- Lo haré - dije, mi voz saliendo más firme de lo que habría esperado.
No había otra opción, no era que estuviera segura de que iba a poder lograrlo, de que toda esta locura que me estaban diciendo y proponiendo fuera de lo más normal. Estaba aterrorizada hasta la médula y sabía que las probabilidades no estaban de mi lado, pero dejarle ir, sin presentar ningún tipo de lucha, simplemente no era una opción para mi, no iba a permitirme resignar sin haber antes intentado todo lo que estuviera a mi mano.
- No.- me interceptó Enzo y no pude evitar abrir mis ojos en sorpresa.- No puedes hacerlo Cath, no puedo permitir que lo hagas. No sabía que la posible cura requiriera ponerte a ti misma en riesgo - dijo indignado y mirándome con fiereza.
- No es tu decisión Enzo, no puedo no intentarlo y dejarlo morir - le dije, intentando hacerlo de la forma más suave posible, no ayudaríamos a nadie si nos poníamos a pelear ahora.
- Quiero un minuto a solas con ella - dijo él y Harael y Ermine abandonaron rápidamente la habitación, dándonos algo de privacidad.-Cath... Por favor, tomate un par de minutos para pensarlo antes de tirarte al agua.
- El problema es que no tenemos un par de minutos para pensar las cosas, ni siquiera se si intentándolo ahora mismo pueda funcionar, no podemos perder más tiempo... - le dije y odie la duda en mis palabras.
Enzo caminaba de una punta a la otra de la habitación agitado, lo conocía lo suficiente como para saber que estaba a poco de patear algo y no podía terminar de comprender que era lo que lo había puesto sacado de sus casillas a tal punto. Pasándose sus manos por su cabello hasta dejárselo parado en todas direcciones, sus ojos casi mieles, tan similares a los míos me observaban, entre angustiados y resignados.
- Cath, estas jugando con cosas sobre las cuales no tenes la más mínima experiencia ni conocimientos, para el intentar algo que ni siquiera saben si es posible.- dijo pronunciando cuidadosamente cada palabra, como si supiera que estaba al borde de ambos lados y no iba a costar demasiado decidirme por ninguno. - No digo que no creo que seas capaz de llevarlo adelante, los dioses saben que eres una de las personas más fuertes y capaces que conozco, pero esto, ahora, simplemente es demasiado, no puedes tomar esta decisión así como así...
- ¿Qué harías si fuera cualquiera de nuestros hermanos quien se encuentra ahí arriba? ¿Si fuera Sele?- su cara endureciéndose al escuchar mis palabras- Se que hay más riesgos de los que puedo imaginar, pero no es como si pudiera decidir otra cosa.
- Enana... - dijo meneando su cabeza- ¿me estas diciendo que para ti, en tu corazón, Prometeo vale lo mismo que ellos? ¿Qué lo amas de esa forma?
Mi mandíbula cayó en un segundo sin ser capaz de responder, era eso lo que había querido decir con mis palabras, el mensaje que se encontraba allí. Por los dioses está mañana había querido golpearlo por comportarse como un completo imbécil y había pasado parte del día evitándolo a propósito, pero ni siquiera concebía plantearme la posibilidad de no intentarlo, de dejarle morir en paz y despedirme de él.
- Eso no es lo que quise decir...
- Pero fue lo que dijiste nena-me cortó antes de que pudiera continuar, por más de que no estaba segura de que era lo que iba a decir. - ¿Prometeo querría esto? ¿Él querría que te arriesgases de esta forma a ti misma para salvarlo a él? No hay garantías de que nada salga bien para cualquiera de ustedes.
Una parte de mi estaba segura de que si el moreno me estuviera escuchando hablar habría pateado mi trasero de vuelta a casa o me habría encerrado en algún lugar hasta morir desangrado, pero eso ahora ni siquiera importaba. En este momento daría lo que fuera por ver una vez más su estúpida sonrisa de sabelotodo y la frustración en su mirada cuándo le llevaba la contra, por los dioses hasta quería escucharlo maldecir por llevar adelante esta estupidez, pero nada de eso sería posible si no hacíamos algo.
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En el amor y la guerra, todo se vale
FantasyCon 18 años todavía no me siento un adulto, pero definitivamente no soy ni una niña ni una adolescente desquiciada, aunque probablemente todavía tengo un poco de la ultima viviendo en mi. La mayor parte de mis preocupaciones se centran en el estudio...