[2] •Jimin, I miss u... || 윤민 (Yoonmin)

°068°

Luego de todo el incidente del día de ayer, Yoongi había avisado al manager sobre aquel problema y Jimin tenía prohibido salir solo del hotel hasta llegar a Seúl, por lo que el menor se hallaba sentado frente al espejo, pronto sería el concierto y las estilistas hacían lo suyo preparándolo para este.

—Mañana es tu cumpleaños, Jiminie — Hoseok recordó con una sonrisa

—Ya estás grande, pequeño Jimin — Jungkook se burló. Jimin rodó sus ojos por las palabras del menor del grupo, siempre se burlaba de él por lo mismo: su estatura. 

Por el reflejo del espejo vio a Yeol pasar y dedicarle una mirada para luego sonreír ladino. Se tensó ante su presencia, ese hombre estuvo a nada de abusar de él ¿cómo rayos podría confiar en la gente ahora? ¿por qué no lo sacaban de ahí de una vez? Estaba harto, quería que ese hombre desapareciera de su vista, quería estar tranquilo y no ser acosado, quería que por una vez en la vida las personas no lo vieran como un muñeco o una marioneta. Aunque todos lo quisieran lejos, no podían sacarlo del grupo de los bailarines debido a que aún tenían que irse a Corea.

Suspiró frustrado. Yeol le recordaba tanto esos tiempo de su primera relación, por lo que no evitó pensar en cada nota escrita y enviada por Jae, siempre las recordaba y lo detesto tanto. Se suponía que había dejado todo atrás, que eso era parte del tormento de su pasado. Su mirada inmediatamente se dirigió hacia Yoongi, quien hablaba con el personal. Él era el único que aprendió a amarlo y valorarlo como debía ser, el único hombre con quién quería estar día y noche una y otra vez, el único con quién volvería a tener una relación, porque tenerlo cerca era lo que lo animaba a seguir, lo que le daba fuerza a continuar por este camino lleno de obstáculos, aunque ahora fuesen sólo amigos, lo necesitaba tanto.

—¿Qué quieres para tu cumpleaños? — salió de sus pensamientos ante la pregunta de Namjoon.

—No hay nada en específico — respondió — Lo que ustedes quieran regalar está bien...

—Debe haber algo que necesites — Jin levantó la vista de su teléfono.

—Te lo regalaremos, sólo dinos

—De verdad, no tienen por qué hacer todo ésto, estoy bien — aclaró — De todos modo, si hay algo que necesite o desee, jamás podrían comprarlo ni conseguirlo, porque el dinero no es suficiente para hacerlo... — la estilista acabó con él, por lo que se levantó y salió directo al baño.

Cinco de los chicos se miraron con un mohín y expresión de resignación, si Jimin decía que no había nada sólo debían comprar algo que creyeran que le fascinaría. Yoongi lo siguió con la mirada hasta verlo desaparecer por la puerta, viendo al mismo tiempo cómo detrás de él salía el bailarín. Se levantó del sofá en completo silencio y caminó hasta el baño en busca de Jimin, esperando que ese idiota no le hiciera nada malo otra vez, lo que menos quería era tener una nueva pelea con ese sujeto antes de su concierto.

Llegando al baño se apoyó en el marco de la puerta con sus brazos cruzados viendo como Yeol simular lavar sus manos a un sólo lava manos de distancia de Jimin.

—¿Cómo estás? — preguntó de imprevisto, logrando que el menor brincara del susto. Lo miró por un segundo para luego apartar ésta, ignorándolo completamente — Jimin — dio un paso a él y Jimin retrocedió dos pasos — Vamos, sólo quiero que nos llevemos bien

—No caeré en lo mismo de nuevo, Yeol.

—Eres un exagerado, no hice nada que no quisieras — soltó una leve risa con gracia, como si todo lo que hubiese pasado fuese divertido y fácil de olvidar.

—Eres un idiota — frunció el entrecejo — Abusas de mi confianza y de mi persona, Yeol, creí que éramos amigos.

—Lo somos, es por eso que lo siento ¿si?

—No necesito tus disculpas, porque nada me hará cambiar de parecer. Lo que dices son simples palabras para mí — dijo con firmeza — No finjas que realmente lo sientes y que quieres ser mi amigo, porque ambos sabemos perfectamente lo que quieres de mí, pero no seré un juego. Ya lo fui hace mucho tiempo atrás y no pasará. — pasó por su lado. No obstante, sujetó su brazo y Jimin palideció al recordar a Jae en esa persona.

—De acuerdo, creo que tienes razón — soltó una risa — Jamás quise tu amistad, sólo quería acercarme al chico con el mejor cuerpo para satisfacerme con él — Yoongi tensó su mandíbula, resistiendo a no golpearlo una vez más sólo porque saldrían a dar su concierto en unos minutos — Quiero que sepas una cosa...

—Jimin, debemos irnos — Yoongi entró en escena ya harto de oírlo y ser tan intimidante contra Jimin. Se acercó al menor y soltó el brazo izquierdo del pelirrubio que estaba sujeto por el bailarín, el pelirrubio caminó unos pasos por delante saliendo antes del baño. Sin embargo, el brazo de Yoongi fue sujeto.

—Te arruinare, juro que lo haré — el mayor sonrió burlonamente hacia él y soltó su brazo.

—Haz lo que quieras — salió de ahí con normalidad, dándole su fría respuesta.

Realmente no le interesaba lo que hiciera, no lo intimidaría con su inmadurez, más bien esperaría para saber lo que ocurría.

Jimin lo esperó a una distancia realmente prudente del baño y lo miró asegurándose de que nada malo le había pasado. Yoongi juntó sus cejas preocupado al verlo con su mirada atenta en su brazo, sintiendo aún la presión que Yeol puso sobre éste, todo su cuerpo temblaba y sus ojos querían liberar lágrimas. Yoongi lo supo, por lo que corto un poco la distancia que existía entre ellos y tomó su mano con delicadeza.

—Todo está bien — besó su mano tratando de calmar su temblor. Enlazó sus dedos y caminó con un Jimin más calmado devuelta al camerino.

Con tan solo sostener sus manos, los dolores y preocupaciones se reducían instantáneamente, sintiéndose más relajados.