MI PAPARAZZI

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POV Calle

El día del maldito baile aburrido había llegado.

Me había comenzado a arreglar desde hace tres horas y parecía como si hubiera comenzado hace una hora, porque como siempre...Se me había hecho tarde.

Juliana me había ayudado con un chongo en lo alto de la cabeza, nada del otro mundo al igual que mi maquillaje. Mi vestido era simple, largo, color negro de encaje con forro debajo con mangas largas, tacones del mismo color y unos cuantos accesorios de oro.

─Tu novio acaba de llegar pequeña hermana.─me avisó Juliana entrando a mi habitación con el pijama puesto. Dio un chiflido en forma de halago al verme y volvió a acomodarme el encaje de los hombros.─¿Te ayudo a bajar las maletas?─asentí entregándole mis gafas favoritas, era lo último que me faltaba meter en una de las tres maletas que había hecho para este fin de semana.

Me apliqué el ultimo toque de highlight en la nariz y colilla de las cejas y sonreí al mirarme tan putamente hermosa.

Bajé las escaleras con muchísimo cuidado y justo al final de estas, se encontraba el pelinegro...Más guapo y más atractivo que otros días.

Vistiendo un traje color azul rey que no lo hacía ver como señor, al contrario lo hacía ver juvenil y con presencia.

─OMG. ¿Daniela?─se asombró el pelinegro dándome la mano ayudándome a bajar los últimos tres escalones que faltaban.─Te ves...Te ves...─suspiró haciéndome dar un giro sobre mi propio eje al llegar al suelo.─Tan pero tan perfecta.─

─Gracias amor, tu también te ves muy guapo.─exclamé besando sus labios. La voz de mi padre interrumpió el tierno beso que nos estábamos dando aclarando su voz por detrás de nosotros. Lucas y yo sonreímos aun con nuestros labios pegados, el pelinegro se despegó de mí y saludó a papá.

Nos tomó un par de fotografías y cuando salimos de la casa, le pidió a Lucas que me cuidara con su vida este fin de semana, que no me permitiera tomar en exceso e...Incluso "discretamente" le regaló una caja de preservativos.

Al parecer esos hombres se comenzaban a llevar bien después de todo, después de la mala impresión que tuvo de nosotros la primera vez que nos encontró hasta todas las veces que el pelinegro la pasaba en mi casa entre semana y fines de semana.

─¿No crees que son muchas maletas para un simple fin de semana?─preguntó mi novio subiendo las maletas a la limousine de su padre, esa misma era la que iba a llevarnos a nosotros y otros compañeros al aeropuerto más tarde.

Lo miré divertida recargándome en la puerta que estaba ya abierta para que pudiéramos entrar.

─No es solo un fin de semana bebé.─jalé su saco de los botones y lo obligué a pegarse a mi manteniendo una sonrisa en mi rostro.─Es el fin de semana.─besé sus labios por última vez y finalmente ingresé al elegante transporte.

Recién llegamos al gimnasio del colegio, con quien de primera instancia nos encontramos fue con Paula, Johann y Sebas. Los tres como era de esperarse, estaban alcoholizándose desde ahorita con whisky.

─¿Segura que no quieres beber?─preguntó Paula mostrándome su copa. Asentí mirando a las demás personas.─¿Pasarás toda la noche muriendo de aburrimiento aquí sentada?─volví a asentir acomodándome de mejor forma en una de las sillas donde habíamos decidido sentarnos.

Ya había pasado un rato, Lucas estaba "alcanzando" al estúpido de Johann en su borrachera ya empezada, mientras que Sebas se mantenía bailando con otras chicas, Paula como buena amiga me hacía compañía y...La estúpida paparazzi tenía poco de haber llegado.

EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora