19º

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     Poco después de terminada la película tuve que abandonar la comodidad y el cobijo del cuarto de Sele y la compañía de mis chicas para volver a la realidad, y con ella a una incomodísima reunión. 

     Me había encontrado junto a mi padre, Bastian y los demás dioses y otros jóvenes fuera de la misma sala de reuniones que habíamos utilizado el primer día que llegue, luego de hablar un rato con Ares, sobre como estaba y ese tipo de cosas entramos y nos sentamos todos al rededor de la mesa, casi a la espera de algo. A los pocos segundos Zeus se paró en la cabecera de la mesa, y tras aclararse la garganta comenzó a hablar.

     - Desde hace algunos años venimos evitando a este nuevo enemigo que parecemos tener, enfrentándolo puntualmente pero lejos de nuestra verdadera casa.- dijo mientras escaneaba el salón con su mirada penetrante, deteniéndose unos segundos en cada uno de los presentes.- Después de los acontecimientos de la pasada noche no podemos quedarnos más sin tomar cartas en el asunto, nos atacaron en el corazón de nuestras vidas, pero no somos los únicos afectados por estas revueltas.

     <<Los demás partenónes también se están viendo afectados, y aunque no nos hemos visto obligados a formar alianzas desde hace siglos, es hora de volver a hacerlo. Los nórdicos y los egipcios ya han aceptado ayudarnos en esta guerra, y los ángeles dijeron que van a hacer todo lo posible por nosotros. Tenemos embajadores de Hermes hablando con hombres-lobo y cambia formas de otros continentes, vampiros, elfos y seres feéricos y demás criaturas. No estamos seguros de donde nace esta amenaza pero si sabemos que es personal, por lo que necesitamos saber en quienes podemos confiar y cortar los problemas antes de que la situación llegue a los humanos.  Por más de que nuestra prioridad es proteger a los nuestros, ellos siguen siendo parte este mundo y todos tenemos o tuvimos lazos con ellos.

     <<En el correr del próximo mes vamos a prepararnos para recibirlos a todos en nuestra casa, es necesario habilitar nuevas casas, aumentar los entrenamientos y afianzar la confianza. Tenemos que ser capaces de pelear juntos sin preocuparnos por si vamos a recibir una daga en la espalda. Todos los aquí presentes tenemos un papel fundamental...

     Zeus continuó con su discurso sobre las alianzas y los planes, sobre como había que encarar la situación, pero en mi mente lo único que tenía eran más imágenes sangrientas de la otra noche, la perspectiva de todas las perdidas que podíamos afrontar en el corto plazo de un mes, y más adelante todavía. Nombres de personas que desconocía, discusiones sobre batallas previas y planes seguían discutiéndose en la sala, podía ver como los dioses y personas intercambiaban opiniones, como pequeñas cosas se iban forjando y aparentemente yo estaba formando parte de ello, pero sin saber exactamente que papel tengo. 

      Metida en mis pensamientos no me di cuenta que la reunión había terminado hasta que los presentes comenzaron a pararse y salir del salón. Me impulse a mis pies rápidamente y salí para ver justo como Ares se iba discutiendo en por el pasillo junto con una mujer alta y rubia, así que sin pensarlo dos veces salí tras ellos, necesitaba algunas respuestas.

     Escuchando mis pasos golpeando en el suelo del pasillo ambos se dieron vuelta, y pronto la mujer se despidió con un beso y siguió su camino dándonos algo de privacidad. Con una sonrisa me puse a su lado y tomamos en silencio el camino hasta el patio, donde el sol se acercaba lentamente al horizonte, dándole una luz preciosa a la tarde.  Realmente no sabía como comenzar la conversación, no tenía idea de como manejar de verdad a mi padre, y aunque ahora hacía ya una semana que lo conocía no eramos cercanos, ni nos íbamos a volver cercanos de un día al otro, pero él era el único que tenía algo de conocimiento sobre mi anterior familia.

     - Supongo que es momento de comenzar a hablar un poco más ¿no Cathy?- empezó él mirándose las manos.

     - Yo... Realmente me esta gustando estar acá, los chicos son fantásticos y conocí mucha gente buena, pero no puedo evitar extrañar a mi abuela y toda esa parte de mi vida que no se como no perder. - le dije sincera.- Vos sos el único que también fue un poco parte de esa vida y ahora sos el único con quien puedo compartir eso y saber un poco más de mi familia - el diario vino a mi mente recordándome todas las dudas que me había traído, pero alguna parte de mi aún no quería contarle sobre el diario. 

En el amor y la guerra, todo se valeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora