12-Despertares

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Sus ojos se abrían pesadamente, había dormido demasiado, se sentía aletargado y sin fuerzas...

Recordó que lo habían herido y sacado del palacio, había escuchado que no les importaba si se moría... pero, ¿dónde estaba en ese momento? entraba luminosidad en sus entrecerrados ojos y pestañeó varias veces antes de atreverse a abrirlos.

Lo primero que vio fue el blanco techo de la habitación, el olor a medicinas le revolvió el estómago y al bajar más la mirada, vio a su padre dormido a su lado.

Una inmensa emoción se adueñó del pequeño, lo habían encontrado y traído junto a su familia! Quiso hablar pero su garganta estaba reseca así que, suavemente, deslizó su mano hasta el rostro de su padre y lo acarició.

Automáticamente Krest estaba despierto y llorando, besando a su amado retoño.

-Has despertado! ¿cómo te sientes? ¡llamaré al doctor!- Krest lo acariciaba y sonreía - me has asustado terriblemente hijito!

Llamó al doctor que vino de inmediato y mientras lo revisaba, le ponía una gasa en la boca embebida en agua para que se humedeciera los labios...

-Parece que está todo bien, pequeño... eres fuerte y muy afortunado...- el doctor giró hacia la otra cama y su rostro se ensombreció - te rescató justo a tiempo...

Camus movió su cabeza para encontrar a Kanon en la cama lindera a la suya; estaba muy pálido y tenía un monitor conectado al pecho y otro al antebrazo...

-Qué pasó con Kanon? padre?

-¿No lo recuerdas? Él te rescató! Los guardias reales salieron a buscarte y en el camino encontraron a Kanon que venía a caballo, contigo en brazos pero él estaba inconsciente... no ha recuperado el conocimiento aún, le dispararon por la espalda...

-¿Lo hirieron por mi culpa? ¿Se puede morir?

Camus lloraba y su padre lo abrazaba; en ese momento llegaban Degel, Shura y Saga, quienes se acercaron al adolescente para saludarlo y ver cómo se encontraba.

-Saga...- lo vio con el rostro gacho y lágrimas en sus ojos -Saga, él va a despertar pronto también... lo sé... ¿me puedes acercar hasta su cama?

Saga asintió y lo levantó en brazos, mientras el príncipe le abrazaba y sólo para sus oídos le decía

-Kanon va a despertar pronto, creo en él...

Secó las lágrimas del gemelo y esperó a que se sentara con él encima. Acarició a su salvador, estaba frío pero a la vez sudoroso.

-Kanon... maestro... debes despertar porque yo te necesito, tú eres quien me salvó y protegió y yo no podría vivir sabiendo que te sacrificaste por mi...

Camus lloraba y Saga lo abrazó fuerte.

-Debe volver a su cama majestad... su herida puede abrirse...

Shura le habló y Camus lo miró con esos bellísimos ojos azul violáceos.

Algo había cambiado, el príncipe ibérico no se mostraba altanero ni arrogante, todo lo contrario; su rostro estaba sombrío, tenía ojeras y le sonreía tímidamente.

También notó que estaba al lado de Saga y eso lo tranquilizó... él mismo no sentía la rabia e impotencia que había sentido al escuchar de sus propios labios que había vejado al gemelo menor; estaban todos juntos allí, algo los unía ahora y era un lazo de cordialidad.

Había pasado una semana completa desde el secuestro; Camus había mejorado notablemente pero estaba muy deprimido por el estado de Kanon.

El gemelo no despertaba, había bajado la temperatura, su respiración y presión eran estables pero seguía inconsciente.

El joven príncipe estaba sentado a su lado, le cepillaba el largo cabello y le hablaba, le contaba viejas historias que sus tutores le habían leído...

Extrañaba estar en su hogar estudiando plácidamente con Marié, pero ahora lo más importante era que su instructor y gran amigo despertara. 

Un golpe en la puerta lo sacó de sus cavilaciones, era Shura... -Puedo pasar majestad?

-Claro, Shura, adelante...

Una leve sonrisa acompañó su gesto y fue una caricia para el ibérico; había empezado a desarrollar un gran interés por el pequeño príncipe.

Se sentó del otro lado de la cama, así podía ver al príncipe y estar cerca del gemelo.

-¿Cómo se siente hoy?

-Bien, mejoro día a día gracias a los cuidados intensivos de sus doctores... a propósito, debo agradecer la asistencia que se le está brindando a Kanon...

-Era lo mínimo que podíamos hacer! Gracias a su rápido accionar usted está aquí, sano y salvo!

Shura miró al joven dormido y suspiró

-No dudó un segundo en perseguir y enfrentar solo a los secuestradores para rescatarlo... yo jamás he tenido esa lealtad a mi servicio...

-Kanon es más que mi instructor, es mi amigo y confidente; me duele verlo así, por mi culpa...

-En realidad no es su culpa, sino nuestra... de su hermano y mía por no aceptar casarnos, pero lo enmendaremos.

Los ojos de Camus se posaron en el ibérico con sorpresa y un dolor fuerte se instaló en su pecho.

-¿Degel y usted se casarán? ¿Por qué?

Él nunca se había enterado de aquella advertencia y posterior charla entre los mandatarios y sus herederos.

-Debemos formar lazos familiares entre los dos reinos para que sea aceptado el pacto de unión y nuestros padres decidieron eso...

Shura bajó su cabeza, sólo para encontrar nuevamente el rostro de Kanon; hubiese dado todo para que el gemelo aceptara ser su esposo y compañero de vida pero eso era imposible... lo había arruinado todo y ahora tenía otras obligaciones y...¿otros sentimientos?

Levantó de a poco su mirada y vio al joven príncipe que lo miraba y se mordía el labio inferior en nerviosismo.

-¿No está de acuerdo, alteza?

-Yo... no... - un leve movimiento detuvo sus silabeos; Kanon pareció dar señal de querer despertar y mientras Shura corría por el doctor y Saga, Camus le hablaba, le acariciaba...

-Vamos Kanon, despierta! te estoy esperando para volver a casa...

En ese momento entraba el príncipe y al oírlo, su corazón supo la verdad y se quebró.

-¿Se irá con él cuando despierte? ¿se lo llevará de aquí?

-Mi padre y el suyo ya sabían de mi decisión antes del incidente... extraño mi hogar y no interferiré en los asuntos reales... Kanon necesita tranquilidad y aquí no la encuentra... ahora más que nunca lo protegeré de todo...

-¿Lo hace por él o por usted? yo... no quiero que se vayan... yo... ya su padre y hermano saben lo que pasó con Kanon, lo que le hice... hablé con Saga también... y, por favor... no insulte mi inteligencia y acepte que ustedes dos son más que amigos... ustedes se aman...

Camus lo miró con incredulidad

-¿Que nosotros nos amamos? ¿acaso estás ciego, Shura? Kanon ama profundamente a Saga! él lo rescató de la oscuridad en que tú lo dejaste y le devolvió la vida con su amor!

Shura recordó: "él curó mis heridas y sanó mi corazón..."

Enemigo íntimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora