[2] •Jimin, I miss u... || 윤민 (Yoonmin)

°041°

—¡Jungkook, no lo hagas! — alzó la voz entre carcajadas — ¡No! — se carcajeo otra vez.

Jungkook había estado molestandolo y jugando con él hace varios minutos, por lo que ahora luchaba para ser liberado de las cosquillas de Jeon Jungkook, donde sus risas se escuchaban por todo el salón de prácticas mientras sus amigos platicaban con el personal sobre un próximo concierto.

Sujetó las manos de Jungkook con una sonrisa, las sacó para luego subirse a su espalda y tratar de derribarlo. Parecían dos niños jugando en medio del trabajo de sus "padres" tratando de divertirse sin prestar atención al resto.

Lo bueno era que Jimin había seguido el consejo de Jin y se había involucrado más con sus alrededores. Ahora saludaba a los bailarines y platicaba con ellos, se divertía con sus amigos, salía de compras y paseaba con diferentes personas. Había dejado de prestarle atención a Yoongi durante toda la semana, bueno, no del todo, habían veces en que lo observaba, pero era una vez dentro de todo un largo día, cosa que para él era un gran, gran avance.

Sin embargo, lo que Jimin no sabía era que... el plan de Jin está vez era ese, que Jimin no prestara atención en Yoongi como solía hacerlo, que dejara de pensar por un segundo en lo que Min Yoongi hacia al estar lejos de él, que dejara de sentirse tan abrumado por su ruptura y mágicamente lo estaba consiguiendo, porque desde hace una semana, desde el momento en que Jin quitó el teléfono de Jimin y el mensaje respuesta llegó de parte de Yoongi había logrado platicar con Min, razonar y cambiar por completo su plan, aún más luego de haber platicado con Namjoon sobre lo que ocurría y claramente saber más a fondo lo que pasaba por la cabeza del mismísimo Min Yoongi. Aunque aún tuviera sus dudas sobre lo que tramaba ese chico, esto era diferente y de cierta manera comenzaba a ayudar a Jimin.

—Jimin, ten esto — uno de los bailarines lanzó una botella con agua.

—Gracias — sonrió, dejando su juego con Jungkook para descansar y beber agua con el menor a su lado.

Ese día, por primera vez hubo un Jimin completamente risueño y un Yoongi que se dedicó a darle miradas mientras sonreía levemente y escribía en su teléfono en el fondo del salón.