58- Poniendo las cosas en claro

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Degel debió ponerse firme con Antoine y amenazarlo con un castigo ejemplar si no dejaba de pelear a su primo y poner en vergüenza al pequeño gemelo...

-¿No te da vergüenza estar interfiriendo en conversaciones de otras personas? Desconozco tu mala educación, hijo!

-Pero padre, entiende que yo quiero que Ángel sea mi esposo y Emmanuel acaba de pedir su mano a Kanon... yo lo quiero para mí...

-El pequeño Ángel no es una cosa que se pueden apostar en un juego, es una persona, una muy buena y dulce y no se merece que lo trates de este modo...

Antoine se quedó callado por un momento y luego volvió a mirar al niño de cabellos azules y hermosas esmeraldas...

Era realmente bello, su sonrisa podía alegrar el peor de sus días y no necesitaba ser mayor de edad para saber que le gustaba mucho...

-Lo siento Ángel... Emmanuel... no debí hablarles así...

-No se preocupe príncipe... cuando llegue el momento, si aún siguen pensando igual, Ángel deberá elegir, pero aún son muy niños y deben disfrutar de lo que viven ahora, siendo todos amigos y felices...

El gemelo mayor les hablaba con dulzura y ellos lo escuchaban con atención.

-Y ahora, a seguir con el cumpleaños del príncipe! ¿Quién quiere chocolates?

-Yooooooo...

Gritaban todos al unísono y salieron corriendo tras Kanon... Lune iba de último hasta que el gemelo lo vio y alzándolo sobre sus hombros, corrió hasta ponerse delante de todos.

-El pequeño Lune les ha ganado la carrera y elije primero...

-Eso es trampa!

Gruñeron los príncipes pero Apolo les dijo:

-Es el más pequeño de todos nosotros... debe tener una oportunidad y mi papá se la dio.

Ninguno objetó y se fueron sirviendo sus dulces riendo y jugando...

Sus padres veían con orgullo que el afecto que se tenían era genuino y los portugueses se alegraban por la felicidad de su pequeño heredero...

Valentine había intentado acercarse a Kanon pero éste siempre se alejaba en cuanto lo veía venir... Radamanthys notó la actitud del gemelo y decidió intervenir.

-¿Puedo hablar contigo, Kanon?

-Ahora no puedo... luego, cuando acabe el cumpleaños... los niños no deben presenciar conversaciones de grandes...

Dicho esto cargó a sus retoños en cada brazo y se fue a jugar a la pelota con los pequeños.

El resto del día sólo supo de juegos, risas y el Príncipe de Asturias disfrutó del mejor cumpleaños que había podido soñar.

-Gracias a todos por darme tan hermoso regalo de cumpleaños!

La sonrisa del pequeño príncipe hablaba por él...

-Te escuchamos llorar en el establo y entendimos tu necesidad de ser un niño normal, con un cumpleaños común... sentimos no darte lo que te hacía falta antes...

Camus casi lloraba pero Emmanuel corrió a sus brazos y juntos fueron por Shura...

-Los amo tanto...

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Ya todos habían regresado al palacio y en las caballerizas, Radamanthys observaba a Kanon alimentando a los corceles...

-Gracias por portarse tan bien con los niños...

Acariciaba el pescuezo del animal y le acicalaba.

-Hoy el príncipe fue muy feliz...

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