38- Es un "milagro"

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-Te daré un heredero al trono... será un niño... lo soñé...

Camus lo miraba con ojos llenos de esperanza y a Shura se le partía el corazón.

-Mi amado ángel... no puedo permitir que pongas tu vida en peligro... qué haría yo sin ti?

-Yo no quiero abortar, yo deseo y ya amo a este bebé, nuestro hijo fruto de nuestro amor...

Te prometo que haré todo lo que se me pida, me cuidaré... me quedaré en cama hasta que nazca, pero que no me saquen a mi pequeño milagro...

Sus palabras se ahogaron con sus sollozos y Shura lo abrazó dándole la fuerza que necesitaba pero aún dudando de lo que debía hacer...

Lo acunó entre sus brazos hasta que se durmió y allí, en la seguridad de no tener testigos de su sufrimiento, purgó su dolor...

Lloró como no lo había hecho jamás, rezando, poniendo el corazón en cada palabra que profesaba, pidiendo incluso a su madre que protegiera a Camus y a su hijo aún no nacido...

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Kanon y Saga llegaron al palacio tiempo después, acomodaron todo, entregaron los informes y se dirigieron al salón principal...

Shura los vio entrar y sin pensarlo dos veces, fue a su encuentro y se abrazó al gemelo menor llorando... los hermanos se miraron sin entender qué sucedía...

-Majestad... Shura... tranquilícese por favor... qué sucedió con nuestro príncipe?

-Ayúdame Kanon... ayúdame, te lo suplico...

Saga vio la desesperación en el ibérico y decidió que lo mejor era dejarlos solos para que hablasen tranquilos.

-Yo me retiro, alteza... sabe que cuenta conmigo para lo que necesite... con permiso...

Y salió del palacio preocupado por la actitud del príncipe... estaba muy mal, desencajado y había buscado consuelo y alivio en su igual... "¿qué está pasando aquí?"

Kanon tomó a Shura por la cintura sin romper el abrazo que lo tenía preso y caminó hacia el sofá para sentarse junto al ibérico y tratar de hacerlo tranquilizar...

El príncipe sobaba su nariz y sus ojos estaban hinchados de tanto llorar...

-Camus...

Comenzó lentamente a hablar

-Camus espera un hijo mío...

El rostro de Kanon se iluminó a más no poder, sin embargo un segundo después caía en la angustia del príncipe y su sonrisa se desdibujó por completo.

-Sé que debería de ser el momento más hermoso de nuestras vidas pero... el doctor me dijo que su cuerpo es débil para soportar el embarazo y, que de lograrlo puede morir en el parto... ambos pueden morir... yo... ayúdame por favor... debes convencerlo de abortar...

Kanon abrió sus ojos a más no poder... ¿por qué él?

-Majestad... entiendo su dolor y sabe perfectamente que es también el mío... sabe lo que significa el príncipe para mi pero también sé que no hay nada que pueda hacer que cambie el parecer de Camus...

Él lo ama como a nada en el mundo y espera al fruto de vuestro amor... no le puedo pedir que renuncie a lo que él debe considerar un "milagro"!

Las palabras del joven griego repercutieron en la mente de Shura, recordó que ese había sido el término exacto que había utilizado Camus para referirse a su bebé... "un milagro".

-¿Cómo puedes conocerlo tanto como para saber lo que siente?

No eran celos, era curiosidad...

-Alteza... Camus ha convivido conmigo desde pequeño, yo llegué aquí antes de cumplir los diecisiete años y él acababa de cumplir trece, aunque su cuerpo era el de un niño de diez...

Me recibió como quien descubre a un hermano perdido, me entregó su cariño y respeto, su confianza...

Sé cosas de Camus que ni Degel ni Krest jamás supieron, he sido su confidente desde que nos encontramos y por eso sé, que debe considerar a ese bebé como a su "milagro de amor" y no cederá ante nada ni nadie...

Shura, debes hacerte a la idea que vendrán tiempos duros pero la fortaleza de Camus no permitirá que los pierdas... esto te lo afirmo, como amigo de mi príncipe...

Deberás ser fuerte para los próximos meses y si necesitas apoyo, lo que sea, sabes que cuentas con Saga y conmigo... no dejaré que mi amado príncipe pierda la batalla más importante de su vida...

-Gracias Kanon... no esperaba menos de ti... lamento haberte pedido esto... estaba desesperado, perdido... veo las cosas con una luz de esperanza ahora... gracias de nuevo...

-De nada, majestad...

El gemelo se incorporó y ayudó a Shura a hacer lo mismo, quién aún sentía esa angustia en el pecho que le cortaba la respiración...

...pero si Kanon tenía razón y él creía que era así, entonces debía pensar en positivo e imaginar que en unos meses, tendría a su hijo en brazos y caminaría de la mano de Camus como una familia feliz... dejaría todo en manos de Dios y él se dedicaría a cuidar de su ángel...

-¿Puedo ver a Camus?

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La habitación estaba levemente iluminada y al entrar encontró a Camus sentado junto a la ventana y leyendo un libro.

Levantó su rostro para ver a su visita y sus hermosos ojos se llenaron de lágrimas al momento que Kanon se acercó y estiró sus brazos para recibirlo y cobijarlo...

-Volviste... me has hecho tanta falta!

Camus lo tomó del rostro y plantó un suave beso en sus labios, un beso inocente pero con todo el amor puesto en el...

-Mi joven alteza, Camus, ya no me iré de su lado y estaré aquí como siempre cuando me necesite...

Acariciaba el cabello aguamarina del menor y le miraba con ternura

-¿puedo felicitarlo por su embarazo?

-¿Lo harías? nadie me ha felicitado hasta ahora, todos esperan que deje que lo separen de mí... no entienden que deseo tener este bebé  como a nada en el mundo...

-Yo lo sé, Camus... y por eso te felicito y estoy muy feliz por ti y por Shura...

A propósito, estuve hablando con él y está muy angustiado... no te enfades si duda o flaquea, te ama tanto que teme por tu vida pero creo que lo convencí de que todo estará bien, que ese "milagro" que viene en camino, será una bendición para todos...

-Gracias Kanon! tú eres mi bendición! no sé cómo podría vivir sin ti... a pesar de todo lo que has pasado, no me has dejado solo nunca...

-Y no lo haré jamás... Saga y yo estaremos junto a ustedes en todo este proceso y les daremos nuestro apoyo...

Un hijo suyo, majestad, es como si fuese parte de mi así como lo es usted... ¿desea que hable con los reyes para tranquilizarlos? yo podría...

-¿Lo harías por mi?- mi padre se siente muy culpable por lo de mi enfermedad...

-Ahora mismo voy con ellos...

Kanon le dio un nuevo abrazo y un beso en la frente y salió de la habitación, justo cuando Shura llegaba.

El ibérico ojeroso, se veía cansado pero su sonrisa se ensanchó al ver al gemelo y éste, en un gesto cómplice, le guiñó el ojo...

-Todo estará bien majestad, hable con el príncipe y apóyelo en su decisión... ah, y ¡felicidades a ambos! nadie los ha saludado aún por lo que sé...

-Gracias Kanon!

Shura entró en la habitación y cerró la puerta tras de sí.

Enemigo íntimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora