Castigo

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POV Poché

Seguía caminando y caminando y caminando lo más rápido que pude, pasaba y pasaba por cada pasillo que veía del último maldito piso del edificio B y nada, no encontraba el maldito salón B501.

Estaba perdidaaaa. Mierda.

─Disculpa.─toqué la espalda del chico recargado en el marco de la puerta de uno de los salones pidiéndole atención.─¿Sabes dónde queda este estúpido salón?─pregunté fastidiada entregándole mi celular donde venía mi horario y el salón señalado con mi primera clase.

El chico con la chaqueta de cuero negra giró su cuerpo, tomó mi celular entre sus manos y me miró de arriba hacia abajo repetidas veces.

─Este es el salón B501 preciosa.─respondió aquel chico alto con una enorme sonrisa en su rostro. Asentí en señal de agradecimiento y me estiré para tomar mi celular nuevamente, el pelinegro alejó su brazo inmediatamente.─¿Eres nueva?─

─Supongo que si alguien te pregunta dónde queda un salón, significa que es nueva, ¿No es así?─contesté sarcástica estirándome nuevamente por mi celular, el chico nuevamente alejó su brazo impidiendo que alcanzara mi aparato.─¡Dame mi puto celular!─grité un poco fuerte haciendo que los amigos de ese idiota soltaran un "Ohhhh, golpe bajo Mario."

Genial, tenia nombre de abuelo.

─Mmmm...Está bien, te regreso tu amado celular a cambio de algo.─sonrió de lado, me tomó de la cintura con la mano que le sobraba y me atrajo hasta él.

Mi mochila cayó al suelo, lo empujé inmediatamente con mi poca fuerza.

─Ok Mario. Punto número uno, no me toques.─lo llamé por su nombre arreglando mi blusa que se había levantado un poco al contacto con el.─Punto número dos, no estoy para juegos.─estiré mi brazo pidiéndole mi celular por tercera vez.─Y punto número tres, no te estoy preguntando si quieres algo a cambio.─

El idiota llamado Mario quedó sorprendido por mis respuestas al parecer, me entregó mi celular y justo después de tomarlo, me tomó nuevamente de la cintura, envolvió sus brazos alrededor de mí y mis pequeños brazos quedaron doblados sobre su pecho impidiendo que pudiera moverme.

─Lo único que quería era un beso tuyo linda.─susurró cerca de mi oído haciéndome estremecer. Besó mi mejilla y finalmente me soltó.

Lo miré mal, tomé mi mochila y la arrastré hasta uno de los pupitres dobles del salón de clases. 

Agradecí que el pupitre estuviera vacío y que muy pocas personas estuvieran dentro del salón, al parecer era todavía temprano y faltaban minutos para que comenzara la primera y seguramente favorita clase de todo el semestre. Fotografía.

Me senté y recosté mi cabeza en la mochila. Necesitaba procesar lo que acababa de pasar.

¿Qué hubiera pasado si ese tipo me hubiera besado? Podría haber sido el peor primer beso de mi vida...O quizá podría haber sido el mejor beso de mi vida, aunque no lo conociera.

En fin, agradecía que todavía mis labios siguieran siendo vírgenes.

Estaba esperando a que el hombre de mis sueños viniera y me diera ese primer beso con todo su amor y cariño.

Quería que ese primer beso fuera especial.

─Hey, oye.─susurraba una voz en mi espalda. Mi cuerpo se quejó al sentir los pequeños golpes en mi brazo de la persona que me estaba hablando.─¡Despierta! La señorita Flan lleva gritando que despiertes desde hace dos minutos.─

¿Qué mierda? ¿Quién se apellida "Flan" en el mundo de los humanos? ¿Acaso su primo se apellida "Brownie" o acaso "Cheesecake"?

Levanté mi cabeza y justo frente a mí tenia parada a la "señorita Flan" mirándome con cara de pocos amigos.

EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora