Capítulo 23

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Elliot lo consiguió, finalmente estaban en el parque y él tenía una enorme sonrisa al tener a Liv, Noah y sus hijos cerca y poder disfrutar tiempo en familia. "Casi muero y me pierdo de estos momentos tan maravillosos" pensó él mientras los miraba compartir una mañana familiar. No había hablado de sus sentimientos con Olivia pero sin duda ya parecían una familia.

Cuando llegaron al parque Noah no quería despegarse de Elliot. Era como si tuviera pegamento en su mano y él estuviera pegado.

—Noah ¿Qué tal si vas a jugar con Eli y los chicos? ¿Quieres? —preguntó Elliot dulcemente al niño para que disfrute del parque. Al parecer se había tomado muy a pecho lo de cuidarlo y no quería dejarlo.

—Tú también.

Elliot miraba a Olivia como diciéndole que podía jugar un rato con ellos pero ella movió su cabeza en forma negativa ya había puesto las reglas antes de salir de la casa.

—Ahora no, pero quizás mañana podemos jugar en casa.

—Cariño, Ell no puede jugar pero tú sí. Ve a jugar con la pelota.

Los hijos de Elliot los miraban a lo lejos.

—Se ven muy bien los 3 juntos —afirmó Kathleen.

—Olivia es una buena persona. Merecen ser felices —dijo Maureen.

—¿Ya están juntos? ¿Cómo es que no me lo habían dicho? —preguntó Richard a sus hermanas.

—Nooo, o bueno no creo —contestó Kathleen y Elizabeth los miraba atenta sin decir nada.

—¿Creen que mamá esté de acuerdo? —todos sus hermanos la miraron para ver que había detrás de esa pregunta.

—Nuestros padres no van a regresar. Creí que todos lo teníamos claro.

—No. No me lo tomen a mal, ya lo sé. Papá merece ser feliz y creo que Olivia podría hacerlo... es solo que no dejo de pensar cómo lo tomará nuestra madre.

—¿Noah será nuestro hermano? —preguntó Eli uniéndose a la conversación de sus hermanos mayores

—¿Te molestaría? —preguntó Richard.

—¡No! Por fin sería el hermano mayor.

—Creo que todos estamos de acuerdo con que aceptaríamos que tengan algo. Ahora sólo falta que ellos tomen la decisión —concluyó la mayor de los Stabler, no se entrometerían en la vida sentimental de su padre.

Noah seguía sin estar seguro de ir a jugar y dejar a su amigo solo y sin sus cuidados.

—Vamos Noah, ve a jugar. Me quedaré con tu mamá y ella cuidará de mi —le guiñó un ojo a ella. El niño sonrió y tocó su hombro herido.

—Yo lo cuidaré cariño.

Noah miraba el hombro de él y luego a su madre. Estaba parado en el asiento del parque mientras los adultos estaban sentados y tratando de convencerlo.

—Eliiiii, la pelotaaa —gritó el niño entusiasmado dando a entender que si jugaría.

—Vamos campeón —dijo Elliot subiendo a Noah a su espalda como caballito. Reía sin parar y Liv también pero a la vez estaba preocupada por su herida.

—Elliot te lastimarás, bájalo ya.

—Bien, bien —lo dejó en el suelo—. Ve con Eli, Noah —añadió despeinando su cabello y corrió hacia sus hijos mientras él volvía a tomar asiento al lado de Liv.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora