[2] •Jimin, I miss u... || 윤민 (Yoonmin)

°009°

—Yoonie~ — llamó en un "ronroneo" cariñoso cerca de él.

—¿Qué pasa..? — suspiró.

Había estado todo el día junto al menor pasando tiempo de pareja antes de que tuviese que volver a encerrarse en ese estudio por el álbum que debía completarse y las prácticas que debían llevarse a cabo.

—Podemos... — bajó su mirada mientras balanceaba sus piernas con un tierno nerviosismo. Estaba sentado sobre la mesa que se hallaba en el centro de la cocina.

—¿Podemos, qué?

—Amor~ — extendió su mano pidiendo que la tomara y se acercara a él de una vez.

Lo hizo, tomó su mano sabiendo las intenciones del menor. Sólo quería saber hasta que punto llegaba su vergüenza para pedirlo. Cada vez que lo intentaba sus nervios lo delataban y fallaba por su culpa, siempre lo bromeaba y eso lo colapsaba de cierto modo, ya que Park Jimin muy pocas veces lograba pedir que le hiciera el amor mientras que él solo trataba de que la petición de su pequeño funcionara. Tal vez no al cien por ciento, pero su Jiminie hacía el intento.

—Sabes que los demás no están en casa hoy... — jugó con el borde de su playera haciendo figuritas invisibles en su pecho sin mirarlo a los ojos.

—Eso lo sé ¿quieres ver una película o salir a dar un paseo? — preguntó, fingiendo confusión al respecto.

Jimin lo miró sin saber que más decir al ver como se apartaba de él.

—Yo... — el mayor bebió de su gaseosa con normalidad. Jimin sólo hizo un puchero al fijarse que no tenía su atención. Bajó la mirada y apoyó ambas manos a sus costados frustrado — ¿Podemos... hacer... otra cosa?

—¿Qué quieres hacer? — lo miró, fingiendo no saber lo que Jimin realmente deseaba pedir.

—Quiero que... — se detuvo. Miró a Yoongi y sin más bajó de la mesa acercándose a él y enlazando su mano, atrayendolo una vez más hacia su cuerpo y subiendo con su ayuda a la mesa de la cocina. Pasó sus brazos por alrededor del cuello de su novio observándolo fijamente por unos segundos para luego apoyar su frente en su hombro — Quiero que... hagamos... el... amor... — sus mejillas involuntariamente se tornaron en un fuerte carmesí ante la vergüenza. Usualmente pasaba naturalmente entre ellos, sin pedirlo ni mucho menos al sentirlo y dejarse llevar por los momentos, pero cuando Jimin realmente necesitaba y quería que Yoongi lo hiciera suyo se apenaba tanto...

El mayor soltó una risa llena de ternura al oírlo. Al fin. Se había tardado más de lo normal en hacer tal petición.

Jimin era único.

Sin más, el menor esperó una respuesta expectante o tal vez una acción rápida de su novio al decirlo, pero sólo se llevó con su sonrisa y el cómo se había apartado de él nuevamente para beber de su gaseosa con calma sin dejar de mirarlo, haciéndolo sentir cohibido.

—¿No te avergüenza el pedírmelo? apesar de ser novios — preguntó con una ceja arqueada, bromeando con él y sus nervios.

—Yoongi~ — volvió a quejarse, está vez cabizbajo — Sabes lo apenado que me siento cada vez que... lo pido... — su rostro estaba totalmente rojo — De todos modos, no debes mirarme... así — señaló su rostro para luego bajar la mirada una vez más.

—¿Así cómo? — se acercó definitivamente a él con su intensa mirada y natural tono de voz grave que lo provocaba.

Sujetó ambas mejillas del menor con delicadeza, acariciando las mismas con sus pulgares...

—Sabes que no debes avergonzarte ni apenarte al pedirlo. Llevamos tres años juntos, Jimin. No es nada nuevo para nosotros, somos novios...

—Lo sé, es sólo que... es inevitable... — enrolló sus piernas en el torso del mayor — Lo siento...

Quedó confuso ante su repentina inseguridad. Hace más de dos años que Park Jimin no se disculpaba por pedirle que lo hiciera suyo, pero ahora...

Besó sus labios con delicadeza, tratando de transmitir que todo estaba bien.

... no comprendía lo que ocurría con él...

Sólo se dignó a posar sus manos en la cintura del pelirrubio, ayudando a bajarlo de la mesa para luego continuar con sus besos y encaminarlo hacia la habitación.

Por muy extraño que fuese todo esto de la inseguridad, cumpliría sus caprichos. Jimin lo necesitaba y era más importante prestarle atención, estar junto a él y hacerle saber que no hay nada malo en pedir y tomar iniciativa de vez en cuando.