Reencuentros amorosos

Capítulo 18

Llegaron al edificio donde vivía Olivia y ella realmente estaba echa líos. No sabía cómo subir con Noah, Elliot y las maletas. 

—Noah necesito que seas grande para mamá y caminas delante de mí. Sin correr eh —indicó Liv a su hijo—. ¿Lo harás?

—Siiiiii mamá.

Elliot rió por la emoción del pequeño.

—Puedo tomar mis cosas y tus cosas Liv.

—¿Te golpeaste la cabeza en lugar de recibir un disparo? Dijeron reposo sin esfuerzo físico, así que yo me encargo.

"Amo que se preocupe por mí. Se la ve tan hermosa seria pero no quiero ser una carga" pensó Elliot con una sonrisa en su rostro. —Al menos puedo darle la mano a Noah para que camine conmigo.

Ella asintió y se dispusieron a subir.

—No creo que sea buena idea. No quiero ser una carga ni un problema para ti —dijo él antes de entrar al departamento de Olivia—. No lo merezco —añadió él en tono bajo y sintiendo una culpa enorme. 

Él hubiera querido estar para ella cuando pasó lo de Lewis, eso era lo que nunca se perdonaría. "Quizás si no me hubiera ido no la hubieran secuestro, ni hubiera vivido todo ese infierno" se decía siempre. 

"No empieces Elliot. Dios no me digas estas cosas. Déjame dejar atrás todo lo malo. No lo hagas" rogaba ella sintiéndose mal. Aunque quisiera nunca iba a poder olvidar lo sucedido con Lewis. Era algo que se llevaría hasta la muerte. Ella respiró hondo.

—Si lo sigues diciendo me voy a molestar de verdad contigo —Quería estar bien, en paz con él, en serio lo necesitaba—. ¡Vamos! Entremos ya.

Tenían varios minutos conversando de todo. Liv le contaba lo duro que había sido la adopción de Noah pero lo bien que le hizo a su vida. Elliot tenía aun mil preguntas y se quería enterar de todo lo sucedido con Liv en los últimos 6 años, era mucho tiempo y muchas cosas vividas. 

—Tengo hambre. Cocinaré algo —dijo de repente levantándose del sofá mientras Noah estaba con Elliot viendo caricaturas en la sala.

—No almorzaste.

—No tenía mucho apetito, ahora si —respondió sonriendo—. ¿Quieres algo en especial? —preguntó, con el pasar de los años y después de la adopción se había vuelto casi que una experta en la cocina.

—Nunca pensé escucharte decir eso algún día.

—He mejorado mucho en la cocina Stabler.

—No lo dudo, tendré que probar todas tus especialidades entonces —dijo con una mirada picara, no dejaba de observarla en la cocina.

—Ni creas que cocinaré todos los días para ti, jajaja en tus sueños.

—Por lo menos lo intenté.

Se sentaron a comer y parecían una familia feliz. Liv estaba feliz de tenerlo en su vida otra vez. Sabía que sería rara la situación. Nunca habían dormido bajo el mismo techo, a no ser en la estación cuando había un caso importante y no tenían tiempo de ir a sus casas a descansar. 

—Esto está increíble Liv. En serio fantástico.

—Vamos Ell, no exageres. Sólo es pollo al horno y ensalada —respondió ella riendo y fijándose en Noah que había ido a la sala nuevamente a jugar.

—No exagero, un talento más de Olivia Benson. ¿De qué más me perdí?

—No tanto como crees —sonrió. Lo extrañaba y ahora no tenía dudas de eso.