Capítulo 91

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Olivia despertó de mejor ánimo el domingo. Vio a los hombres de su vida a su lado, en la cama dormidos. Elliot tenía abrazado a Noah, muy pegado a su cuerpo para que no le diera alguna patada o manotazo a su barriga mientras dormía. Era una imagen tan tierna que no dudó en tomar una foto de ambos con la cámara que tenía en el velador a su lado. No quería despertarlos y moría de hambre así que bajó a la cocina a preparar el desayuno. Era algo tarde y un milagro que todavía no despertaran.

—Benson —respondió una llamada de su celular sin fijarse en la pantalla ya que preparaba el desayuno para todos.

—Hola, ¿te desperté? —preguntó una voz muy familiar y ella miró la pantalla al instante.

—No, estoy despierta hace varios minutos. Preparaba el desayuno.

—Te llamo después entonces.

—No, no, no. Nick puedo hacer ambas cosas.

—Se me olvidaba que hablaba con la Súper Teniente Benson —bromeó y ella sonrió. Puso el altavoz y continuó preparando sus pancakes. 

—Bueno, ahora dime ¿a qué debo el honor de su llamada señor Agente del FBI?

—No lo digas como si no lo hiciera nunca.

—Pues últimamente no y te llamé como dije pero recibí correos a cambio — recordó, hace meses la había llamado diciéndole que la visitaría pero había tenido que ir de encubierto a una misión importante fuera de LA, donde estaba viviendo ahora.

—Ya sabes cómo es esto. Trabajo es trabajo y esta vez me tocó a mí.

Amaro tenía un año trabajando para el FBI. Se involucró sin querer en una investigación con un superior de la agencia al cual le gustó su proceder y después de muchas pruebas pudo ingresar como agente.

—Este ingrato amigo tuyo tiene vacaciones e irá con sus hijos a New York por lo que no te sorprendas si me ves llegar a la estación en estos días —comunicó con una enorme sonrisa y muy feliz, ella lo pudo sentir así.

—¿Cuándo estarás aquí? —preguntó ansiosa, era un buen amigo y hace mucho no lo veía.

—Es sorpresa, Teniente.

—No te hagas el interesante conmigo Nicolas Amaro —advirtió dejando el desayuno de lado y tomando el celular.

—No voy a arruinar la sorpresa. Nos vemos en unos días o unas semanas. Cuídate.

—Bien pero me las pagarás cuando te vea eh. Nos vemos pronto. Un abrazo —respondió ella terminando la llamada.

Estaba feliz. Su ánimo había aumentado en un 100%. Tenía tanto que contarle a su amigo y vaya que él sería el que se llevaría la sorpresa más grande al verla embarazada. Ambos tenían tanto que contarse de seguro. Cuando hablaban no se comentaban tantas cosas pero cuando iba de visita a New York se quedaban horas hablando. Él le había comentado que estaba intentándolo con Cynthia, la madre de su hijo, Gil, con María había terminado todo y eran buenos amigos por Sarah.

Elliot despertó por las manitos de Noah en su cara. Él intentaba despertarlo.

—Buenos días papi —saludó Noah con una sonrisa que lo embobaba.

—Buenos días campeón —contestó devolviéndole la sonrisa y luego besó su frente—. ¿Dónde está mami? —preguntó dando un vistazo por la habitación y fijándose que Liv no estaba. El pequeño bostezó.

—No sé. Hace hambre papi.

—Se dice tengo hambre —comentó riendo—. Ven, vamos a buscar a mami y a preparar el desayuno —añadió levantándose y tomándolo en brazos.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora