[2] •Jimin, I miss u... || 윤민 (Yoonmin)

°014°

Sonrió ampliamente, dejando ver sus encías, mientras observaba a su chico preparar palomitas de maíz luego de haber vuelto de cenar y pasear juntos.

—¿Por qué te esfuerzas tanto? — preguntó con ambos codos apoyados en la mesa y sus dedos enlazados siguiendo cada acción de Jimin.

—Porque debo hacerlo...

—No debes, Jimin. Sólo es un día más

—No lo es. Usted me enseñó a que debo hacer todo lo que mi corazón indique cada vez que estamos juntos, hyung — comentó — Trato de agradecer y devolver todo el amor que me ha dado...

—No es necesario devolver algo que mutuamente nos demostramos.

—Eso es cierto — soltó una risa —, pero es un día muy importante...

—No lo es...

—Tu cumpleaños siempre será importante para mí, amor — habló con dulzura.

—¿Por qué? — sonrió — ¿Por qué haces todo esto por mí?

—La respuesta es fácil — lo miró — Es el día en que naciste, hyung, si no lo hubieras hecho, no estarías aquí conmigo...

—¿Cómo puedes ser tan cursi?

—También lo eres a veces, hyung — se quejó. Vertió las palomitas de maíz en un bolo.

—Ese no es el punto — soltó una risa — Mamá me llamó — relamió sus labios — Ella dijo que eres un gran chico, te describió como un ángel — rió —, dice que no eres de este mundo. Creo que te adora más que antes...

—Sobre eso... — se encogió de hombros — Quizás fue... porque la llamé antes — comentó — Le agradecí el hecho de que existieras — mordió su labio inferior con vergüenza.

—¿Hiciste eso? — asintió. Yoongi soltó sus carcajadas mientras Jimin se mantuvo cabizbajo.

—Te dije que un día le agradecería, Yoonie — hizo un puchero — Sin tus padres no estarías aquí... Así que creí que sería buena idea agradecer su existencia y la tuya...

Yoongi suspiró sonoramente con felicidad.

—En verdad te amo — Jimin tomó el bolo con palomitas de maíz y caminó hacia la sala de estar.

—Y yo te amo a ti — volteó extendiendo sus fruncidos labios, los cuales Yoongi no se negó a besar.

El mayor se sentó en el sofá, para luego tener a Jimin cómodo en su regazo listos para ver una película y luego ir a dormir.

—Fue muy lindo... — sus lágrimas caían —, pero... no tenía que morir...

No dijo nada, sólo acarició su espalda con delicadeza mientras lo abrazaba tratando de consolarlo y reconfortarlo.

Siempre ocurría lo mismo cada que veían películas con temática romántica que resultaban ser con un final triste, la diferencia era que está vez había sido justo en su cumpleaños.