—Si necesito algo —dijo segura y él esperó para que continuara—. Te necesito a ti. Cerca de mí. Juntos aquí dentro —continuó señalando el espacio sobrante en la bañera—. Eso es lo que necesito para relajarme.
Elliot lo pensó unos segundos que a Liv le parecieron eternos. Empezaba a pensar que le diría que no estaba de ánimo o que le pondría alguna excusa. Él no respondió, soltó su mano y se giró hacia un estante dentro del baño donde estaban las toallas y batas. Tomó unas toallas y las dejó en el piso para que al salir no resbalaran y sus batas de baño las colgó cerca de la bañera. Empezó a desnudarse para meterse en la bañera junto a ella. Sus ojos no dejaron nunca de mirar al otro.
La mirada de Olivia seguía atenta cada movimiento del hombre que amaba. Su corazón latía a mil. Seguía sorprendiéndose cómo su corazón la delataba al estar cerca de él.
—¿Me haces espacio? —preguntó con un tono de voz bajo y señalando a su espalda.
—Siempre habrá espacio —contestó haciéndose para adelante.
La bañera era lo suficientemente grande para ambos pero siempre que se bañaban juntos él se ponía detrás como respaldo para que ella estuviera cómoda. Él se sentó y muy lento atrajo el cuerpo de ella al suyo. Ella se recostó sobre su pecho sin emitir palabra. Sólo disfrutando de la cercanía que no habían tenido desde hace dos semanas. El día anterior había sido él quien había pedido acompañarla en la bañera y había quedado en un simple baño para que a ella se le pasara el enojo por Noah.
Elliot tomó una esponja y empezó a pasarla por su cuerpo con detenimiento. Ella mantenía sus ojos cerrados con una gran sonrisa en su rostro. Sonrisa que él no veía pero lo podía sentir.
—Lo siento —susurró girando su cabeza un poco para poder mirarlo.
—¡Shhh! Liv. No hagas eso por favor —pidió y besó su nariz de una forma muy tierna.
—Te amo y no quiero que las cosas estén mal entre nosotros.
—Eres mi vida y te amo. Las cosas entre nosotros no están mal —besó su sien y la abrazó muy fuerte.
—Sé que estás decepcionado por como reaccione cuando...
—No hablemos de eso —pidió después de callarla con un suave y corto beso—. Dejemos el tema olvidado.
—Lo siento. No tengo dudas de lo que siento por ti es sólo...
—No más "lo siento", Liv. Nos amamos y hemos formado una hermosa familia. Lo demás no importa.
—Te amo tanto —sonrió.
—Y yo a ti. No quise hacerte pensar que las cosas entre nosotros iban mal —la abrazó luego de tomar aire y retenerlo, ella asintió. Se giró como pudo y se sentó sobre sus talones en medio de sus piernas.
—Te extrañé —susurró cerca de su oído y se fue acercando a sus labios muy lento mientras dejaba un camino de besos hasta llegar.
Juntó sus labios con los de él. Un contacto tierno y suave al principio y poco a poco fue aumentando el ritmo hasta tener que parar para tomar aire. Se sonrieron sin alejarse y sin dejar de mirarse fijamente.
—Te amo —dijo Elliot acortando la distancia y volviendo a besarla—. Terminemos nuestro baño así puedes descansar antes de cenar. Hay tiempo.
Ella volvió a sentarse en medio de sus piernas. No quería terminar el baño y menos pretendía descansar. Empezó a moverse hacia adelante y hacia atrás rozando con su trasero el miembro de Elliot. Subía y bajaba sus manos por las piernas de él provocándolo. Echó su cabeza hacia atrás y mordió su cuello de forma muy sexy pero sin querer dejar marca. Escuchó un gemido de su parte y supo que iba por buen camino.
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Reencuentros amorosos
Fiksi PenggemarOlivia, madre y mujer trabajadora, comprometida con su trabajo, nunca imaginó que su vida cambiaría por el regreso de su antiguo compañero. Elliot, ha experimentado tantos cambios en su vida desde que salió de Víctimas Especiales y lo único que dese...