—¿Ya podemos ir a cenar? —preguntó Liv por segunda vez ya que tenía hambre.
—Sí, ya estamos pagando —respondió Amanda riendo,
—Voy a llamar a Elliot para decirle que ya vamos al restaurante.
—Yo aprovecho y llamo a la niñera.
Después de tanta insistencia de Alex y Amanda terminaron regalándole algunas cosas para ella y para los bebés. Olivia también fue insistente con regalarles a las hijas de Elliot lo que habían escogido. Su padre les había dado la tarjeta y Maureen tenía su dinero pero ella quería hacerles un regalo.
Elliot ya estaba en una mesa grande con Richard, Eli y Noah esperando a las chicas para ordenar lo que cenarían.
—¡Mami! —gritó Noah cuando la vio entrar en el restaurante, estaba preguntando por su madre desde hace horas.
—Hola mi amor —besó su frente—. ¿Hace mucho que no ves a mami? ¿Me extrañaste?
—Mucho, mucho, mucho mami —aseguró Noah abriendo mucho los brazos para mostrar cuanto había extrañado a su madre.
Alex y Amanda ya habían saludado a Elliot y sus hijos excepto Noah que no tenía ojos más que para su madre. Cuando las vio gritó emocionado por ellas y lo saludaron con un beso y abrazo.
—¿También me extrañaste? —preguntó Liv sonriéndole a Elliot.
—Mucho, mucho, mucho —respondió él imitando la respuesta de su hijo.
Le dio un corto beso y se quedaron mirando. El mesero al ver más personas en la mesa se acercó.
—Liv, creí que morías del hambre —comentó Alex sonriendo al ver a sus amigos enamorados, en todos los años que los conoció nunca pensó verlos así.
—Sí, lo sigo haciendo y ya sé que pediré —contestó sin quitarle la mirada a Elliot.
Ordenaron la cena y empezó la plática de lo que habían hecho. Noah intentaba explicarle a todos lo que habían hecho y a los juegos que se había subido. Eli y Richard le ayudaban con ciertas partes. Los chicos terminaron de contar todo lo que habían hecho y ahora era el turno de las chicas.
—Seguro mis hermanas te dejaron en cero la tarjeta, papá —comento Richard riendo cuando Elliot preguntó sobre cómo les había ido de compras, tenían muchas bolsas del local lo que no sabían era que la mayoría era de ropa de Olivia.
—Exagerado y no, no dejamos pobre a papá —respondió Elizabeth riendo.
—¿No compraron?
—Liv nos regaló lo que escogimos —contestó Kathleen y siguió comiendo.
Él miró a Liv enseguida.
—No era necesario cariño —susurró.
—Fue un regalo.
—También hay cosas para los bebés —informó Maureen.
—Creí que no querías comprar nada aún.
—No fui yo. Alex y Amanda insistieron en regalarle cosas a los bebés.
—Gracias.
—No es necesario que nos agradezcas, Elliot. Son nuestros sobrinos y son consentidos desde ya por sus tías —dijo Alex sonriendo. "Lo mejor que pude hacer fue regresar a New York" pensó feliz.
Terminaron de comer y salieron del restaurante, cada uno debía irse a sus respectivas casa a descansar.
—Muchas gracias por tener la paciencia de acompañarme y escoger ropa por mí.
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Reencuentros amorosos
FanfictionOlivia, madre y mujer trabajadora, comprometida con su trabajo, nunca imaginó que su vida cambiaría por el regreso de su antiguo compañero. Elliot, ha experimentado tantos cambios en su vida desde que salió de Víctimas Especiales y lo único que dese...