40- Sorpresa!

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Shura traía a Kanon de la mano, venía sonriendo y al llegar adonde se encontraban Camus y Saga, se paró delante de ellos y formalmente habló:

-Hoy me siento el hombre más feliz del mundo! tengo a mi amado ángel unido a mi por la eternidad, hemos sido bendecidos con un hijo que pronto nacerá y he recibido el perdón y la amistad de Kanon... no puedo pedir más nada a la vida, pero sí a ustedes dos...

Los gemelos se miraron y fue Camus quien tomó la palabra entonces

-Mi amado amigo, he querido agradecerte de mil modos todo lo que has hecho por mi en tantos años de conocernos y sólo se me ocurre ésto...

He mandado a llamar a un clérigo para que bendiga en sagrado matrimonio tu unión con Saga; sé que nunca podrían hacerlo por su lazo sanguíneo pero este hombre tiene otra doctrina y aceptó unirlos legalmente ante sus leyes...

Kanon sintió que le temblaban las piernas... había deseado tanto unirse a su amado hermano, lo había pedido en silencio a quién lo escuchara y comprendiera y ahora, su más anhelado sueño podía ser real...

-¿En verdad se puede hacer, Camus?

Miró a Saga y en sus ojos vio que ya lo sabía, la sorpresa era para él... 

-Sí, Kanon... Shura y yo lo hicimos por ustedes... por cuanto los queremos y apreciamos...

El joven príncipe se vio envuelto en el más sentido y sincero abrazo, sintiendo latir muy fuerte el corazón de su amigo...

-Gracias, majestad! pero... cómo supo que era lo que yo tanto deseaba?

-¿Acaso tu no me presientes a mi? yo también te puedo leer, Kanon... eres transparente para mi, puedo ver a través de tu corazón...

Creo que el destino te puso en mi camino por una razón que desconozco pero que agradezco con todo mi ser...

-¿Vamos? el clérigo nos aguarda y el pueblo también...

Shura tomó a ambos gemelos del brazo y los llevó hasta el centro del pequeño altar que se había montado en el escenario mientras ellos hablaban...

Camus acomodaba el traje de gala de Kanon mientras Shura hacía lo propio con Saga...

-Me alegra ser testigo de tan grande amor... felicidades a ambos!

-Gracias alteza!

Dijo Saga, un poco nervioso 

El clérigo subió al altar y quedó estático al ver a los contrayentes, no sólo eran familia... eran gemelos idénticos!

Dejando su sorpresa de lado, el hombre se persignó, se paró frente a ambos jóvenes y comenzó la ceremonia.

-Aquí, bajo la mirada de mi Dios, el que ve y entiende todo, el que comprende que lo importante es el amor, que no pone trabas ni barreras cuando entiende que el sentimiento es puro... aquí, delante de los reyes y príncipes de España y Francia como testigos, yo procedo a unir a estas dos almas en sagrado matrimonio. Dirán sus votos ahora... Saga...

-Yo, Saga, te tomo por esposo a ti, Kanon y prometo... no, juro, vivir dedicado a ti, a hacerte feliz y estar contigo hasta el fin de los tiempos.

Shura se acercó y le entregó una alianza que ya estaba bendecida y Saga colocó en el dedo anular de Kanon.

-Con esta alianza, sello mi promesa de amor por ti!

Kanon sentía sus lágrimas rodar por sus mejillas, sobrepasado de emociones... él no tenía un discurso, lo habían sorprendido momentos antes...

Camus se acercó y le susurró algo al oído al tiempo que le entregaba la sortija para Saga.

-Yo, Kanon, te tomo por esposo a ti, Saga y prometo... yo no tengo una promesa escrita que dedicarte pero te diré lo que dicta mi corazón...

Has sido mi compañero, mi héroe, mi amigo, mi todo... mi complemento... no imagino mi vida si no es a tu lado y por eso, quiero que sepas que daré lo mejor de mí para que seas feliz, para que nunca te falte amor ni te sientas solo... juro amarte incluso más allá de la vida...

Poniendo la sortija en la mano de su igual, le sonrió y concluyó

-Con esta alianza, sello mi promesa de amor por ti! 

El clérigo aclaró su voz antes de hablar, porque nunca había sido testigo de un amor tan fuerte y se sentía agradecido de ser quién les diera la bendición en su unión.

-Ante los poderes que revisten mis creencias, los declaro esposos y que el hombre no separe lo que la divinidad ha unido... pueden besarse...

Saga sonrió y en lugar de besarlo, lo abrazó con todo su amor, conteniendo los sollozos de su ahora esposo, cuya felicidad no cabía en su cuerpo...

Cuando se separaron, se encontraron sus miradas y ahí sí, se besaron intensamente, sin importar que eran el centro de las miradas de todos.

Los reyes se acercaron a felicitarlos, Degel estaba tan feliz por sus amigos que había permitido que en Francia también fuesen testigos de esa unión, no sólo del matrimonio de su príncipe menor con el ibérico...

Francisco y Krest dieron toda clase de bendiciones a los recién casados y por último, Camus se acercó a esas dos personas tan especiales para él; primero saludó al gemelo mayor, quien lo recibió en sus brazos con todo cariño.

-Felicidades Saga! tu alegría es la mía!

-Gracias alteza! este regalo jamás podré dejar de agradecerlo...

-No tienes que hacerlo... sólo hazlo feliz y cuídalo mucho... sabes lo mucho que lo amo...

-Se lo juro alteza... tiene mi palabra...

Su sonrisa sincera alegraba a Camus...

Shura saludaba a Kanon, quién le agradecía por todo incluso por las increíbles alianzas que les habían regalado!

-Ya no sé qué decir para que sepa lo agradecido que estoy por todo esto...

-Digamos que es una retribución al regalo que me hiciste hace un rato... estamos a mano...

El gemelo sonrió tímidamente y tras una formal reverencia, fue donde estaba Camus.

 El príncipe al verlo, no dudó en volar a sus brazos para ser recibido con la más genuina sonrisa y un beso en la frente.

-Felicidades Kanon! Dios bendiga sus vidas para siempre... te quiero tanto...

-Gracias, alteza... Camus... yo también te quiero mucho y deseaba agradecerte tus palabras al momento del discurso, pero yo no podía repetir lo que escribiste para Shura, no era correcto...

-Está bien... de todos modos, tus palabras salieron de tu corazón y emocionaron hasta al magistrado!

Sólo deseo que seas feliz, que sean felices juntos y si fuese posible, que Dios los bendijera con un hijo...

-No creo que eso sea posible pero, mientras Saga esté a mi lado, sé que puedo ser feliz...

-Eso quería escuchar...

Ambos voltearon y vieron a Saga y Shura que se acercaban con copas para brindar... los cuatro hicieron un brindis silencioso pero luego, Kanon alzó su copa y dijo: 

-Salud... por el amor, la amistad y el compañerismo... por nosotros, nuestras nuevas vidas y por esa vida que llegará para colmarlos de felicidad...

Todos levantaron las copas y bebieron para sellar el deseo pedido... los festejos continuaron hasta muy altas horas de la madrugada, aunque las dos parejas de recién casados se habían retirado a sus respectivos aposentos para disfrutar de su noche de bodas.

La boda real terminó con una sorpresa para el gemelo menor... lo habían planeado tan bien que jamás sospechó nada...

Camus lo había dicho: él no podía ser feliz, si Kanon no lo era...

Enemigo íntimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora