30º

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     En esta oportunidad los únicos dioses que nos acompañaban en la sala eran Zeus y Ares, aparentemente el señor del rayo tenía que estar siempre en todo. Ian me había sentado en una de las sillas y se encargaba de parar mi sangrado y poner algún punto, mientras que Prometeo les contaba lo que había sucedido, con algunas acotaciones mías. Afortunadamente no me habían preguntado que hacía en el gimnasio en plena madrugada lo que habría sido difícil de justificar, y me sentía satisfecha por cómo cambiaba la cara de molestia de mi padre conforme la historia avanzaba.

     - Con la llegada de Ian nos terminamos separando, y teniendo en cuenta lo extraño del encuentro vinimos a reportarnos.- terminó el moreno con aire serio y tranquilo, lo que no me daba ni una pizca de confianza.

     - Entonces ¿ya pudiste concretar todo para pasar una temporada aquí con nosotros?- inquirió Zeus.

     - Si, volvimos todos, los demás ya están en sus respectivos pisos- contestó formal- yo iba a subir al mio cuando me asaltó esa sensación y simplemente tuve que ir a buscar su origen.

     Había algo en el tono de sus palabras, la simpleza mezclada con algo más que me ponía de los nervios. E Ian no parecía más feliz que yo sobre la situación, su postura aún rígida y la mandíbula apretada, se notaba que no estaba bien y eso me preocupaba.

     - Iba a presentarlos a ti y a Cathy mañana pero supongo que eso ya no tiene sentido- dijo mi padre molesto- nunca pensé que se iban a atacar apenas verse.

     - Técnicamente él me atacó- corte yo encarandolos a todos y dándole un apretón en el brazo a Ian como agradecimiento- necesito respuestas, sobre todo esto.

     Estaba siendo brusca y lo sabía, pero toda la situación me tenía extraña, el incesante cosquilleo combinado con el cansancio y los extraños sucesos me habían terminado por dejarme sintiéndome hipersensible. Pude ver como mi padre me miraba casi compadeciéndose de mi. 

     - No tenemos respuestas seguras Cathy- comenzó él con un suspiro- Ya cuando apareció el tatuaje de Prometeo hicimos todas las averiguaciones que pudimos, consultar a los oráculos, rebuscar en nuestra historia y consultar con otros partenones, pero nadie encontró evidencia de algo así pasando antes, o pudo descubrir alguna relación con otros acontecimientos, y dado que nunca había tenido un efecto en él, simplemente se olvidó. Tu tatuaje nos sorprendió a todos, pero como son diferentes nunca creí que podían tener una relación más directa. Al menos no hasta hoy...

     - ¿Vos también tenes un tatuaje?- inquirió el morocho, sus ojos repentinamente destilando molestia.

     Como toda respuesta me di vuelta apartando el pelo me mi cuello y tirando del borde de mi buzo. Sentí sus pasos acercarse a mi, al tiempo que Ian envolvía con poco disimulo sus brazos a mi alrededor para darme vuelta, dejando mi espalda apretada contra su pecho. Esos ojos negros me miraban de una forma indescifrable, como si me estuvieran viendo por primera vez. En un movimiento ágil se quitó su camiseta y pude sentir como por unos segundos el aire quedaba atascado en mis pulmones.

     La piel dorada se extendía como seda, marcada por acá y por allá con cicatrices de peleas. Hombros y pectorales asombrosamente definidos, las vueltas de sus músculos creando valles y picos, los músculos de sus costillas increíblemente marcados llevaban a ocho abdominales marcados, las venas apenas sobresaliendo en su abdomen bajo y estrecha cadera. Cualquiera se hubiera babeado ante tal visión, era las más pura definición en Dios griego, y en cualquier otra situación yo no hubiese sido la excepción por más que me doliera el orgullo al admitirlo, pero era otra cosa la que había captado mi atención. Un tatuaje de color negro profundo adornaba su dorada piel, diseños geométricos abarcando desde la parte alta de su hombro izquierdo a la mitad del bíceps. Las líneas eran imposiblemente definidas como si formaran parte de su piel desde siempre, el detalle asombroso, cuánto más lo observaba más cosas parecían aparecer.

En el amor y la guerra, todo se valeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora