42- Nacimiento

207 31 37
                                    

Shura caminaba de un lado a otro mientras los doctores revisaban y asistían a Camus.

El joven galo estaba con la presión desestabilizada y provocaba fuertes contracciones, poniendo en riesgo un parto en término puesto que aún faltaba un mes para el alumbramiento...

Su vientre abultado, sus pies hinchados, ojos cansados pero un brillo increíble en su mirada... Camus miraba el monitor que mostraba al aún no nacido heredero al trono y su sonrisa se hacía enorme.

Shura le sostenía y besaba la mano... faltaba tan poco para que el momento deseado y temido al mismo tiempo llegara...

Su esposo había hecho todo lo necesario para salvar a su bebé y lo estaba logrando, pero su cuerpo ya no resistiría mucho...

-Doctor, ¿es posible adelantar el parto? Si Camus corre peligro, haga la cesárea antes de tiempo, no quiero que sufra daño alguno...

-Él no quiere cesárea majestad... ya lo exigió. Desea el parto normal, teme morir estando dormido y no llegar a conocer a su bebé...

-Pero... eso no puede ser...

-Majestad... él es la madre y tiene el derecho de elegir... si llegado el momento, las cosas se complican, forzaremos la cesárea pero debe de saber algo... una vez que comienza el parto natural, ya no se puede anestesiar y será muy doloroso para él...

El doctor dejó todo bien en claro y cuando Shura regresó a la habitación con Camus, su rostro mostraba gran preocupación.

-¿Qué pasa mi amor? está todo bien con el bebé, verdad?

-Si... nuestro bebé es muy saludable pero debo hablar contigo del parto... debes dejar que nazca por cesárea, Copito... una vez que empieces con el parto ya no te pueden adormecer y será muy doloroso y peligroso para ti...

Shura lloraba tomando su mano

-Por favor Copito... tengo terror a perderte...

-Yo aguantaré el parto, los dolores... quiero sentir lo que sintió mi madre al darnos vida a Degel y a mi...

-Pero eres un doncel y no todo tu cuerpo es igual al de ella... puedes morir, no quiero que mueras mi cielo... eres mi vida entera...

-No lo haré... tendré a todos mis ángeles amados velando por el bienestar de nuestro bebé y el mío...

Abrazó a Shura y se cobijó en su pecho para tranquilizarse... él también tenía miedo y no lo quería demostrar. Las caricias de su esposo tranquilizaron su mente y se relajó hasta dormirse.

**************************************

-Kanon! Kanon! agghhh!

Camus estaba en su posición de descanso, cuando sintió una punzada intensa en su vientre y otras le siguieron cada vez más cercanas sin darle tiempo a recuperar su respiración...

Un fuerte dolor y un líquido caliente recorrió sus piernas. El miedo lo invadió y empezó a gritar por ayuda...

Kanon entró corriendo, encontrando al menor pálido y doblado de dolor, tocándose el vientre y suplicando por ayuda.

Lo levantó en brazos y lo llevó hasta la habitación preparada para el parto; gritaba a todos a su paso, llamando a los médicos y parteros y que avisaran a Shura que su bebé iba a nacer...

-Camus... respira hondo... tranquilízate bebé... vamos cielo, respira hondo...

Kanon lo tomaba de la mano y le acariciaba el cabello con la otra. Los gestos de dolor y su nerviosismo eran evidentes... los doctores ingresaron a la habitación y le pidieron al gemelo que saliera.

Antes de hacerlo, le besó en la mejilla y le puso algo en su mano... su moneda de la suerte...

-No pierda la fe alteza, yo estaré cuidando y velando por usted...

-Gracias Kanon... aghhhhh...

Un grito dio aviso que entraba en labor de parto y lo acomodaron lo mejor posible, teniendo ya todo preparado para la llegada del recién nacido.

Shura llegó sin aliento, corriendo para entrar pero siendo detenido por la partera.

El parto venía complicado y estaban todos ayudando al joven parturiento... habían pasado más de tres horas... un grito desgarrador se escuchó y luego el silencio...

Shura empujó a la mujer que le prohibía la entrada y pudo ver a dos mujeres tratando de hacer reaccionar al recién nacido mientras el doctor intentaba parar la hemorragia que sufría Camus.

El príncipe estaba por demás pálido e inconsciente... el ibérico creyó que todo su mundo terminaba allí, con la pérdida de todo lo que amaba...

El doctor volteó hacia Shura y le dijo que el bebé debía ser transfundido porque su sangre presentaba una anomalía genética y podía morir... necesitaban un dador del mismo grupo de uno de los padres...

Shura en su desesperación, no sabía qué hacer pero pensó en Kanon... él estaba fuera esperando junto a Saga...

-Kanon... ayúdame por favor... mi bebé se muere si no le cambian la sangre... debe ser mi misma sangre... ¿tú podrías...?

No terminó de pedirlo que Kanon ya estaba quitándose la camisa. En ese momento salía la enfermera llena de sangre y pidiendo más dadores para el príncipe que se estaba yendo en sangre... el mundo de Kanon se derrumbó, se puso pálido y casi cayó al suelo.

-Saga por favor... da tu sangre para el bebé... yo le daré la mía a Camus... se lo prometí, hermano...

Ambos fueron ingresados y mientras se le hacían los procedimientos para cambiar la sangre al pequeño bebé, Kanon ya estaba conectado a Camus y su sangre pasaba al príncipe... estaba muy pálido y no reaccionaba...

El gemelo lo miraba y amargas lágrimas caían por su rostro; su amado amigo había sido capaz de llevar a cabo su embarazo y el parto... estaba tan orgulloso de él! pero ahora... sobreviviría?

El llanto del bebé lo sacó de sus pensamientos y volteó para ver a Shura llorando con su hijo en brazos mientras Saga lo miraba a él con rostro cansado pero una sonrisa de satisfacción que lo llenó de felicidad...

El príncipe ibérico se acercó al gemelo mayor y le besó la frente, en un gesto que no necesitaba palabras, sólo podía llorar en ese momento...

Habían desconectado un momento a Kanon y como pudo se acercó a Camus para acariciarlo y ver que su cuerpo estuviese tibio; la hemorragia había cesado pero aún no abría sus ojos.

-Camus, debes despertar y conocer a tu retoño... tiene tu belleza, es perfecto como tú... príncipe mío, te daré toda mi sangre para que puedas volver y tener una vida feliz junto a tu bebé... despierta mi cielo... no soportaría perderte justo ahora...

Shura entró con el bebé en brazos y lo puso sobre el pecho de Camus, corazón con corazón y el pequeño comenzó a hurgar hasta encontrar el pezón y buscó succionarlo...

El doctor volvió a conectar a Kanon, quien siguió pasando de su sangre al joven galo, mientras veía cómo el bebé intentaba alimentarse de su madre...

Un suspiro suave salió de los labios de Camus y sus ojos se abrieron para ver a Shura y Saga parados a su lado con rostros preocupados...

Kanon estaba dormido en la cama de al lado pasándole de su sangre y su dulce hijo trataba de succionar su pezón para alimentarse...

Sonrió débilmente y levantó su mano para acariciar a su retoño y besarle la pequeña cabeza. Lo habían logrado, ambos habían sobrevivido...

-Gracias... gracias a todos...

Enemigo íntimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora