Capítulo 45

1.8K 98 29
                                    

Elliot y sus hijos habían pasado unas horas en el parque para distraerse mientras esperaban a Olivia. Todos tenían listas sus maletas para pasar toda la semana juntos. Estaban felices de poder hacerlo ya que hace mucho no pasaban tanto tiempo juntos y menos en la playa. Elliot llamó a Liv a su celular pero no contestó, luego llamó a la estación y le informaron que estaba en un operativo. Apenas la Teniente llegó a la estación le informaron que el Sargento la había llamado. 

"Maldición, es la una de la tarde. Elliot y los chicos me están esperando" pensó y entró a su oficina a llamarlo. 

—Olivia ¿estás bien?

—Sí, recién llego y aún no encontramos a los chicos —respondió frustrada, no se esperaba un caso justo cuando había pedido vacaciones—. Cariño no podré salir de aquí hasta que los encontremos. Lo siento tanto —añadió tomando su cabeza, un dolor empezaba a molestar.

—Así es el trabajo Liv. Podemos salir mañana o cuando cierres el caso. Puedo ir a ayudar.

—Oh no Ell, claro que no. Son las vacaciones de los chicos y no las van a cancelar por mí. No harás que pasen en New York cuando estaban tan ilusionados con ir a la playa.

—Pero Liv...

—Pero nada. Ell, cuando termine el caso yo te alcanzo, lo prometo. Llamaré a Lucy para que se quede con Noah y así puedas irte con los chicos a Long Island —informó—. Noah y yo iremos cuando termine aquí.

—Ese no era el plan Olivia —suspiró.

—Lo sé Ell y lo siento.

—No te estoy culpando. No quiero ir sin ti.

Estaba en la cocina mientras sus hijos, incluido Noah veían una película. Les había dicho que unos minutos después de almorzar y que Olivia estuviera ahí, saldrían rumbo a Long Island y ya llevaban casi dos horas en el departamento. Noah y Eli habían preguntado ya mil veces a qué hora estarían en la playa. 

—Ell no vas a cancelar todo, no por el trabajo, por favor —pidió Olivia luego de unos segundos en silencio.

—Está bien, sólo porque me lo pides pero quisiera llevarme a Noah. Por favor Liv, ha preguntado mil veces por la playa.

—Ell no quiero incomodarte.

—¿Crees que mi hijo me incomodaría? —preguntó casi ofendido—. Olivia, mi hijo no me incomoda. Todo lo contrario, me hace feliz tenerlo cerca.

—No quise decir eso. Perdón es que me siento tan frustrada por no poder acompañarlos hoy como lo habíamos planeado —se disculpó—. Es mejor que salgan ahora hacia la playa.

—Está bien. Te llamo cuando lleguemos. Te amo.

—También te amo. Te prometo que te compensaré los días que me tome el caso.

Ambos suspiraron y cerraron la llamada.

Fin llegó a la estación justo después que Olivia terminara de hablar con Elliot. 

—Tengo algo —aseguró Fin y se acercó a Amanda para que busque la dirección que el chico le había dado en el colegio. Olivia salió rápidamente de su oficina. Amanda ubicó en el mapa la nueva dirección de la cabaña en el bosque. 

—Puede que sea la correcta —dijo Amanda.

—Desde aquí, donde los dejó el tren pudieron tomar algún bus a las afueras de la ciudad que los lleve —Olivia señaló la pantalla ambos puntos marcados de rojo y haciendo que Rollins trazara un camino—. ¿Quién te dio esa dirección?

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora