Capítulo 104

1.1K 69 18
                                    

—Me gusta más el que escogiste tú —confesó, él le dio una sonrisita pícara—. Menos Olivia. Hablo de Ethan.

—Nuestros bebés tienen nombre, entonces.

—¿Lo tienen?

—Sí. Ethan y Emma.

—¿Es en serio? —preguntó incorporándose un poco en la cama.

—Claro. Si por mi fuera le pusiéramos a la bebé, Olivia, pero Emma me gusta y mucho —sonrió y ella le puso los ojos en blanco—. ¿Por qué los dos nombres que escogiste empiezan con e?

—Por ti. Por tu nombre.

—Te amo —besó sus labios tiernamente—. En cambio yo quería nuestras iniciales para los bebés.

—Me gustan los que acabamos de escoger —bostezó.

—Ahora sí, a dormir mi amor.

A la mañana siguiente fue Noah el que los despertó. Entró a la habitación como un torbellino acompañado de Oreo que no dejaba de dar vueltas alrededor de la cama. Elliot lo tomó en brazos en seguida para que Olivia durmiera aunque sea unos minutos más en lo que estaba listo para la escuela.

Desayunaron juntos y sin perder tiempo salieron de casa.

Olivia estaba de tan buen humor y era porque había olvidado por completo todo lo que había ocurrido la semana anterior. Los celos por la profesora y por Dani Beck quedaron atrás hasta que al llegar a la estación la encontraron con una gran sonrisa sentada en el puesto de Elliot.

—Buenos días —saludó sonriente.

—Eran buenos —murmuró Liv, cerró los ojos y contó hasta 10.

—Liv —susurró para que se calmara. Dani estaba tan concentrada en él que le importaba muy poco su Teniente—. Buenos días, Dani.

—Buenos días... Beck.

—Puede llamarme Dani, Teniente.

—Ya veremos. Estaré en mi oficina —le dio una última mirada a Elliot y se alejó de ellos—. ¡Ah! Puedes poner tus cosas frente al escritorio de Carisi —añadió antes de ingresar a su oficina.

—Creí que estaría frente a Elliot.

—No hay escritorios frente al del Sargento y por el momento no está en mis planes cambiar el área de trabajo de los demás porque así sea.

Elliot resopló y se sentó en su puesto mientras Dani acomodaba sus cosas en el escritorio que Olivia le había designado no muy gustosa. Esperaría unos minutos para ingresar a la oficina de esta para hablar con ella. Por nada quería que su coraje le hiciera mal a ella y a los bebés.

La Teniente estuvo encerrada apenas un par de horas cuando por necesidad y sin voluntad tuvo que salir de su oficina, tenían un caso y tenía que delegarlo a alguien. Odiaba no poder hacerlo ella mismo pero por ratos no podía ni con su vida y menos iba a poder desenvolverse en trabajo de campo con una gran barriga de seis meses que a la vista de todos parecía de siete.

—Tenemos un caso.

—Elliot y yo lo podemos tomar —saltó Dani de su puesto y ella quiso fulminarla con la mirada. 

—Beck, que ansiosa estás por regresar a Víctimas Especiales. Esperemos que tu entusiasmo se mantenga —comentó seria y dirigió su mirada hacia el resto de su equipo—. Necesito que todos vayan a la escena del crimen y me mantengan informada —extendió su mano con un papel hacia Fin—. Esa es la dirección. Es una de las revistas juveniles más prestigiosas de la ciudad y por supuesto no quieren un escándalo. La víctima es una editora, ya la conocerán y se darán cuenta de cual es el afán para que no se forme un escándalo. 

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora