Estaba en el sofá de la suite leyendo un libro, relajado sin perturbaciones de sus amigos, sólo se hallaba Yoongi en su computadora concentrado en lo que hacía. Apartó la mirada del libro y la dirigió hacia el mayor. Estuvo dispuesto a hablarle pero prefirió no hacerlo.
Se levantó del sofá y acercó a la nevera, sacando de ésta una gaseosa. La miró por unos segundos entre sus manos, tomando la decisión de sacar una segunda con una sonrisa. Cerró éste y caminó hacia donde Yoongi se hallaba desconectado de su entorno. Dejó la gaseosa a un lado de él y dio la vuelta abriendo la lata entre sus manos, bebiendola para así mismo volver a sentarse en el sofá con su libro en mano.
Era un día tranquilo, donde realmente le agradaba estar relajado y calmado. El hecho de tener a Yoongi en la misma habitación lo hacía mucho mejor. No obstante, los roces de sus labios junto al de sus manos enlazadas volvieron a hacer sonido en su cabeza. Tragó fuerte al beber, tosiendo al ahogarse con su gaseosa debido a las imágenes de su mente, sin percatarse –luego de unos segundos– que Yoongi estaba a su lado dando leves palmadas y caricias a su espalda para que dejara su tos.
Al lograr recuperar su respiración y dejar la tos de lado, una que otra lágrima resbaló por aquel suceso.
—¿Estás mejor? — siguió con sus caricias en la espalda.
—Estoy bien, hyung. Gracias... — carraspeó al tener la voz ronca — Puede seguir con lo suyo — sonrió ligeramente, sin querer ser una molestia en su trabajo.
—Ya tuve mucho de eso — estiró sus músculos al recuperar la compostura. Tomó entre sus manos la lata de gaseosa que Jimin anteriormente había dejado en su escritorio y la bebió, sentándose está vez en la cama.
El silencio reinó en la habitación y sólo los refrescantes suspiros al beber sus bebidas se oían. Se miraron al acabarla al mismo tiempo y soltaron una risita. El mayor tomó la lata de gaseosa de Jimin y caminó hasta el basurero, desechando el suyo y el del menor.
—Por cierto — habló finalmente — Tengo algo para ti — confesó — Ayer olvidé entregarlo — se acercó al abrigo y de este sacó un obsequió rectangular pequeño. Miró éste por unos segundos y volteó hacia Jimin, caminado en dirección al sofá donde el menor estaba.
Se sentó a su lado entregando el obsequio. Jimin se acomodó en su lugar dejando el libro entre sus piernas y recibiendo éste con una gran sonrisa y cosquilleo en su estómago ante los nervios.
Lo abrió tratando de no parecer nervioso, pero lo estaba y mucho, era un regalo de Yoongi no de cualquier persona y la ansiedad se mezclaba con su nerviosismo. Al sacar la envoltura, sostuvo la caja rectangular entre sus manos. Emocionado la abrió, hallándose con una cadena de oro que portaba un dije del árbol de la vida, sonrió ante éste y lo sacó.
—¿Te gusta?
—Si... — sonrió al tenerlo entre sus manos
—Cuando lo compré, la mujer dijo que representa la escencia de la existencia, transmite fuerza y positividad — Jimin lo miró queriendo oír más de ello — Es el ciclo de la vida — agregó, se acercó un poco más al menor para alcanzar el colgante con su dije, Jimin lo entregó — El nacimiento, se representa por las extensas raíces — deslizó su dedo por las raíces del dije — La vida, se representa por el tronco que crece en dirección al cielo — deslizó por la parte mencionada — Y las ramas representan los cruces de caminos que nos encontramos por el paso de nuestras vidas. Esos que nos obligan a tomar constantes decisiones — explicó — Tiene que ver con el desarrollo personal y el progreso — Jimin miró el dije de una forma especial, almacenando el significado de lo que Yoongi había dado en su cabeza — Pensé en ti al comprarlo — confesó — Y este significado quedará entre nosotros.
—Gracias — su mano rozó los dedos del mayor al haberla alzado hacia la cadena. Yoongi acercó su mano a la del pelirrubio con delicadeza, causándole escalofríos. Jimin alzó la mirada al igual que Yoongi lo hizo, sus rostros estaban a centímetros, desde esa distancia, Yoongi pudo notar los destellos de Jimin, esos que se habían perdido con el tiempo separados. Sus ojos brillaban tanto que sintió perderse en ellos como normalmente lo hacía mientras la mano libre del pelirrubio se dirigió a la mejilla del mayor acariciándola, Yoongi dejó un beso en está dejándose llevar por las caricias.
Fue entonces, donde la distancia no existió y sus labios se unieron siendo uno. El acceso a esos belfos gruesos y rosados que tanto había ansiado besar fue concebido de inmediato, esos que tanto había extrañado de su pelirrubio.
Lo besó con total delicadeza, como si de una valiosa gema se tratara, acariciando con su lengua su boca una vez más. Sus ojos se cerraron y su mano se escabulló hacia el torso de Yoongi, presionando la camiseta del mismo mientras éste tenía su mano ahora en su mejilla.
La cadena quedó entre los dedos de Jimin, quien de inmediato buscó la mano libre de Yoongi para enlazarla. Quería tener todo el contacto posible con él una vez más, lo quería y lo ansiaba. No obstante, Yoongi se apartó unos centímetros de sus labios y lo observó detenidamente, con su mano derecha arregló el flequillo del rubio cabello bajando hacia sus suaves mejillas. Jimin sonrió ante su lindo gesto para luego ocultar su rostro en el hombro del mayor con sus manos aún enlazadas.
—Supongo que es algo tarde para desear un “Feliz cumpleaños”
—Nunca es tarde si se trata de ti, hyung — respondió con honestidad. Yoongi sólo besó su cabellera al oírlo.
Sin duda, el deseo de cumpleaños de Jimin se había hecho realidad, el tenerlo junto a él y besarlo una vez más, lo era todo.
ESTÁS LEYENDO
[2] •Jimin, I miss u... || 윤민 (Yoonmin)
Fanfic[CORREGIDO] •||Luego de cumplir tres años de relación, Yoongi y Jimin se hallan más que inmersos en su amor, sin embargo, existen dificultades que sin previo aviso harán comprender que tan fuerte es lo que han tratado de mantener por años, las esper...