95- En busca de un futuro diferente

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Emmanuel veía con felicidad cómo el pueblo ibérico recibía con algarabía a su amado esposo y a sus retoños.

Los "¡hurra!" se sucedían y Shura y Camus saludaban y agradecían los gestos de cariño...

Kanon junto a Saga y Apolo estaban un poco más alejados, no queriendo ser parte del momento que vivían los integrantes de la realeza.

Camus les invitó a unirse pero el gemelo menor negó con una sonrisa... no era su lugar ni el momento...

Al volver al interior, Camus se acercó a los gemelos y preguntó si pasaba algo, a lo que ambos aseguraron que no. Poco después, Shura les hacía el mismo planteo.

-No era nuestro lugar, majestad... no pertenecemos a la realeza, sólo fue eso...

Las palabras de Kanon le dolieron a Shura más de lo que hubiese deseado...

Los gemelos no se sentían parte de su vida...

-No me malentiendas Shura, nosotros somos familia, amigos y nuestros hijos han consolidado este cariño con sus matrimonios pero, ustedes son los integrantes de la realeza, tú eres el rey, Camus tu consorte... nosotros sólo somos sus consuegros y amigos...

Shura suspiró y asintió con la cabeza, pero su rostro ya no estaba sonriente.

No culpaba a los gemelos de su cambio de humor sino al hecho de que nunca les dio el lugar que merecían dentro del reino.

Los había nombrado asesores y guardias personales pero seguían siendo una especie de empleados... no tenían títulos de nobleza.

Kanon se acercó a Camus y le habló sobre su conversación con Shura... entre ellos no había secretos.

-Espero que no se haya enojado, no fue mi intención rechazar su invitación, sólo respetamos su investidura y no creímos prudente subir junto a ustedes...

-Yo los entiendo y Shura lo hará también, no te preocupes amigo...

Una sonrisa y volvieron junto a sus hijos y nietos que reían mientras saludaban a todos los presentes.

La recepción fue tranquila, un hermoso banquete con variedad de platos tanto españoles como griegos.

Llegó la hora del vals y los recién casados subieron al escenario, tomándose de las manos y comenzando un suave baile al compás de la melodía... se amaban con la mirada, con la sonrisa y no existía nadie más que ellos...

Fueron sacándolos a bailar sus padres, hermanos, tíos, abuelos y demás invitados...

Luego, a pedido de Camus, habían comenzado a sonar los acordes del Sorba, la típica danza griega y ambos gemelos subieron, siendo acompañados por sus hijos, que se unieron al bello baile...

Kanon invitó con su mano a los reyes y Camus accedió de inmediato, colocándose junto a Saga...

Shura no subió y Kanon bajó a buscarlo... no pudo negarse y como pudo, fue siguiendo los pasos hasta el final, disfrutando del momento de estar todos juntos compartiendo algo muy especial en la tradición griega.

Al finalizar, Kanon lo abrazó y le dio las gracias, emocionado

-Era importante que compartieras el Sorba conmigo, algo bien propio de Grecia...

-Pero yo no soy griego... no tenía porqué estar aquí...

-Y yo no soy de la realeza, pero el baile lo puedes compartir con quién tú desees, en cambio tú naciste con un título que debes honrar y respetar...

Y Shura entendió y le abrazó también.

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Los pequeños gemelos cumplían dos años, toda la familia se hallaba reunida y brindaban por los pequeños revoltosos del reino, que junto con Alain hacían travesuras por doquier.

Enemigo íntimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora