Enemigo íntimo

94- Vientos de felicidad y amor

Ángel decidió que lo mejor era tomar a los recién nacidos y llevárselos a la familia así Emmanuel podía descansar como se merecía después del enorme esfuerzo que había hecho.

Los cuatro abuelos y Apolo se agolparon a su alrededor y todos querían tomar a los bebés en brazos y ver sus facciones.

Shura intentaba contener su emoción pero le fue imposible cuando tuvo en sus brazos al pequeño príncipe heredero.

Camus lo abrazó y ambos abrieron la mantita para dejar ver unas pelusas verde azuladas en un rostro niveo de mucha belleza...

Kanon y Saga tenían a la pequeña en brazos y también lloraban su emoción, mientras Apolo abrazaba a Ángel que empezaba a sentir el desgaste y cansancio.

-Son hermosos hermano! Te felicito!

Le sonreía cobijando a su igual.

-¿Emmy aún está sedado?

Antoine deseaba felicitar a su primo

-No... mi ángel es un guerrero... no quiso la cesárea y los tuvo de forma natural... tengo un orgullo inmenso en mi corazón...

Todos quedaron asombrados por la noticia y los reyes ibéricos se sentían henchidos de orgullo por su retoño...

Emmy dormiría por varias horas, Ángel ya lo había mudado de ropas y llevado a su habitación, donde colocó un suero para que su cuerpo recuperara nutrientes y fuerza.

Toda la familia había observado el inmenso amor que el gemelo menor ponía en cada detalle para que Emmanuel estuviese cómodo y no despertara.

Kanon y Saga al igual que Shura y Camus no podían despegarse de los recién nacidos y aguardaban ansiosos a que abrieran los ojitos.

El pequeño Alain venía de la mano de Ángel y fue levantado en brazos para que conociera a sus sobrinos.

En un principio no separó su rostro del cuello del gemelo pero escuchó un suave ruidito y volteó a ver.

Los pequeños se movían y de sus boquitas salían suaves ruidos que encantaron al principito.

-Me quieren hablar! Ya me conocen!

Su emoción llenó de ternura a todos y Ángel le abrazó.

-Claro Alain, eres su tío y serás como un hermano mayor para ellos... ahora ve a jugar que pronto Emmy despertará y lo visitaremos.

-Ya quiero ver a mi hermano y decirle que quiero mucho a los bebés...

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Emmanuel estaba despierto, tenía un bebé en cada brazo y los veía con adoración, mientras Ángel, sentado a su lado, lo abrazaba y besaba con todo su corazón...

-Son perfectos mi vida! Te admiro, pusiste todo de ti tanto en el embarazo como en el parto... estoy muy orgulloso y feliz...

-Sólo soy fuerte si estás a mi lado, si me sostienes la mano como lo has hecho siempre... por eso soy fuerte...

La vocecita de Alain los sacó de ese momento amoroso pero no les importó porque el pequeño le tiraba los brazos a Ángel para que lo alzara y así poder saludar a su hermano.

-Emmy los bebés... son muy lindos... los quiero...

Se abrazó a su hermano con cuidado de no apretar los pequeños y luego los besó a ambos.

-¿Cómo se llaman?

Sus manitas acariciaban las mejillas de los bebés.

-Nuestra pequeña será la Infanta Elena y él se llamará Felipe, futuro príncipe de Asturias.