Reencuentros amorosos

Capítulo 79

Noah subió junto a Elizabeth para ayudar ya que habían jugado lo suficiente. Elliot estaba terminando de armar la cama de su habitación con ayuda de Richard cuando escuchó a Noah hablar y salió para ver si rostro cuando viera su habitación. Quedó encantado con ella.

—¡Es Buzz! —gritó Noah al darse cuenta del dibujo en una de sus paredes celestes.

—Sí, cariño. Papi lo hizo para ti —informó Liv sonriendo al ver tan feliz a su hijo, los gemelos veían la escena familiar muy alegres.

—Es muy lindo. Gracias papi —corrió a abrazarlo—. No estaba el otro día.

—No, era una sorpresa para hoy. ¿Te gustó?

—Mucho papi —aseguró sin quitar su mirada de la pared. Se había obsesionado con esa película y casi que ya se sabía los diálogos por lo que estaba emocionado de tener a su personaje favorito dibujado en la pared.

Al medio día tenían armadas sólo las camas de todas las habitaciones. Quedaba mucho por hacer pero por lo menos tenían lo más importante, en que dormir ese día. Elliot y Olivia habían comprado una cama de autos de carrera para Eli. El niño había gritado de felicidad al verla en la que sería su habitación. Había querido una cama así hace mucho.

El comedor y la cocina eran los únicos lugares de la casa que estaban casi listos, sólo faltaba la decoración. Kathleen y Maureen se habían encargado de la cocina. Elliot y Richard habían movido el comedor donde Liv había pedido. Era una mesa de comedor muy grande. Ninguna de las que tenían en sus respectivos departamento era la adecuada para la casa y para su gran familia por lo que habían comprado una para doce personas. Olivia siempre deseo una familia grande y vaya que la consiguió ahora. Estaba feliz de ver la casa llena y escuchar risas por todos lados.

Terminaron de arreglar el comedor, con todo y decoración minutos después. Olivia se lo había imaginado mucho antes por lo que no se demoraron nada en hacerlo. Unos cuantos cuadros en la pared, la alfombra debajo de la mesa, un centro de mesa que habían comprado hace unas semanas y ahora sí había quedado listo.

—Ya faltan menos cosas por hacer —dijo Elliot sentándose en una de las sillas del comedor.

—No vamos a terminar todo hoy. Entre semana podemos hacer lo demás. Claro, siempre y cuando ayude haciendo y no dirigiendo —Liv se cruzó de brazos y los chicos rieron.

—Papá muero del hambre.

—¿Cuándo no, Richard? —preguntó Kathleen riendo.

—Es cierto Ell. Es hora de almorzar. Siento como me piden comida urgente estos dos —comentó Liv acariciando su barriga.

—Podemos llamar para que nos traiga algo —sugirió Elliot mirando la hora, una de la tarde—. ¿Comida china?

—Sí, lo que sea papá —respondió Kathleen.

—Creí que solo yo moría del hambre —le dijo Richard a su hermana riendo.

Olivia escuchaba lo que decidían para comer y no se le antojaba nada de eso. Quería comer pero no tenía idea qué. Elliot le preguntó a Liv un par de veces sobre lo que almorzarían pero ella estaba en otra y no le había prestado atención hasta que tocó su brazo y al segundo tocaron el timbre de la casa.

"Un ángel acaba de salvarme para no tener que elegir que comer. Sólo sé que tengo hambre" pensó.

Se ofreció a abrir la puerta ya que no había ayudado en nada a su parecer y no era justo que todos trabajaran en la mudanza, excepto ella.

—Hola Liv. Espero que no pidieran nada de comer todavía porque nos tomamos el atrevimiento de traer el almuerzo —informó Alex cuando su amiga abrió la puerta.