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Desde aquel entonces en que la noticia de Jae en Seúl llegó a él, había visto a Jimin salir de la Agencia y subir a su auto, pasear juntos, reír y dedicarse sonrisa que sólo dolían en su interior

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Desde aquel entonces en que la noticia de Jae en Seúl llegó a él, había visto a Jimin salir de la Agencia y subir a su auto, pasear juntos, reír y dedicarse sonrisa que sólo dolían en su interior...

Detestaba la idea de que quisieran arrebatarle a Jimin de su vida.

“...Aún no te das cuenta que todo lo que haces me aleja cada vez más de tu vida...”

Pero él ya lo había hecho, ya lo había alejado lo suficiente como para molestarse. Jimin estaba siendo feliz con su ex novio rehabilitado, Jimin volvía a los brazos de Jae, del chico que una vez lo lastimó, de aquel hombre que lo hizo sufrir y llorar por días enteros. Jimin caía una vez más en su juego o tal vez... ya no era un juego como creía. El chico se veía mejor, mucho más alegre de lo que recordaba a decir verdad, lo trataba bien y le daba todo lo que quizás él no pudo: nuevos sentimientos.

Derramó sus lágrimas una vez más ¿Y si salía con él? ¿si levantaba la denuncia para darle una oportunidad? ¿qué haría? ¿dónde quedaría su amor?

Lo único que sabía, gracias a su mánager, era que Jimin había hablado con la Agencia respecto a Jae y las cosas parecían ir bien, ya que aquel sujeto no tenía miedo alguno de recogerlo en su vehiculo cada día...

Y todo lo que veía desde una distancia día tras día se sentía real, como si fuesen una pareja feliz, como si quisieran revivir momentos que no pudieron pasar juntos pero que ahora lo hacían. Sin embargo, en casa, todos estaban preocupados por ambos, tanto Yoongi como Jimin no se veían bien. El menor estaba más delgado al igual que Yoongi; ninguno pasaba una buena etapa de su vida y no les agradaba lo que vivían.

Yoongi no había llegado a casa hace días y Jimin se veía desanimado por ello apesar de que saliera con Jae todos los días, Jimin se frustraba; No quería admitirlo, pero los primeros pensamientos que invadía su mente eran: Adora y el departamento que tal vez compartían. Los había visto juntos durante tanto tiempo que no esperaba menos de ambos.

Pese a todo lo que sentía, creía que no ver a Yoongi cada día ni oír su voz era lo mejor, podría ignora sus sentimientos y sacarlo de su vida. Pero por mucho que lo intentara, no podía, por mucho esfuerzo que pusiera Yoongi estaba grabado como si de un tatuaje se tratara en su corazón.

Min Yoongi se había llevado cada parte de él.

«¿Por qué estás reteniendo tus sentimientos otra vez, Jimin?» Se preguntó a sí mismo.

Si Yoongi lo hace, yo también lo haré. Atacó su subconsciente. Lo hacia siempre que repetía la misma pregunta.

Sus ojos estaban completamente cerrados, se había dormido en el sofá hace ya varios minutos. Él podría pensar y decir todo lo que quisiera, podía maldecir y negar su amor, pero su cuerpo y subconsciente actuaban de otra forma, porque si estaba recostado en ese sofá dormido era por la costumbre de esperar a Yoongi cada que no llegaba a casa, cada que... lo extrañaba.

La puerta principal se abrió por primera vez en la noche luego de haber esperado tanto hasta dormirse. Las luces se encendieron y Yoongi se llevó con la sorpresa de Jimin dormido en el sofá. Lo observó desde una distancia.

Suspiró y cerró la puerta detrás de él. Se acercó al menor, colocándose de rodillas frente a él para verlo mejor. La nostalgia lo invadió y sus ojos se cristalizaron.

Siempre me quedo dormido esperándolo, hyung... Recordó sus palabras quejándose cada que llegaba tarde del estudio, cuando solían ser novios.

Sus manos se movieron hacia su rostro pasandolas sobre el menor, sin atreverse a tocarlo por miedo a despertarlo. Pasó las yemas de sus dedos suavemente por el flequillo de su cabello, ordenandolo con delicadeza, pero Jimin no se inmutó a moverse. Observó el rostro del menor una vez más, está vez llevando su mano a sus párpados y tocando éstos con suavidad junto a sus largas pestañas que le daban una apariencia más pacífica. Bajó por el puente de su nariz, sus pómulos y mejillas rosadas dándole a entender que había estado llorando. La línea de su mandíbula, su mentón. Delineó cada zona mencionada.

Se detuvo en sus preciosos labios rosados por unos segundos, para luego pasar su dedo pulgar por estos con delicadeza. Sonrió levemente, hipnotizado en su belleza. Acercó su rostro al de Jimin queriendo besarlo, sin embargo, éste se movió un poco quejándose.

—Yoon... Gi... hyung — soltó con su voz casi en un susurro. Sonrió ligeramente al oírlo, siempre llamaba su nombre cuando...

Su corazón latió sintiendo culpa y arrepentimiento por todo lo que había hecho. Sus lágrimas cayeron sin haberlo querido.

Lo extrañaba.

—Jimin, te extraño tanto — murmuró, acariciando su cabello — Lamento todo lo que causé. Te lastimé y alejé de mi vida sin darme cuenta, todo por mis decisiones. No pensé antes en lo mucho que nos dañarían... — musitó — Tienes todo el derecho a seguir tu camino, pero ¿con él? — acarició sus mejillas — Sé que es tu ex novio y que quizás él ha cambiado, que tal vez te hace sentir mejor que antes, pero... ¿eres capaz de darle una oportunidad? — apoyó su frente en su cabellera — Quiero que vuelvas a mí, Jiminie — confesó entre lágrimas — Te amo tanto.

[2] •Jimin, I miss u... || 윤민 (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora