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—Yoonie~ — se quejó tiernamente

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—Yoonie~ — se quejó tiernamente.

—Dije que no, Jimin.

—Sólo está vez...

—No.

—Quiero una malteada por está vez... — lloriqueo.

—Eres un bebé llorón — frunció el ceño frente a la cafetería.

Entró en esta con el ceño fruncido mientras Jimin sonreía feliz de haberlo convencido. Nunca le pedía cosas, pero cuando lo hacía su novio no quería comprarlas, no cuando él siempre se preocupaba de comprar comida por las tardes y mañanas al ir a la Agencia, llevándole su café favorito. Cuando Yoongi estaba cansado lo mimaba y se quedaban viendo películas juntos o acurrucados en el sofá.

Siempre estaba para él y ahora sólo pedía una simple malteada.

Arrugó su naricita y cruzó sus brazos. Yoongi lo miró por unos segundos para luego ser atendido por la mujer frente a él.

Jimin esperó a las afueras pateando las piedrecitas con cierta molestia.

—Aquí tienes — entregó su malteada, sin embargo, vio que Yoongi tenía una entre sus manos también.

—No tienes que hacerte el difícil — murmuró caminando delante de Yoongi.

—Te oí — el menor cubrió sus labios reteniendo sus risas — ¿Sabes que cuando me niego a comprar no es por ser un mal novio, verdad?

Jimin rodó sus ojos al oírlo.

—Yo debería estar molesto al acceder a tus caprichos... — murmuró.

—¿Mis caprichos? — Jimin lo miró con sus ojos cristalinos — Sólo pedí que me compraras una malteada... Eres malo, hyung — derramó sus lágrimas — Siempre he estado a tu lado cuando lo necesitas. Compro y te hago regalos cuando creo que son lindos para ti y tú me dices que comprar una malteada para mí es un capricho, soy tu novio...

—Ven aquí — este negó frenéticamente, alejándose cada vez más.

Suspiró y corrió hasta él, interceptado su paso. Sujetó su mano libre y luego tocó su rostro.

—Estuviste enfermo hace dos días atrás y ahora pides beber malteada, Jimin. Hace frío y tu débil cuerpo conseguirá un nuevo resfriado mañana — se quedó en silencio — Sólo cuido de ti, me importas lo suficiente como para tener que verte enfermo una vez más, bebé — sacó de su abrigo unos guantes, los cuales le entregó a Jimin y este los recibió — ¿Entiendes que a veces debo ser rudo contigo? Actúas como un bebé llorón y no puedo negarme...

—Lo siento... — besó la comisura de sus labios — No quise decir que eres malo, realmente eres muy bueno y siempre cuidas de mí — besó sus labios — Gracias por la malteada, amor — sonrió feliz.

Caminaron por las frías calles sin decir una palabra más, sintiéndose realmente cómodos con su sola presencia.

Al hallarse a pasos de su departamento, Yoongi se detuvo sintiendo como las manos de Jimin limpiaban su mejilla.

Sonrió al verlo volver con su malteada y apartarse de él, por lo que agarró su brazo dejando a Jimin confuso. Se acercó a él, el menor alejó su malteada al pensar que iría por ella, sin embargo, se sintió estafado al sentir sus labios sobre los suyos. Sujetó bien de su malteada, procurando que no cayera como el helado dela vez pasada y sin más le correspondió.

Al apartarse sus mejillas estaban sonrojadas. A pesar de los años y las cientos de veces que ambos se besaran, se seguiría sonrojando por su novio.

Yoongi adelantó el paso dejándolo atrás, por lo que Jimin frunció levemente el ceño. Corrió y se subió a su espalda para así besar su mejilla y seguir con la malteada.

[2] •Jimin, I miss u... || 윤민 (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora