Capítulo 53

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—Tengo más de 40. Estoy consciente que es un embarazo de alto riesgo... Solo quiero asegurarme que todo está bien antes de decírselo —respondió triste después de respirar hondo—. Además ni siquiera puedo repetirlo. ¡Dios! ¿Yo embarazada? Eso es para no creer.  

La enfermera se quedó pensando en las palabras correctas que debía usar para tranquilizar a la mujer que tenía delante. Se notaba su nerviosismo e intranquilidad, como una madre primeriza. 

—¿Es su primer embarazo? —preguntó y Liv asintió, la enfermera no hizo más preguntas, era obvio que lo era—. Querida, cuando Dios pone algo en tu camino es porque está seguro que saldrás adelante con ello. Un embarazo es una bendición, un hijo es una bendición. Eres una mujer joven todavía y fuerte. No debes sugestionarte con eso del embarazo de alto riesgo. Debes cuidarte, sí, pero también debes disfrutarlo. No te arruines esta nueva etapa en tu vida por tus inseguridades. Habla con el doctor, te aseguro que todo marchará perfecto.

Ella le sonrió y Olivia respiró aliviada, estaba nerviosa por esta nueva etapa pero también era verdad que tenía que disfrutarla. 

—Señora Benson, ya puede pasar —informó la otra enfermera.

—Mery muchísimas gracias, me hizo muy bien hablar contigo —aseguró Olivia un poco más relajada y caminó hacia el consultorio del doctor.

El Dr. Montgomery era un doctor muy atractivo, unos 35 o 40 años, cabello castaño y ojos verdes, era la primera vez que Olivia lo veía. Él se puso de pie para darle la mano y la invitó a tomar asiento, por suerte no era tan tarde o tendría que correr a ver a Noah. 

—Bien Olivia ¿Qué la trae por aquí? —preguntó el doctor sonriendo.

—Bueno es que —respondió sin saber cómo empezar. "Benson ¿te pondrás así cada que quieras hablar del embarazo o qué? Porque no está bien" se recriminó tomando aire—. Estoy embarazada. Me hice unos exámenes de sangre hace dos días y quería saber si todo estaba bien con mi embarazo.

—¿Su primer embarazo? —preguntó levantando una ceja y ella asintió.

"Es muy obvio ¿no? y más con la cara que he de tener. Que incómodo esto. ¿Todos preguntarán lo mismo?".

El doctor preguntó su edad, los síntomas que estaba teniendo, su última menstruación y sus antecedentes médicos para proceder a hacerle el primer ultrasonidos. Unas lágrimas corrieron por las mejillas de Liv cuando el doctor señalaba su bebé. 

—Embarazo de siete semanas, casi dos meses. Todo parece estar bien con él o ella, Olivia —aseguró el doctor.

—¿En serio?.

—Sí, sacaré dos fotos del ultrasonido, ¿le parece? —preguntó y ella solo asintió—. Ahora baje de ahí para darle unas indicaciones y decirle cuando tiene que venir para su próximo control. Hasta los seis o siete meses tendrá que venir cada 4 semanas si es que todo marcha como debería si no tendrás que venir más seguido y a partir de las 28 semanas te veré más seguido —añadió sonriendo, de su trabajo eso era lo que más amaba, la reacción de los padres al ver a sus hijos en pantalla.

—Entonces no se ve nada mal en el bebé.

—No por el momento, todo está bien con su embarazo. Su presión está dentro de lo normal. Los vómitos, mareos y náuseas se te pasaran con el pasar de las semanas. Sus exámenes de sangre están perfectos. Tiene que empezar a alimentarse mejor y tengo que recetarle unas pastillas, ácido fólico. Tendrá que tomarlas diario, son buenas para usted y más para el bebé —indicó escribiendo en la receta, sólo asentía todo era tan nuevo para ella—. Aquí están las fotos del ultrasonido.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora