Capítulo 21

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Olivia y Elliot se quedaron mirando fijamente. Él quería decirle que la amaba, que era su vida, que no quería vivir lejos de ella de nuevo, que irse fue lo peor que pudo hacer pero no pudo. Parecía un adolescente enamorado y tímido.

Ella estaba nerviosa. No lo podía creer. Sólo quería pensar en ese beso. No quería arruinar su amistad con Elliot. Se conocían desde hace tantos años y jamás tuvieron ese tipo de acercamientos. Había disfrutado de ese beso. Quería que pasara hace mucho pero no podía expresarse, no le salían las palabras.

—Ell... yo... hasta mañana —solo pudo decir eso y se levantó del sofá donde estaban.

"Ahora si la alejé de mi" pensó Elliot mientras se tomaba la cabeza con la mano que tenía libre en señal de derrota.

Ella vio esto. No sabía cómo debía actuar así que en un impulso se acercó nuevamente y le dio un beso en la mejilla.

—Que descanses —le susurró y se alejó para ir a la habitación de su hijo.

Olivia pensó toda la noche en ese beso."Esta vez sí fue un beso. No un roce de labios por equivocaciones. ¡Dios! Nos besamos y me encantó tenerlo así. Le correspondí"  hablaba ella consigo misma. 

Sentía muy bien al tenerlo cerca y recibir su apoyo, como antes, como siempre debió ser pero no solo era apoyo o eso dio a entender, en realidad ya no sabía que pensar. A la mañana siguiente ella trató de actuar lo más normal posible, ya tendrían tiempo de conversar del tema o mejor dejar que pase lo que tenga que pasar.

La unidad ya quería cerrar el caso, que encierren a los violadores y volver a estar en paz o por lo menos hasta que llegue otro caso. La víctima, Abby y sus padres fueron a la unidad, ella había pensado en todo y decidió no darse por vencida, iba a declarar y no quería descansar hasta que se pudrieran en la cárcel. 

Antes del mediodía llamaron a la teniente para informarle que habían asesinado a Carlos, el novio de Abby, ella tuvo que darle la noticia a la chica y sus padres, la chica lloró hasta más no poder. Barba dijo que ese día irían a la corte e iba a levantar cargos por intimidar la víctima, antes de las 4 de la tarde los detectives Rollins, Carisi y Fin habían encerrado a casi toda la pandilla por múltiples cargos, la agresión de Abby y sus padres, portación de armas, drogas, entre otras, así que dieron el caso por cerrado. Ya era de noche y Olivia salió de su oficina.

—Necesito todos los documentos llenos hoy mismo. No quiero errores y mucho menos que esos reportes sean una excusa para que salgan libres. Necesito toda la documentación al día, no solo de este caso, de todos —ordenó—. No quiero tener encima a la oficina del fiscal ni mucho menos a Barba quejándose de esto.

Nunca había tenido problemas con el fiscal pero si unos cuantos altercados cuando tenían demasiados casos y los informes estaban atrasados como ahora.

—Usted manda Teniente —dijo Amanda. 

Ninguno de los detectives estaban felices de quedarse en la estación hasta tarde para llenar informes pero era parte del trabajo.

Terminaron esa semana de trabajo bastante tranquila, no hubieron casos demasiados pesados lo que quedó la semana así que todos se habían encargado de dejar su documentación al día como lo había pedido su teniente así que se quedaban hasta tarde para no pasar el fin de semana en la unidad llenando más y más papeles. Olivia había tenido varias reuniones con los jefes y todos estaban realmente agotados. 

Barba había logrado adelantar el juicio y les habían dado la sentencia máxima a José y a los integrantes de la banda que fueron acusados, como todo estaba tranquilo Liv decidió que todos tenían el fin de semana libre pero si se presentaba algún caso lo tenían que atender entre Fin y Amanda y si era muy grave llamarla. 

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora