Capítulo 87

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Un mes después

Olivia con 5 meses de embarazo y una barriga bastante grande preparaba las últimas cosas para el cumpleaños número 4 de Noah que sería al día siguiente. Quería dejar todo lo que más pudiera listo así al día siguiente no estaría corriendo.

Noah no se había decidido sobre el tema del cumpleaños. Cada día decía algo diferente. Que si Superman, que Batman, Spiderman o el Capitán América así que por último a Liv se le ocurrió hacerlo de superhéroes.

Maureen tal y como lo ofreció, ayudó a Liv con los preparativos. Kathleen había viajado a New York más seguido ya que tuvo varias entrevistas en bufetes de abogados, incluyendo el de Langan, por lo que también había ayudado también con los preparativos del cumpleaños de su hermanito. Olivia tuvo mucha ayuda, sin contar las ideas, sugerencias y ayuda de sus amigos. Alex y Allan dijeron que se encargarían del pastel.

Los hijos de Elliot llegarían muy temprano al día siguiente para ayudar en lo que más pudieran y para que Liv no se agobiara con la fiesta. Olivia había invitado a Kathy también y estaba algo nerviosa ya que para su sorpresa había aceptado. No la veía desde hace meses y no sabía que tan incómodo sería para ella verla con una barriga muy notoria. Ella se sentía inmensa y recién iba a la mitad de su embarazo pero aun así no paraba. Ni en la casa y menos en el trabajo.

—Liv, vamos. Es hora que descanses —dijo Elliot por segunda vez desde la escalera.

—Sí, ya voy —contestó desganada, sentía que le faltaba todo todavía—. ¿Se durmió? —preguntó caminando muy despacio hacia el interruptor de luz de la sala.

—Se puede decir que sí, después de tanta guerra, lo hizo. Deja eso —pidió bajando las escaleras—. Yo apago todo aquí. Tu sube y dale su beso de buenas noches que te espera —besó su nariz y se agachó para besar su barriga.

Ella subió sin protestar y vio a Noah luchando por no quedarse dormido.

—Cariño, hasta mañana —se sentó en el filo de su cama, acomodó el edredón para cubrirlo y beso su frente.

—Hasta mañana mami —respondió tomando entre sus manitas una de sus manos—. Papi... papi dijo que mañana sí que puedo ir a la sala y al jardín —bostezó y ella rió, su hijo había aguantado no acercarse a esos lugares esperando por su sorpresa.

—Si mi amor. Mañana podrás ver todo y me dirás si te gusta y si voy bien.

—Me gusta mami.

Elliot dejó unas cuantas cosas más en su lugar y apagó todas las luces de la parte de abajo de la casa para poder subir y descansar. Olivia se había recostado en la cama y ojeaba su celular mientras él subía.

—¿Ahora si a descansar? —preguntó él con una media sonrisa en el marco de la puerta.

—Sí, sólo te esperaba para esto —contestó sonriendo y mostrándole la crema que ponía todas las noches en su barriga.

Ella se acostó por completo y él puso bastante crema en medio de su barriga para empezar a esparcirla. Les habló como todas las noches a los bebés y sus ojos se comenzaron a cerrar de a poco. Elliot se acostó a su lado y ella automáticamente lo tomó de almohada como cada noche para poder dormir.

—Me sorprende que no se despertara todavía —confesó Liv ingresando a la cocina, Elliot hacía el desayuno para los tres.

—Buen día amor —saludó acercándose a ella y dándole un beso que ella intensificó.

—Buen día.

—Alguien se levantó de muy buen ánimo hoy —comentó sonriendo como un tonto y ella afirmó con su cabeza—. ¿Durmieron bien?— preguntó bajando su cabeza a la barriga de ella y saludando a sus hijos también.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora