Capítulo 108

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Olivia despertó casi a las 7 de la noche. Estaba un poco más tranquila. Por un lado sabía lo que se le venía al quedar embarazada de gemelos y a esa edad. Era demasiado raro que todo fuera color de rosa.

Elliot no se separó ni un momento de ella. Veló sus casi 3 horas de sueño. Se repetía así mismo que tenía que ser fuerte y tener una actitud positiva con ella aunque estuviera demasiado preocupado.

—¿Dormiste algo? —preguntó al abrir sus ojos y verlo a su lado con la mejor de sus sonrisas.

—Yo debería preguntar eso, Liv —besó su frente—. ¿Qué tal dormiste?

—Bien. ¿Fuiste por Noah?

—No quería dejarte sola y Alex insistió en que están bien. Además no quería quedarse sola. Dijo...

—¿Y Allan?

—Parto de emergencia —contestó. Ella asintió y respiró profundo. Estaba tan nerviosa por que le pasara igual—. Alex quiere venir a dejar a Noah y a Oreo. Dice que se está divirtiendo mucho.

—Ya lo creo.

—¿Quieres hablar con ella?

—No —la interrogó con la mirada y ella cerró los ojos—. No quiero hablar con nadie. Dile que hable con Allan. Él sabrá explicarle. No quiero que se asuste tampoco... recién tiene tres meses de embarazo y...

—Entiendo cariño.

—¿Puedes ir por Noah tú? Estaría más tranquila si no sale de su casa con un niño de cuatro años y un perro.

—Esta bien —aceptó sin moverse de su lado.

—No voy a moverme de la cama si así lo prefieres.

Se despidió de ella y salió de su casa rumbo al departamento de Alex. En el camino llamó a Allan y este le dijo que llegaba en unos pocos minutos.

Llegó al edificio donde vivían sus amigos y después de unos minutos sin darse cuenta estaba en su puerta. Respiró profundo y fingió una sonrisa antes de golpear.

—Elliot, hola —saludó Alex con un beso y lo dejó pasar—. Creí que quedamos en que yo lo iba a dejar.

—Hola Alex. Creo que a Liv no le agradó la idea que salgas de tu casa con Noah y Oreo.

—Pero si podía. Quería verla.

—Imagino.

—¿Pasó algo? —inquirió algo preocupada—. Allan tampoco vino con muy buen cara que se diga.

—¡Papi! —gritó Noah corriendo hasta él con Oreo y Luck detrás.

—Hola campeón. ¿Te portaste bien con tu tía? —lo alzó en brazos y besó su frente.

—Si papi, muy, muy bien —miró a la rubia sonriendo como para que confirmara su respuesta.

—Fue un ángel. Elliot, ¿le pasó algo a Liv?

—¿Y mami?

—Mami está en casa —contestó mirando a Allan que salía a la sala donde estaban ellos.

—¿Me van a decir lo que pasa? —preguntó Alex empezando a perder la paciencia.

—Noah, por qué no juegas un rato más con los perritos aquí en la sala mientras te preparamos un milkshake de chocolate —dijo Allan poniéndose a su altura y sonriéndole.

—¡Sí!

Allan se fue a la cocina junto a Elliot y Alex. Preparaba el milkshake de Noah y explicaba poco a poco a su novia la situación en la que se encontraba Olivia. Antes de empezar le aclaró que estaba bien y que no tenía de qué preocuparse.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora