Capítulo 38

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...Tampoco pretendo que Noah y tú estén de tu departamento al mío siempre. Quiero que vivamos juntos —ella abrió mucho los ojos sorprendida—. Quizás pienses que es pronto pero quiero hacerlo. Quiero que seas lo último y lo primero que vean mis ojos cada día.

Olivia se quedó helada, no sabía que responder, justo pensaba en eso en la mañana.

"¿Me preguntó eso en realidad? Siento que estamos corriendo en esta relación pero a la vez siento que quiero todo con él" se dijo ella hasta que él interrumpió sus pensamientos.

—Liv, es mejor que me vaya. Te dejo descansar y pensar en lo que te propuse. No voy a presionarte —se levantó del sofá—. Te amo y no cambiará eso con tu decisión —la besó—. Vengo por ti a la misma hora de siempre —dijo antes de salir del departamento y ella suspiró.

Liv empezó a caminar de un lado al otro en su habitación.

—¿Me lo preguntó en serio? ¡Dios! me dejó helada. Sólo llevamos 6 meses de relación pero siento como si fuera de toda la vida. Y luego está Noah, si no funciona y él se encariña tanto con Elliot, sufrirá. Pero bueno Olivia, ¿qué más se puede encariñar tu hijo con Elliot? Lo adora —empezó a hablar con ella misma en voz alta y se acostó en la cama—. Sólo quiero estar bien y feliz con Elliot, con él y Noah.

Estaba tan cansada que ni se dio cuenta cuando se durmió hasta que sintió unas manitos en su cara.

—Mami, mami —la llamó Noah tratando de despertarla, besando sus párpados y tocando sus mejillas y nariz.

—Buen día cariño —besó la nariz de su hijo—. Has despertado temprano hoy, eh —lo ayudó a subir a la cama.

—¿Y papi? —preguntó acurrucándose a su lado, aún tenían una hora para descansar.

—Tuvo que irse a su casa Noah —contestó algo triste, aunque lo quisiera evitar y le diera miedo aceptarlo, su hijo adoraba a Elliot y lo quería cerca siempre.

—¿Por qué? Papi y mami conmigo.

Liv lo abrazó muy fuerte.

—Lo sé cariño, también lo extraño y lo quiero siempre conmigo —dijo y Noah durmió un rato más hasta que tuvo que despertarlo.

Elliot llegó al departamento de Liv a la misma hora de siempre, le ayudó dándole el desayuno a Noah y luego desayunó con ella. La noche anterior había decidido no presionar a Olivia con lo de vivir juntos, él se lo propuso y ella será la que decida si quiere o no hacerlo. No hablaría más del tema y le daría tiempo para pensar.

Ya era miércoles y ni Elliot le había vuelto a mencionar a Olivia el tema de vivir juntos, ni ella había abordado el tema vacaciones con sus hijos y su madre. El día anterior había llegado un caso a la unidad que los tuvo bastante ocupado. Desapareció un niño de la edad de Eli. Elliot odiaba ese tipo de casos, no podía no ponerse en el lugar de los padres. Eso lo hacía obsesionar y centrarse solo en el caso. Él se había quedado a dormir en la estación repasando las pistas o por si surgía algo durante la madrugada mientras Olivia iba a casa con Noah.

—Ell, buenos días —saludó Olivia cuando ingresó a las cunas y lo vio cambiándose de camisa.

—Buen día Liv.

Ella se acercó a darle un tierno beso.

—Yo te ayudo —susurró cerca de sus labios y empezó a abotonar su camisa—. Listo —añadió y le dio otro beso.

—¿Tienen algo?

—Amanda encontró una transferencia en la cuenta de la madre.

Caminaron hacia la sala principal donde ya estaban todos los detectives saludaron y se pusieron a hablar del caso nuevamente.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora