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Francia

El pequeño príncipe corría por los pasillos buscando a Filipa; sonreía mientras miraba debajo de los manteles y tras los mobiliarios en busca de su prima.

No hacía ruido con sus zapatos al moverse; detrás de una enorme cortina, la niña lo observaba en silencio...

Siendo mayor, ella dirigía los juegos cada vez que se juntaban las familias.

El fin de semana serían los festejos por el tercer cumpleaños del Delfín de Francia, Apolo estaba de viaje con la guardia escoltando al rey y Antoine se encargaba de los preparativos.

Hades, Radamanthys, Valentine y su hija Zeita estaban al llegar; Lune y Amelié lo habían hecho el día anterior, así como Krest y Francisco.

Los mayores platicaban cordialmente mientras los niños jugaban a las escondidas.

Antoine seguía con la mirada al pequeño infante, que era travieso por demás y siempre estaba haciendo líos, dejando una estela de juguetes y suciedad a su paso.

Ahora corría desesperado tratando que su prima mayor no le ganara en llegar a la base donde contaban para que el otro se escondiera...

Zeita los observaba en silencio, ella no jugaba a esos juegos de niños... ya era una niña en edad escolar y su pasatiempo favorito era la lectura de literatura inglesa.

Pidió permiso para ir a la biblioteca y así escapar de las conversaciones aburridas de los mayores y del bullicio que provocaban los niños.

Caminaba tranquila cuando un huracán de cabellos azulados chocó contra ella, cayendo ambos al suelo.

Tuvo ganas de gritarle pero vio sus hermosos ojos verdes llenos de lágrimas y sólo le ayudó a incorporarse y le preguntó si se había lastimado.

-Me duele... el brazo...

Zeita se horrorizó al pensar que se hubiera quebrado.

Fue a llamar al príncipe cuando un revuelo en la puerta del palacio anunciaba que toda la familia española había llegado.

-Quédate aquí que llamaré a tu papá

Los ojitos llorosos y las mejillas coloradas por la agitación y el dolor, se le hacían muy dulces a la pequeña portuguesa.

Él sólo asintió y se sentó en una silla...

-¿Dónde está mi sobrino hermoso?

La voz de su tío Ángel se escuchó y no pudo más que sonreír entre lagrimitas

-Tío...

El nombrado lo abrazó con cariño pero sintió el quejido.

-¿Qué pasó Alejo? Te duele algo?

El niño solía ser muy efusivo al momento de verse y saludarse con sus tíos, primos y demás...

-Me choqué con Zeita y me caí... me duele el brazo...

Mostró su extremidad al gemelo, quién lo tomó con cuidado y fue tanteando para ver si había algún hueso roto.

-Has caído mal y por eso te duele, pequeño... mira...

Sacó de su cuello un pañuelo y haciendo un nudo en sus puntas, lo colocó alrededor de su cuello tipo cabestrillo, para que sostuviera su brazo y asi mantenerlo inmovilizado.

-Asi no te dolerá tanto, sí? Vamos a saludar a todos... los primitos están aquí también...

-¿Felipe y Elena vinieron?

Enemigo íntimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora