Reencuentros amorosos

Capítulo 20

Olivia, Noah y Elliot desayunaron juntos a la mañana siguiente, en serio parecían una familia, para el pequeño ya era normal tenerlo a él en su vida y todos estaban muy bien juntos. Liv fue la primera en llegar a la unidad aunque no quería irse de casa sabía que tenían un caso pendiente y que Abby confiaba en ella y en que los responsables de su ataque paguen por lo que hicieron, poco a poco fueron llegando los detectives quienes preguntaron por Elliot ya que no lo pudieron ir a visitar por el caso, 

—Liv, ¿Elliot sigue vivo? ¿Sobrevivió al reposo absoluto? —preguntó Fin haciendo reír a todos.

—Sigue vivo pero de estar en cama nada. Lucy está siendo muy paciente con él, más de lo que es con Noah —respondió ella riendo.

Barba llegó a la estación para informarse más del caso y recoger a Olivia para ir a Rickers y asi hablar con los violadores de la chica. 

—Carlos, Abby insiste en tu inocencia pero si no hablas no podemos ayudarte —dijo Liv dirigiéndose al chico y queriendo hacer contacto con sus ojos pero el chico estaba renuente en hablar.

—Yo no sé nada. No voy a poner a todos en peligro —respondió el chico afectado por la situación.

—Ella es mucho más valiente que tú al querer declarar y encerrar a los culpables —intervino Barba.

—Tenemos a los responsables pero necesitamos saber más. Carlos, ella te quiere y sé que tú también, hazlo por ella —pidió la Teniente.

—Ella no me quiere. ¿Les dijo lo que pasó? Nunca le había pasado conmigo.

—Sé de qué hablas y eso fue una reacción involuntaria del cuerpo.

La chica les había comentado que ella había tenido varios orgasmos mientras la violaban y que no le pasaba con su novio.

—¡No es cierto!

—Es cierto, hay estudios que confirman eso —apoyó Barba.

Convencieron al muchacho para que declarara. Lo mantendrían como testigo protegido y la confesión seria grabada.

Olivia y el fiscal fueron a hablar con los otros 2 sospechosos para luego ir con el jefe de la pandilla y ellos seguían sin querer cooperar. 

—Sr. Ramirez, no se encuentra en una muy buena posición, vamos a ir a juicio por violación grupal —informó Barba al líder de la pandilla.

—Vamos José. Tenemos tus huellas. Tu ADN está por la escena. No saldrás de esta —agregó Liv con firmeza.

—Yo no estaría tan seguro si fuera usted, Teniente —se cruzó de brazos.

"¿En serio cree que se saldrá con la suya? ¡Dios! ya quiero que termine el caso" pensó ella queriendo darse por vencida.

—No hay testigos de nada porque no pasó lo que dicen. Ella lo quería y nos invitó.

—¿Crees que ella quería que la violen de esa manera, los tres? —preguntó Liv ya enojada por la tranquilidad con la que le hablaba él.

—Iremos a juicio y vas a pasar muchos años en la cárcel.

—¿Quién dijo que habría juicio? Pueden pasar muchas cosas, las víctimas se retractan, las personas desaparecen, ¿no es así? —dijo José con una sonrisa mirando a Olivia.

—¿Es una amenaza? debería controlar a su cliente abogado.

—No, no, déjalo continuar.

—Por cierto ¿Cómo está su hijo Teniente Benson? Noah es su nombre ¿verdad? —dijo él. Tenía la información completa por lo visto. Liv sintió que iba a explotar del coraje. ¿Cómo se atrevía a amenazarla?