Capítulo 89

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Conversaron unos minutos más con sus amigos mientras los chicos jugaban con el perrito. Lo iban a dejar en una pequeña habitación adecuada como estudio que tenían en la planta de abajo de la casa. La utilizaban para dejar documentos del trabajo cuando los llevaban a revisar a casa y era donde tenían una caja fuerte para dejar las armas lejos de todos.

Los chicos se habían puesto de acuerdo para turnarse y cada hora ir uno a ver al perrito para que no llorara y cerciorarse de que no hiciera travesuras.

Los invitados llegaban de a poco a la fiesta llevando consigo todos los regalos de Noah. Estaban encantados con el look del cumpleañero era el centro de todo. Olivia no se quedaba atrás. Todos se le acercaban para preguntarle cómo iba su embarazo o para felicitarla porque eran gemelos. Se veía radiante y ninguno de sus amigos habían desaprovechado la oportunidad de decírselo.

—¿Le dijiste a todos que me dijeran que me veo bien? —preguntó Liv sonriendo cuando Elliot se acercó a abrazarla había estado algo distante desde hace muchos días pero ese sábado estaba como todos los días.

—¿Qué? Claro que no. Nuestros amigos son bastante sinceros y muy observadores. Te ves preciosa.

Pegó su frente con la de ella, sonrió y ella le dio un corto beso.

—Bien. Te creo. No amenazaste a nadie para que me dijera que me veo bien.

—Maureen no ha regresado aún y ya pasaron un par de horas.

—Quizás fue por Kathy —dijo tratando de restarle importancia, ella sabía que la mayor de los Stabler demoraría un poco.

—La hermana de Kathy vive en Queens. No es que viva en otro estado —ella lo pegó más a su cuerpo.

—Quizás se quedó conversando con ella.

Noah corría feliz por todos lados con sus amigos de la escuela y con algunos que había conocido en el parque y Olivia había entablado amistad con sus madres. Lucy también había sido invitada. Elliot le comentó del regalo de Noah al recibirla. Le dijo que caminaba, comía y probablemente iba a hacer alguna que otra travesura. A ella le encantaban los perros por lo que imaginó que era uno y pidió verlo. Conversó con Elliot unos minutos sobre quién podría cuidar al perrito en la mañana y ella tenía una amiga que podía hacerlo así que desde el lunes ella iría en la mañana por el cachorro y después Lucy lo recogería. Mientras él conversaba con la niñera del pequeño que era parte de la familia ya, llegó Maureen con su abuela y su madre. Las dejó con Olivia mientras iba por el cumpleañero.

—Bernie, me alegra que pudiera venir —le dijo Olivia saludándola con un beso.

—¿Cómo perderme el cumpleaños de mi nieto? —preguntó sonriendo cuando dejó de abrazarla—. Además quería verte y no me trates de usted, querida. ¡Dios! El embarazo te hace ver mucho más hermosa.

Agradeció sonrojada.

—Kathy, gracias por venir. Me da mucho gusto tenerlas a ambas aquí.

—No me iba a perder el cumpleaños de Noah, créeme. Y lo que dijo Bernie es cierto, te ves radiante —dijo Kathy con una sonrisa. Para nada le incomodaba el embarazo de Liv y menos estar en la casa de su ex y su actual pareja.

Ella sintió como sus mejillas volvían a enrojecerse. Hoy más de uno le había dicho lo hermosa que se veía pero escucharlo de la ex de su pareja pues no era muy común, de hecho era muy extraño.

Elliot salió del estudio donde estaba el cachorro con Lucy y se dio cuenta que Liv hablaba con dos mujeres, una rubia y una con el cabello canoso. Le recordó a alguien pero quitó esa idea sacudiendo un poco su cabeza. Su mirada se cruzó con la de ella y ella le respondió con una sonrisa sin dejar de hablar con Bernie y Kathy.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora