Reencuentros amorosos

Capítulo 29 (+18)

Elliot cada vez profundizaba más los besos. Ella ya había perdido todo el poder sobre sus actos, quería que pasara tanto como él. Nunca habían llegado más allá de besos muy apasionados y caricias, ambos frenaban la situación antes que llegara a más porque querían que fuera especial.

Olivia había pasado una de sus manos detrás del cuello de Elliot y la otra en su pecho.

"Voy a hacer el amor con Elliot" se decía sin poder creerlo.

Elliot estaba encima de ella devorando sus labios, seguían en el sofá de la sala de su departamento.

—Espera, Ell —pidió con la voz entrecortada al sentir que se estaba saliendo todo de control y que iban a hacer el amor en media sala.

—Lo siento Liv, perdón. Creo que debería irme.

—¿Quieres irte ahora? —preguntó con una sexy mirada que decía lo mucho que lo deseaba—. Creo que no es el momento, Ell.

Estaba más segura de que eso era lo que quería. Quería tenerlo cerca. Quería hacer el amor con él. Despertar a su lado. Tomó la iniciativa y lo besó con fervor, mordiendo su labios, acariciando su cabello y cuello.

"Me volverás loco Olivia" pensó.

Ella empezó a desabotonar su camisa, él no se quedó atrás, posó una de sus manos en su espalda baja y la otra volvía a hacer un recorrido por las piernas de ella. La camisa de Elliot ya estaba fuera completamente y ella rozaba sus pectorales aún bien formados.

Elliot empezó a subir una de sus manos al cierre del vestido y lo bajó suavemente por si Olivia se arrepentía de lo que estaban por hacer.

—Aquí no —susurró en sus labios cuando sintió todo el cierre bajar. Estaba segura que en otro momento iba a querer estrenar el sofá con Elliot sólo que ese no era el momento.

Ambos se pusieron de pie y siguieron besándose ahí en medio de la sala. No hacían falta las palabras. Sus miradas, sus besos y sus caricias eran suficientes para demostrar lo mucho que se amaban.

Entre besos empezaron a dirigirse a la habitación de Olivia. En el camino la espalda de Elliot tropezó con la pared lateral de la cocina. Se giró y la dejó a ella contra la misma. Liv gimió cuando hizo esto. Quedó en medio de él y la pared fría que podía sentir porque tenía toda la espalda descubierta debido a que Elliot había bajado el cierre de su vestido. Éste la seguía besando apasionadamente, ella turnaba sus manos para acariciar su espalda y su cabello. Pasó a besar su cuello y subió una de sus piernas a su cintura, el vestido era perfecto para poder hacerlo, al hacer esto ella pudo sentir crecer su erección mucho más y gimió.

—Mmm... Elliot...

—Te amo y te deseo tanto Liv.

Empezaba a guiarla nuevamente a su habitación. Llegaron a la habitación y no habían parado de besarse en ningún momento. Comenzó a quitar lentamente el vestido de Olivia y besaba las partes que iba descubriendo, primero un hombro, luego el otro y se turnaba para seguir besando sus labios y su cuello. Estaban sin duda perdidos en el placer. Sus respiraciones eran agitadas y sus palpitaciones cada vez más aceleradas pero sabían que era lo que deseaban.

Elliot quitó por completo el vestido, estaba maravillado con su belleza. La recostó en la cama y siguió besándola.

—Te amo Liv. Eres tan hermosa.

—Te amo —respondió y sonrió tímidamente. En serio lo iban a hacer y por suerte había optado por estrenar una lencería que había comprado hace poco.

—Me encantas.

Empezó a recorrer su cuerpo con sus manos y besar cada parte de el. Besó sus pechos por encima del brasier. Bajó por su vientre y se estremeció al sentirlo tan cerca de su centro. Besó por encima de su ropa interior y ella sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. Siguió bajando por sus muslos, ambos estaban disfrutando de lo que pasaba. Subió otra vez y ágilmente llevó sus manos al brasier de Liv para quitarlo. Tomó sus pechos entre sus manos y sólo pudo gemir como respuesta a lo que él estaba haciendo. La besó con pasión y volvió a bajar sus manos, esta vez quedaron a los lados de su cadera para empezar a quitar lentamente lo que quedaba de su ropa interior.