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Se hallaban en el hotel y en sus respectivas habitación descansando para volver a Seúl el día de mañana

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Se hallaban en el hotel y en sus respectivas habitación descansando para volver a Seúl el día de mañana. Sin embargo, dos personas estaban fuera de la cama sin poder conciliar el sueño luego de un día difícil.

Yoongi estaba apoyado en la baranda de la azotea con el colgante de Jimin entre sus manos, donde el nombre del menor estaba grabado en la mitad del corazón. Suspiró con frustración y cansancio mientras que del otro lado de la puerta de la azotea Jimin se hallaba de pie frente sin querer abrir la puerta para encontrarse con quién sabía que estaba del otro lado.

Sin mas, la abrió, encontrándose con la silueta de Yoongi. Sabía que estaría a ahí y de todos modos decidió entrar, en silencio. Al fin y al cabo la azotea pertenecía a todos y podía ir a... pensar al menos.

Caminó a la baranda, quedando en distancia con Yoongi, observando la ciudad desde las alturas, rogando e implorando no comenzar una conversación y llorar con él.

Se mantuvieron en silencio por varios minutos, donde Yoongi colocó su colgante en el cuello y soltó un suspiro.

—Supe que volvió... — Jimin cerró sus ojos por unos segundos, para luego abrirlos y bajar la mirada en completo silencio — ¿Le darás una nueva oportunidad? — sus ojos estaban cristalinos otra vez — Jimin, no sabes aún todo lo que he hecho... — habló — Aún no sabes todo lo que me he esforzado para llevar nuestra relación por un buen camino — confesó — Tomé malas decisiones al acabar contigo, pero sólo pensé en protegerte...

—No deberías decir esto ahora...

—Si no lo hago ahora ¿cuándo? — está vez lo miró — Nunca lo sabrás y seguiremos haciéndonos daño — respondió — Sólo dime... ¿le darás una oportunidad?

—Yoongi... — se quedó en silencio — Si le doy una oportunidad a Jae, no debería ser relevante ¿verdad? — murmuró — No somos nada más que compañeros de trabajo — dijo firme — Me he arrastrado como un idiota hacia ti todo este tiempo... — habló abrumado — Nunca debimos besarnos aquel día y no debí aceptar tu colgante e ilusionarme con un "nosotros" que no volvería a existir.

—Sabes que eres el único para mí y que pensaría mil veces antes de dar algo que es importante para ambos, aunque sólo sea un objeto — su rostro estaba serio y firme — Eres importante y mi mayor prioridad. Te amo tanto como para hacer todo lo que este a mi alcance para recuperarte, Jiminie. Debes créerme...

—Te he creído demasiado... — soltó sus palabras — Lamento ser tan idiota y cegarme en mi amor por ti — murmuró — No quiero seguir así, Yoongi. Esto duele y lastima mucho. Nosotros acabamos, se supone que no debería... — derramó sus lágrimas, deteniendo sus palabras — Maldición. Tengo que dejar que sigas con tu vida, debo recuperarme de todo lo que ha pasado...

—Adora y yo no estamos juntos si es lo que te preocupa...

—Yoongi, por favor — sorbió su nariz — Te conozco y sé que sientes algo por ella. La forma en que la miras, en que logras compartir tus ideas y crear música, la forma en que sonríes y... conectas con ella cada vez que están juntos. Solo... no quiero ser tú impedimento — su voz se quebró — Simplemente... cerraré mis ojos y no te veré más — pronunció esas palabras lleno de dolor y angustia — Debes ser feliz, debo dejarte ir aunque duela ver como te entregas a otra persona. Me esforzaré en sacarte de mi mente y... corazón.

—No quiero que lo hagas... — Yoongi dejó caer sus lágrimas una vez más.

—¿No lo entiendes? — trago fuerte al percatarse que lloraba — No quiero más de esto, estoy cansado — lloró de tal manera que transmitía toda su aflicción — No seguiré más, me detendré. Di lo último, todo lo que podía y... no supimos cuidarlo... — sorbió su nariz una vez más por las lágrimas — Si llegas a estar con ella, Yoongi, lo aceptaré y trataré de estar para ti como un buen compañero lo haría, pero nosotros ya no podemos... — sus lágrimas caían como si de un torrencial se tratara — Me temo que nuestra relación no funcionará otra vez, Yoongi... — dijo — Adora es una chica, yo no lo soy. La sociedad jamás nos aceptará y no quiero retenerte tanto tiempo, no quiero que el día de mañana quieras formar una familia y no pueda dártela, no quiero que vivas infeliz y atado a mí por años... — dijo — No quiero que nos lastimen con sus comentarios ofensivos, no quiero que las personas pasen a llevar tus sentimientos y que yo sea la razón por la cual odien a todo el grupo... — sollozó — Te amo, Yoongi. Te amo tanto, pero no puedo continuar... — el mayor lloró aún más al oírlo — Puedes ser todo lo que has deseado y soñado, puedes vivir y disfrutar tu vida con quién corresponde, puedes abrazar, besar y hacerle el amor a tu persona indicada, una hermosa chica que te ame y cuide tanto como yo pude hacerlo... — dijo — Debes amar y extrañar a la persona correcta...

—¿Te rendiras fácilmente? — tomó sus manos, tratando de suplicar que no lo hiciera con su mirada y lágrimas adornando sus ojos y mejillas.

—No fácilmente — sonrió levemente pese a sus lágrimas — Lo he dado todo y simplemente no puedo dar más de lo que ya di. Honestamente, no debería cansarnos el amar ni el dar la vida por lo que construimos, pero lo estamos... — posó su mano en la mejilla del mayor, quien cerró sus ojos al sentirla — Quiero que vayas por esa persona y la ames — limpió sus lágrimas con sus pulgares — Así que, sí, lo haré, Yoongi, me rendiré aquí mismo... — sacó sus manos de las mejillas del mayor, quién lo miró aterrado — Doy un paso atrás... — retrocedió — Lo siento, pero debo dejarte ir... — dijo — Seré el primero en bajar... — sacó su colgante y lo entregó. Yoongi miró este y luego al menor negando, sin querer recibirlo.

—No tiene que ser así...

—Quiero que sepas que eres un hombre asombroso... — tomó la mano de Yoongi y dejó el colgante en estas, cerrando su mano en un puño — Buena suerte... — dio media vuelta y se fue sin mirar atrás. Yoongi como nunca soltó sus lágrimas al ver que era definitivamente su final.

Jimin por su lado rompió en llanto al cruzar la puerta, cerrando esta detrás de él.

Yoongi se sentó en el piso de la azotea. Lo había perdido, definitivamente lo había hecho, Jimin se había ido de su vida.

Era un día tan triste que hasta el cielo lo supo, la lluvia comenzó a caer sobre él, pero no le importó y sin más se echó a llorar de tal manera que sacaba todo eso que le asfixiaba, todo lo que condenaba a su garganta.

Cada escena de ellos llegó a su cabeza, cada roce, cada beso, cada abrazo, sus días felices y coloridos, días que quería volver a revivir, días que quería tener otra vez junto a Jimin.

Nadie les había dicho que el amor no siempre era colorido, nadie les había advertido que dolía como el infierno dejar ir a quien consideras el amor de tu vida.

[2] •Jimin, I miss u... || 윤민 (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora