[2] •Jimin, I miss u... || 윤민 (Yoonmin)

°099°

Los días juntos habían sido dejado atrás hace unas semanas debido a que Park Jimin estaba ocupado componiendo una nueva canción antes de que el año acabara. Apesar de vivir en el mismo lugar, estar en la misma Agencia y compartir con las mismas personas, no se veían constantemente al estar sumergidos en lo que el deber pedía. Sin lugar a duda, el tiempo no era el mejor de todos para ellos. Sobre todo para Yoongi, quien ahora comprendía lo que su lindo y amado Jimin sentía cuando lo dejaba a solas por días enteros al estar en su mundo de composición y es que, aunque fuese una simple y última semana para que su novio acabara con los ajustes y detalles de su canción, ya lo extrañaba. Park Jimin ni siquiera lo miraba cuando trataba de llamar su atención o hacer el intento de hablar con él al menos por unos segundos.

Sólo deseaba abrazarlo y pedirle que por favor no se involucrara lo suficiente en la música como él lo hacía, aún más, necesitaba pedir las respectivas disculpas por los años de soledad que le dejó a su querido Jiminie.

Continúo con la mirada en su teléfono dentro de la habitación, donde se hallaba descansando por unos minutos debido a que el CEO les había dado unos días de descanso.

La puerta se abrió sobresaltandolo. Giró para ver quien había osado a entrar sin antes golpear o llamar su nombre.

—Yoongi-hyung... — todo su mundo se detuvo, las ideas momentáneas y pensamientos dejaron su cabeza centrando toda su atención en la persona frente a sus ojos.

—Jiminie — el menor hizo puchero y se acercó a él rápidamente, envolviendo sus brazos en el torso de su novio, escondiendo su rostro en el cuello del mismo. Ambos cerraron sus ojos y aspiraron el olor de sus perfumes que aún estaba impregnado en ellos — Lo lamento tanto...

—¿Por qué de repente te disculpas, hyung?

—Todos estos años soportaste días enteros en los que yo pasaba dentro de ese estudio componiendo sin preocuparme por lo que sentías al dejarte solo. Soportaste mi malhumor y bloqueos que repentinamente tenía cuando estabas en casa... Lo siento, ahora lo entiendo todo, no debí... — Jimin besó sus labios cortamente, callando sus palabras.

—Sólo hacías tu trabajo y lo comprendo, no tienes que lamentarlo, amor — sólo asintió, volviendo a unir sus labios con los de su precioso novio una vez más, luego de largos y agotadores días.

Jimin sonrió levemente, para luego soltar un suspiro y lanzarse en la cama complacido de al fin tener un día de descanso junto a Yoongi. Palmeo su lado, esperando que el mayor accediera a recostarse con él por unos minutos, cosa que Min Yoongi no pudo negar ni oponerse, porque quería tenerlo entre sus brazos. Obedeció y accedió a la petición de su novio y se recostó a su lado, abrazándolo con fuerzas, sin querer soltarlo o dejarlo ir ni un segundo más.

—Si tienes mucho sueño, tan sólo puedes dormir — habló hacia Jimin, quién se aferraba a él como si su vida dependiera de estar entre sus brazos.

—Quiero estar así contigo por más tiempo — susurró. Su voz era apenas audible debido a su notable agotamiento.

—Lo harás, estaremos juntos mañana, pasado mañana, después de pasado mañana y...

—Lo sé, pero perdimos mucho tiempo en el que podríamos haber estado juntos... — interrumpió sus palabras entristecido — ¿No quieres estar conmigo, hyung?

—Solo digo que lo mejor es descansar para que puedas estar en perfectas condiciones mañana, bebé — besó su frente — Me preocupó por ti, has estado sobre esforzándote, necesitas recuperar tus horas de sueño y estar saludable para mí

—Está bien... — respondió con un puchero en sus labios — Quédate aquí conmigo entonces... Promete que no te irás...

—¿Irme?

—Si, quiero asegurarme de que estarás a mi lado cuando me duerma — Yoongi sonrió al oírlo. Jimin seguía con el miedo de que en un punto de su vida se iría nuevamente.

—Sabes que siempre estaré a tu lado — susurró. Jimin se quedó en silencio, dando a entender que esa era la respuesta de Yoongi a su petición.

Solo se dejó llevar por las caricias que su hyung ejercía en el cabello. Su cuerpo se sentía cansado y pesado, no obstante, el tener a Yoongi con él, le hacía sentirse feliz y realizado.

Sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, de sus labios ya no salían más que simples balbuceos.

—Sólo duerme — susurró, logrando que el agarre en su torso se debilitara, su respiración se volviese pausada y los ojos de su chico se cerraran completamente, haciéndolo sentir más aliviado de que al fin descansaba.

Se quedó a un lado de él, admirando su rostro dormido plácidamente entre sus brazos. Acarició un poco más su cabello y partes de su rostro, dejó un corto beso en la comisura de sus labios para luego sonreír.

Los golpeteos en la puerta se hicieron presente...

—¿Quién?

—Soy yo, hyung — la voz de Namjoon se hizo presente — Tengo algo que entregarte ¿puedo pasar? — Yoongi se levantó del lado del menor en busca de una manta.

—Si, entra — dicho eso la puerta se abrió. El mayor cubrió a Jimin con el fin de que estuviese calientito y no pescara un resfriado.

—Veo que se durmió...

—Si, ha estado muy cansado y desanimado — hizo un mohín — ¿Qué es lo que necesitas entregar?

—¿Lo olvidaste?

—¿Eh? — juntó sus cejas confuso.

—Ya lo veía venir, siempre olvidas todo cuando estás ocupado, hyung — metió la mano a su bolsillo y sacó lo que Yoongi había estado ansiando por días.

—Oh, maldición, lo había olvidado. Lo siento.

—Mientras no olvides lo que debes hacer el día de mañana, todo está bien.

—Si, gracias, Namjoon — miró el objeto en sus manos — Siempre me ayudas, no se que haría si no estuvieras aquí para mí.

—Sólo has a Jimin feliz, es todo lo que necesitas — sonrió — Debo irme, disfrutaré mis días de descanso.

—Está bien — dicho eso, Namjoon salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

Yoongi miró lo que portaba entre sus manos y sonrió ampliamente.

Jamás pensó que Park Jimin podría romper las barreras de su corazón logrando que le entregara su completo amor.

En unas horas más todo estaría bien... Solo esperaba que saliera como lo había planeado.