un aire griego. Me encontré incapaz de quitar mis ojos de ellos, todos tenían un aura indudablemente atrayente,casi sobrenatural que era imposible de olvidar. Nuestros padres y madres, que por más humanos que parecieran en realidad no lo eran, y por lo tanto tampoco nosotros.

- Buenas noches hijos e hijas, buenas noches semi dioses, lobos, ninfas y demás criaturas.- comenzó a hablar Zeus con una voz poderosa,que resonaba por todo el lugar.- con este baile damos comienzo a un nuevo año juntos y bienvenida a los nuevos integrantes de este mundo. Ahora más que nunca es momento de mantenernos juntos para enfrentar los peligros que nos acechan. Nuestras vidas se componen de momentos buenos y momentos malos, así que ahora disfruten de uno bueno y sepan que más adelante estaremos unidos para enfrentarnos a los malos.

Terminando el discurso con cierto dramatismo todos prorrumpieron en sonoros aplausos, aunque el discurso había sido bueno no podía evitar preguntarme que serían esos peligros de los que todos tanto hablaban,pero nadie me había explicado que eran. Me paré con los demás por inercia cuando vi que Ares se aproximaba a nosotros para saludarnos.

- Estas hermosa Cathy, me recuerdas a tu madre- me dijo tímidamente mientras me daba un abrazo que le correspondí.- chicos ustedes cuiden todos a su hermana,no quiero ninguno de los estúpidos hijos de Dionisio cerca de ella.

- Gracias.- le contesté yo sin saber mucho más que decir,quería contarle sobre el diario de mamá,pero no era el lugar para hacerlo.

- Y todos ustedes se ven muy bien también muchachos, ya son casi adultos.- dijo con un dejo de nostalgia en la voz.- Me hacen sentir más viejo de lo que estoy,vayan a divertirse ahora. Y tú- dijo señalando amenazadoramente a Ian con un dedo- me caes bien,pero cuidado con lastimar a la hija del dios de la guerra.

- Claro que no señor, la cuidaré con mi vida.

Y después de esto Ares se fue y yo dejé que Ian y las chicas me arrastraran a la pista de baile.

- Hice mal en meterme con la hija del dios de la guerra.- preguntó Ian a mi oído y no pude evitar sentir un escalofrío.

- Mientras te portes bien no tenes nada de que preocuparte, después de todo lo que pase entre nosotros es nuestro, pero no olvides que me estás enseñando a patearte el trasero.

En el amor y la guerra, todo se valeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora