Voz masculina

14.4K 906 287
                                    

POV Poché

Mi corazón...

Mi corazón estaba hecho trizas.

Mi corazón estaba partido en mil pedazos.

Nuevamente Calle me había destrozado, nuevamente Calle lo había hecho.

Me había mentido y engañado con el maldito capitán del equipo de futbol.

Confié en ella, le creí en todas y cada una de sus palabras, promesas y juramentos.

Ella me había dicho que cambió por mí, que estaba haciendo las cosas bien por mí, por el amor que me tenía, porque quería estar conmigo.

Y todo era una maldita mentira.

Daniela no había cambiado, Daniela seguía siendo la misma basura que era antes, igual de egoísta, ambiciosa y jodidamente idiota.

No sabía cuánto tiempo llevaba caminando sin rumbo alguno después de escuchar dicha conversación que para mí maldita desgracia había tenido que escuchar.

Haberla buscado a esas horas de la noche queriendo saber si estaba bien, si le había pasado algo o si había disfrutado su fin de semana, había resultado ser pésima idea.

No había dejado de llorar, me había perdido entre las calles de Bogotá, pero no me importaba. Tampoco había cargado el móvil, ni dinero, ni una sola mierda conmigo.

Ahora entendía el dolor que las personas sentían después de una ruptura amorosa.

Enamorarse era lo más estúpido que las personas podían hacer en la vida.

Al final, después de haber caminado dos horas llegué a un negocio que todavía estaba abierto, había unas bancas afuera, me senté y comencé a sobarme los ojos, me dolían de tanto haber llorado.

─Oye, ¿Estás bien?─preguntó una voz masculina a mis espaldas, dejé de frotar mis ojos y con mucho pesar levanté la mirada observando al chico que había proseguido a sentarse junto a mi.─María José, dios.─parecía preocupado.

─Genial, lo único que me faltaba.─gruñí golpeando la banca, intenté levantarme e irme pero el chico sujetó mi mano impidiendo que despegara el trasero.─¡Suéltame maldito idiota! Déjame ir.─pedí pataleando.

─No te vayas, espera.─pidió con voz suave.─¿Por qué estas llorando de esta manera?─siguió con sus preguntas.─¿Estás sola? ¿Cómo llegaste hasta aquí? ¿Dónde está Dany?─

─Eso es algo que no te importa.─respondí agresiva.─Daniela es una hija de puta.─un nudo en mi garganta se acumuló impidiéndome seguir con más insultos.

─Tranquila, mira, sé que ya no somos amigos y se lo mucho que me detestas pero creo que necesitas algo de compañía y a alguien que te escuche a estas horas de la noche.─el chico alto insistía, tragué en seco.

─Si, necesito a alguien que me escuche y ese alguien no quiero que seas tu.─sequé mis lágrimas con las mangas de mi blusa.

─Poché, de verdad puedes confiar en mi.─tocó mi espalda haciendo leves caricias en dicha zona intentando tranquilizarme.─Antes éramos amigos, antes confiabas en mí y yo jamás he actuado contra ti directamente.─siguió diciendo haciéndome negar con la cabeza. "Pero contra mi mejor amiga sí idiota que es casi lo mismo", pensé.─Yo jamás he contado ninguno de tus secretos, de tus aventuras, ni absolutamente nada porque te quise como la maravillosa amiga que fuiste hace años.─

Esos recuerdos junto a él me provocaban un shock mental.

─Yo...─empecé a temblar.─No puedo, yo...─me levanté y el caminó detrás de mí siguiéndome.

EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora