20º

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     Estaba sentada en el suelo luego de horas de girar incesantemente en la cama, había vuelto a desparramar todo el contenido de la caja que había recuperado de lo de mi abuela, y luego de revisar nuevamente los pequeños recuerdos y fotos que contenía, y de tomar 3 tasas de te me había dispuesto finalmente a continuar la lectura del diario.

Siguiendo a la última entrada que había leído había algunas más, hablaban sobre cosas típicas de la convivencia, problemas sobre quien cocinaba o que traer al hacer las compras, pero siempre con un brillo y alegría que me daban ganas de poder experimentar algo similar con una pareja. Pero la próxima entrada del diario fue una que verdaderamente me dejó sin aliento:

No se que hacer, después de un par de semanas de sentirme cansada y tener un poco de vómitos creo que debería haberlo visto antes, estoy embarazada. No puedo decir que no se como pasó, definitivamente se como es que esto pasa, pero no se como decírselo a Ares o a mi madre, definitivamente un bebe no estaba dentro de nuestros planes. Apenas nos sobra dinero entre nuestros dos trabajos, y más allá de mamá nadie sabe demasiado sobre nuestra relación, no hemos podido encontrar una vuelta al rededor de la familia de Ares, ni he podido juntar las fuerzas para decirle la verdad sobre mi padre. No se que esperar de este embarazo, no tengo idea como es estar embarazada, menos aún de un bebe que no es completamente humano...

     No pude seguir leyendo por el temblor que se había apoderado de mis manos,así que soltando un suspiro apoye delicadamente el diario en el piso frente a mi. Leer así la forma en que mi madre se había sentido al enterarse de mi embarazo era como mínimo shockeante. Si,se había sentido feliz, pero también habían mil cosas más que había sentido y que seguramente faltaban plasmar. Después de todo yo ni siquiera era totalmente humana, y leerlo así resultaba más que espeluznante.

      Seguía sin entender que era aquello que mi madre escondía sobre mi abuelo,y dada la respuesta de Ares hoy comenzaba a sospechar que o mi madre nunca se lo había podido contar o que por alguna razón era algo lo suficientemente importante como para que él quisiera ocultarlo ahora de mi. Y por el momento no tenía forma de averiguar cual de las dos opciones era, más que seguir leyendo el diario. Pero por lo menos esa noche no iba a continuar, simplemente no podía. Con las manos aún temblorosas junte las cosas para volver a meterlas en la caja pero note algo que antes no había visto,al costado del compartimiento donde se escondía el diario tenía un pequeñísimo cajón en un costado, dentro del cual se escondía un pequeñísimo anillo de plata con una piedra azul engarzada en el centro con un montón de pequeñas piedras negras brillantes al rededor, era simplemente precioso. Nunca había visto ese anillo, pero dado que se encontraba allí junto con todas las demás cosas seguramente había pertenecido a mi madre. Considere ponérmelo por unos minutos pero descarte la idea, una parte de mi aún no se sentía totalmente cómoda con ello, por más tonto que fuera. No estaba acostumbrada a tener cosas de mi madre,ni a saber así de ella.

     Devolviendo el anillo a su lugar guarde todo lo mejor que pude y devolví la caja a su escondite,para poder arrastrarme finalmente a la cama e intentar conciliar algo de sueño. La cama parecía repentinamente más grande, y sólo pensar en volver a dormir con Ian resultaba reconfortante, no había nada que se le pareciera a estar en sus brazos. Con este último pensamiento, me sumí en un profundo sueño.

***

     Luego del ataque las cosas parecían estar más tensas en el instituto, las conversaciones eran más bajas y todos parecían estar en un levísimo estado de alerta. El foco de todas las clases se vio levemente alterado, en historia se comenzó a enseñar sobre los otros dioses, otras costumbres y su relación con los nuestros; En primeros auxilios nos movimos a heridas más graves y condiciones más difíciles, y para la hora del almuerzo ya era claro que sé nos estaba preparando.

En el amor y la guerra, todo se valeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora