Capítulo 105

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El caso no tenía muchos avances que se diga y la víctima no estaba cooperando, ella sólo quería olvida lo ocurrido. Stabler y Beck habían regresado a la revista para hablar con la víctima ya que era muy probable que omitiera información. También querían saber si había tenido algún problema con alguien en el trabajo. Ella no los atendió de muy buena manera por lo que tuvieron que hablar con su asistente, la cual confirmó que su jefa había discutido últimamente con algunas personas y más con la competencia.

Elliot se fijó en el guardia de seguridad de la entrada y creyó que tenía algo sospechoso así que mientras su actual compañera hablaba otra vez con los compañeros más cercanos de la víctima, él hablaría con aquel hombre. Regresaron a la estación con un nombre, Ericka Wilson. Antes era mano derecha de la víctima y se cambió a la competencia. Desde que lo hizo, ambas se declararon la guerra. Ésta había salido con aquel guardia en una cita, unas semanas antes y a este se le extravió la tarjeta de seguridad con la que entraban al edificio. Por el momento era su mejor pista.

-¿Entonces ustedes creen que Ericka mandó a alguien a violar a nuestra víctima? -inquirió caminando de un lado a otro en la sala principal. Todos estaban ordenando sus ideas. Pensaban que era casi imposible que una mujer se prestara para algo tan bajo como eso pero tenían que estar abiertos a todas las probabilidades.

-No encontramos otra explicación, Liv -aseguró Elliot-. Es demasiada coincidencia que se pierda la tarjeta de acceso del guardia y que semanas después violen a una de las editoras de la revista. El culpable tuvo que ingresar al edificio con esa tarjeta.

-Si tan sólo pudiéramos comprobar quién entra a que hora con una tarjeta -resopló Amanda.

-Teniente, tenemos que hablar con ella.

-Beck, no podemos ir por ahí haciendo acusaciones como estas. Encuentren algo más que una tarjeta perdida antes de hablar con la supuesta sospechosa -puso una mano sobre su frente y respiró profundo. Hace varios días venía con dolores de cabeza y ese día estaba peor-. Investiguen todo lo que puedan a esta mujer. Negocios que se quitaron entre ambas, correos que se enviaron, no lo sé, sólo algo que demuestre que en serio quería hacerle daño.

-Nos ponemos en ello -dijo Carisi.

Todos se movieron a seguir las ordenes de su Teniente mientras ella volvía a su oficina a hundirse en papeles y expedientes que tenía que ir desapareciendo de su escritorio.

Elliot entró minutos después a su oficina con un yogurt y unas galletas.

-¿Te sientes bien?

-Quiero que sea la hora de irnos a casa -confesó y le dio una cansada sonrisa.

-Si no te sientes bien podemos irnos, cariño.

-Tenemos un caso. Puedo aguantarme unas horas más.

-Te traje esto -sonrió y le dejó sobre el escritorio lo que había comprado para ella-. A esta hora les suele dar hambre.

-Gracias, Ell -tomó el yogurt y lo abrió. "Claro que tengo hambre. Siempre la tengo." pensó acariciando su barriga-. Me urge que cerremos el caso así podemos irnos a la playa como planeamos.

-Unos días de descanso no te irían mal -comentó esperando su negativa.

-No quiero quedarme en casa.

-¿Vacaciones?

Ella le puso los ojos en blanco, Le dio un vistazo a su escritorio y luego miró hacia afuera de su oficina. Con esos papeles llenando su escritorio y con Beck en su unidad para nada podía tomarse vacaciones.

-Bien. Nada de vacaciones. Mi vida, sólo quiero que tú y los bebés estén bien.

Ella asintió y él se acercó a su puesto para depositar un tierno beso en su frente.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora