Capítulo 17

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Era domingo y para Elliot los días en el hospital habían sido eternos. Extrañaba ver a Olivia. "No ha venido a visitarme" pensaba. 

—Papá no queremos dejarte solo —dijo Kathleen.

—Cariño sé que tienen cosas que hacer en casa, no se preocupen. Además estoy mejor y me darán días de descanso en contra de mi voluntad.

—Lamento no poder quedarme y darte una mano Elliot.

—Oh no Kathy, no te preocupes. Hiciste bastante con venir a darme tu apoyo, ¡gracias! —le sonrió a su ex esposa—. Vamos quiten esas caras largas. Nos veremos el sábado.

—Yo estaré pendiente de papá. Tanto como el trabajo me lo permita —indicó Maureen a su familia.

—No, no, ¡no! Sus vidas no cambiarán por esto —dijo señalando su herida—. Ustedes tienen mucho que hacer. Me sé cuidar sólo.

—Oh claro papá. Sobre todo si te pones delante de locos armados sin un chaleco —reclamó Elizabeth.

—¿Estarás bien papi? —preguntó Eli triste.

—Chicos estaré bien. Se los prometo —les dio un abrazo a cada uno—. Ahora vayan al aeropuerto que se les hará tarde.

Kathleen se quejó unos minutos más antes de despedirse por completo de sus padre. Los gemelos empezaban exámenes y Eli tenía que hacer un trabajo manual. Todos tenían algo importante que hacer para el lunes siguiente así que aunque quisieran no podían quedarse.

—Espero que Kathy no esté por aquí. No quiero encontrármela de nuevo —dijo Liv en voz alta entrando al hospital. Ya era medio día. "Dios no sé por qué me incomoda tenerla cerca. No está bien, es la ex esposa de Elliot y siempre tuve una relación lo más cordial que se podía" pensaba mientras caminaba a la habitación de Elliot. 

—Arriba mamá —dijo Noah cansado de caminar ya que antes habían ido al parque y él había jugado mucho.

—Ven cariño.

Lo tomó en sus brazos y el pequeño se recostó en su hombro apenas estuvo en ellos.

Liv entró a la habitación de Elliot después de tocar la puerta y ahí estaba él, parado al lado de la cama, vistiéndose. 

—Me gusta esa camisa —sonrió.

Verla le alegraba el alma. "Ella es luz. Esa luz que me da toda la paz y felicidad que necesito en mi vida" se dijo Elliot mientras le correspondía a su sonrisa.

—A mí también.

—Deberías estar en cama descansando —indicó, era seguro que todavía no recibía el alta del doctor.

—Ya me cansé de estar aquí acostado.

—Vamos Ell, no llevas ni 2 días aquí —rió y se acercó al sillón de la habitación para recostar a Noah.

—Lo sé pero igual me iré. Puedo recuperarme en mi casa.

—¿Y tus hijos?

—Maureen los llevó al aeropuerto. Todos tienen cosas que hacer y yo estoy bien.

—Pero necesitas que alguien te ayude. No puedes hacer todo tú solo —dijo acercándose a él—. No puedes ni ponerte la camisa solo —le dijo ayudándolo. "Se siente tan bien el tenerlo cerca" pensó ella y sacudió su cabeza para quitarse esas ideas locas.

—Ya podré Liv —contestó dulcemente para que no se preocupara—. ¿Tú estás bien? —preguntó tomándole la mano. Ella como siempre se estremeció ante el contacto.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora