—Liv no sé cómo decirle a esto pero quiero hacerlo formal. No juego cuando digo que quiero pasar el resto de mis días junto a ti. ¿Quieres ser mi novia? —preguntó serio y esperanzado. "Sólo así podría pedirle que sea mi esposa algún día" pensó esperando su respuesta.
"¿Novia? Esto está pasando muy rápido. ¿En serio está pasando o es un sueño?" se preguntaba ella.
—Sé que suena cursi y algo ridículo si quieres decirlo así pero en serio quiero que me aceptes, que me permitas hacerte feliz y que me permitas ser feliz a tu lado —agregó ante su silencio.
—Si acepto pero levántate ya. ¿Podemos ir despacio? ¡Dios, Elliot! ¿Por qué me haces estas cosas? — preguntó haciendo que se levantara del suelo. "¿Dije que sí? ¡Demonios! ¿Qué me pasa? Estoy en automático, estoy aceptando todo lo que me pide. Se esfumó tu voluntad Benson" se recriminó pero estaba perdida en esos ojos azules que tanto amaba y que por fin había reconocido que lo hacía.
—Todo lo que tú quieras Liv, en serio seré paciente —respondió con una gran sonrisa.
Se acercó de a poco a su rostro poniendo sus manos en sus mejillas acariciándola. Ella cerró sus ojos. Esto era lo que ambos querían, probar los labios del otro por segunda vez. Ese beso fue con mucha más seguridad, con amor, ternura. Se detuvieron a explorar sus labios lentamente. Las manos de Elliot estaban en la cintura de Liv atrayéndola hacia él cada vez más y las manos de ella en su pecho, no para alejarlo si no para sentirlo más cerca. Él pidió acceso con su lengua para profundizar el beso y así lo hizo, ella lo dejó. Estaba disfrutando tanto como él. Se dejó llevar. Era mágico. Esta vez fue diferente, ya sabían lo que sentían. Era como un sueño del cual ninguno quería despertar.
Se fueron separando poco a poco para poder recuperar el aire. Ella se atrevió a morder el labio de él antes de separarse por completo, se empezaba a sentir segura en sus brazos, segura de lo que sentía. Él le dio varios besos llenos de ternura en su boca, nariz, ojos, no se iba a cansar de hacerlo. Con sus besos estaba probando como era el paraíso y no quería dejarlo nunca.
Olivia y Elliot se sentaron otra vez en la silla del parque pero esta vez abrazados, hablando de cualquier cosa hasta que ella se quedó en silencio pensando.
—Esto está bien Liv —aseguró intentando adivinar que pasaba por su mente.
—¿Te parece que sí?
—Nos amamos y eso me basta para luchar contra todo el mundo si es necesario.
—Elliot, tus hijos, yo no... aún no es tiempo —dijo creyendo que él entendería lo que quería decir.
—Les diremos cuando tú quieras.
—En la estación, el jefe Dodds, todos en la policía, asuntos internos, eres el Sargento y yo... —empezó a decir angustiada, se estaba arrepintiendo de aceptar una locura como esa.
—Dije que iría a tu ritmo y eso haré. No le hacemos ningún daño a nadie. t
Todo a tu tiempo Liv sólo espero no volverme loco por eso —bromeó para tratar que dejara de pensar en todo y disfrutara como él había comenzado a hacerlo.—En serio espero que no —respondió riendo también, sus palabras la habían tranquilizado. No sería fácil pero él estaría ahí.
—¿Sabes que aplacaría mi locura? —preguntó minutos después provocándola.
—Puedo averiguarlo —"¿Estoy bromeando con él sobre nosotros? Creo que me volví loca" pensó mirándolo fijamente.
—Te daré una pista —dijo y la besó tiernamente. Ella rió sobre sus labios. Nunca había conocido esta faceta de Elliot, sólo sabía que la estaba amando.
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Reencuentros amorosos
FanfictionOlivia, madre y mujer trabajadora, comprometida con su trabajo, nunca imaginó que su vida cambiaría por el regreso de su antiguo compañero. Elliot, ha experimentado tantos cambios en su vida desde que salió de Víctimas Especiales y lo único que dese...