44- La peor noticia

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La familia real francesa ya se hallaba en España; el rey Degel, su reina consorte Marié y el pequeño príncipe Antoine habían llegado el día anterior y ahora platicaban muy animados con Krest y Francisco.

Las puertas del gran Hall se abrieron para dar paso a Shura, quién traía abrazado a su consorte real y en su otra extremidad, el pequeño retoño dormía plácidamente... eran una postal real de felicidad y amor!

Camus corrió a abrazar a su hermano y luego hizo lo propio con su amiga y cuñada Marié, que fue luego, directo junto al ibérico para observar al bebé.

- Es hermoso... perfecto! Los felicito!

Dijo haciendo reverencia ante Shura.

-Gracias Alteza! Los príncipes herederos han sido bendecidos con salud y belleza... Antoine es un niño precioso!

-¿Dónde están Saga y Kanon? Tengo tanto tiempo sin verlos... se extrañan mucho en el Reino...

Degel habló sonriente.

-Ya deben estar por llegar... saben que son nuestros invitados de honor...

A Shura le extrañaba que no llegaran aún, pero en ese momento Saga abrió la puerta y, tras las reverencias de rigor, se acercó a Krest y a Shura, hablando muy bajo...

Camus se acercó para escuchar pero su esposo se lo impidió...

-Debemos salir un momento... por favor Degel, no permitas que Camus nos siga...

Krest habló con seriedad antes de salir tras el ibérico y el gemelo... El joven galo se quedó muy preocupado por el extraño comportamiento de su padre y esposo. ¿Qué le ocultaban?

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Saga entró corriendo a la emergencia del hospital del Palacio, detrás suyo la realeza, que quedaron paralizados ante la desoladora imagen que tenían enfrente.

Kanon retorciéndose de dolor, abrazando su vientre llorando, mientras los doctores intentaban detener la hemorragia que sufría...

-¿Qué sucedió Saga?

- Kanon tiene dos meses de embarazo, no lo supimos hasta hace unos dos días y su cuerpo aún no recupera su vitalidad por haber dado tanto de su sangre...

Saga lloraba y Krest lo abrazaba dándole ánimos pero con mucho miedo...

El doctor se acercó y les habló:

-El joven está muy delicado, la hemorragia es severa y no creemos que sobrevivan...

-¿No puede salvar a Kanon? Ambos morirán? Por favor, haga algo... él es mi vida!

-Su esposo está mal pero los que pueden morir son los gemelos que crecen en su vientre...

-Son dos... como nosotros...

Saga estaba destrozado y se acercó a la camilla donde ahora Kanon estaba sedado pero despierto; estaba tan pálido que asustaba...

- Mi vida... debo decirte algo y no quiero que te pongas mal... en tu vientre crecen gemelos, como nosotros...

Vio cómo la mirada cansada de su igual se iluminaba

-Pero es posible que no lo logren, son muy pequeños y débiles aún y el doctor no cree que sobrevivan...

Lágrimas amargas caían por el rostro de Saga al ver crecer la desesperación en Kanon, que se abrazaba a su vientre y miraba a quienes habían llegado con su hermano...

Buscaba una posible esperanza, algo que le dijera que no era cierto, pero sólo veía más lágrimas y entonces estalló en llanto y debieron dormirlo para no empeorar su estado...

Mientras tanto, Camus desesperaba porque su corazón le gritaba que algo le había pasado a Kanon.

Tenía un dolor muy fuerte en el pecho y se le hacía difícil respirar. Dejó en la cuna a su retoño y en un descuido de Degel que se agachó para levantar a Antoine que daba sus primeros pasos, salió del lugar apurado, buscando a su amigo...

Caminaba sin rumbo cuando vio venir a su padre y a Shura... el ibérico traía el rostro angustiado y cuando se les acercó, su esposo simplemente cayó de rodillas llorando, abrazándolo...

-¿Dónde está Kanon? Por favor díganme que pasa... lo siento, sé que está mal...

-Está en el hospital... tiene un embarazo gemelar de dos meses pero su cuerpo no está bien y puede perderlos...

Krest lloraba y trataba de contener a Camus

-Hijo... él también puede morir... pero no vayas ahora, no sería prudente molestar a Saga...

- Yo quiero estar con él en estos momentos... él siempre estuvo para mí...

Y sin más corrió hacia el lugar donde se hallaban los gemelos.

El doctor lo frenó pidiéndole que se quedara observando desde afuera, porque Saga había pedido privacidad y respeto para estar con su esposo...

Lo que vio le rompió el corazón; el gemelo mayor sostenía en sus brazos a Kanon, quién lloraba aún en sueños y rogaba que salvaran a sus bebés...

Imposibilitado de entrar, no pudo más y fue a la capilla, donde comenzó a rezar, rogar por las vidas de esos bebés y la de su amigo...

Todo era tan injusto! Kanon estaba débil por haber dado su sangre para que Él sobreviviera y mientras él disfrutaba de su hijo, la persona que lo salvó de la muerte, Saga, ahora podía perder los suyos.

Lloraba de impotencia, se abrazaba a sí mismo como si pudiese sentir el dolor del gemelo... se levantó del banco donde se hallaba cuando su camisa se mojó con leche y supo que su retoño tenía hambre... esto lo hizo sentir aún peor...

Salió de allí y pasó nuevamente por la habitación.
Saga estaba en el pasillo, sus manos jalando sus cabellos en desesperación y caminaba de un lado a otro...

Camus se acercó en silencio y sin decir nada sólo lo abrazó, sintiendo cómo ese hombre parecía un niño desamparado, temblando de miedo...

-Lo lamento tanto, Saga... dime qué puedo hacer, en qué puedo ayudar... sólo dilo...

Camus sabía que sus palabras sonarían vacías en el gemelo pero él sentía que algo podía hacerse...

-Estaba tan feliz cuando me dio la noticia de su embarazo que nunca medí las consecuencias...

Tenemos la misma sangre, mismo código genético, idénticos en todo y por eso nuestros bebés están mal... no tienen esperanza de sobrevivir... estamos siendo castigados por nuestra unión prohibida...

Esas palabras destrozaron a Camus.

-Su amor no puede ser castigado y menos tomar vidas inocentes... busquemos especialistas Saga que nos den otra opinión, no te rindas por favor... puedo pasar a verlo?

-Claro, majestad... si deseara ver a alguien, seguro es usted...

Camus volvió a abrazarlo y entró despacio...

Kanon estaba dormido, lo mantenían sedado porque temían que hiciera un aborto espontáneo.

Tenía el rostro pálido, los ojos hinchados de llorar y ojeras profundas... se sentó a su lado y le tomó la mano, mientras que con la otra, le acariciaba al abdomen y le hablaba a los bebés.

-¿Saben una cosa? ustedes tienen que luchar por sobrevivir, por crecer fuertes para que su madre Kanon sea muy feliz...

Él es el ser más maravilloso que conozco y gracias a él estoy vivo y con un hermoso hijo que fue salvado por su papá Saga... ellos son personas que deben conocer y estar orgullosos de ser sus retoños... por favor... no se rindan...

-Gracias majestad... si ellos tan sólo pudieran escucharlo y hacerle caso...

Saga intentó una sonrisa entre las lágrimas...

-Aceptaré su ayuda, busquemos especialistas... no quiero perder a mis bebés y mucho menos a Kanon...

-Así será Saga...

Se acercó a Kanon y le dejó un beso en la mejilla

-No dejes de luchar por favor...

Enemigo íntimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora