¡Lucas!

18.1K 897 489
                                    

POV Calle

La terrible punzación en mi cabeza y los terribles golpes en la puerta que se sentían como martillazos en mi cabeza me hicieron abrir los ojos poco a poco.

Tenía una maldita resaca de los mil demonios.

─¡Daniela Calle Soto!─seguía gritando mi padre por fuera de mi habitación.─Voy a abrir.─advirtió molesto.

Todavía no me acostumbraba a la luz que entraba por mi ventana, se me había olvidado la noche anterior cerrar las cortinas al llegar a casa después de mi fiesta de bienvenida organizada por Johann y unos cuantos amigos más de mi colegio anterior.

Paula me había avisado que llegaría en unos cuantos días, ya que estaba en un viaje familiar en Argentina.

No podía creer que todos ellos hayan querido festejar en Lunes...LUNES, a ellos pareciera importarles una mierda eso de los días, empezar la fiesta en fines de semana había pasado a segundo término, lo de hoy para ellos era disfrutar desde el Lunes.

Escuché el sonido de la llave entrar en la cerradura de la puerta, seguido del sonido de los zapatos de mi padre chocando con el piso de madera.

─Pero...¿¡Qué mierda es todo esto!?─preguntó exaltado mi padre.─¿¡Quién es este idiota y que mierda hace aquí...en tu cama?─

Abrí los ojos por completo confundida por su reacción y sus preguntas, me di cuenta de dos cosas...

Estaba completamente desnuda, cubierta por la única sábana blanca delgada de mi cama. Miré junto a mí y...Efectivamente estaba un chico desnudo junto a mí.

Leonardo...Juan...¡Lucas!

─Yo...─iba a empezar a explicar cualquier estupidez pero era evidente lo que había pasado la noche anterior en esta cama.

La cara de Lucas era de completo miedo y terror hacia mi padre, literalmente estaba junto a mi hecho bolita.

─¡Fuera de aquí!─mi padre tomó a Lucas de los hombros y prácticamente lo empujó fuera de mi habitación junto a sus calzoncillos, pantalones y playera.

Nunca había visto a mi padre de esa forma, pero entendía su reacción.

─Papá yo...Lo siento.─intenté disculparme.─No creí que regresaras tan temprano del viaje...─mi corazón estaba acelerado, la adrenalina del momento era inexplicable.

Tenía miedo.

─Eres tan cínica...─contestó mi padre fulminándome desde lejos con la mirada.─Tú madre y yo no te educamos de esa forma.─

─No volverá a pasar papá...De verdad lo siento.─me disculpé una vez más agachando la cabeza. No tenía el valor de verlo a la cara.

La había cagado y muy feo en mi propia casa. Sentía que él me estaba observando fijamente, lo había decepcionado.

Ninguno de los dos emitió una sola palabra más, escuché el sonido de los zapatos de alguien aproximándose a mi habitación, seguramente era Juliana.

Levanté mi mirada para comprobarlo y efectivamente mi hermana estaba parada en el marco de la puerta observando la escena con la boca abierta. Mi padre miró a Juliana y después me miró a mí.

─No puedo creer que seas mi hija.─finalmente habló mi padre, caminó a la salida y pasó junto a Juliana.─No puedo creer que seas una Calle.─sus palabras salieron por si solas sin ni siquiera pensarlas antes de abandonar definitivamente de mi habitación.

Pude jurar sentir mi corazón azotar contra el suelo.

Germán no había medido lo que había salido de su boca eso estaba más que claro, pero mi padre toda la vida ha sido de esos arranques, de esas actitudes de mierda y lastimosamente por estupideces como esas era que estaba solo, él había sido el protagonista y el causante de sus dos divorcios con mi mamá y con la mamá de Juliana.

EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora