POV Calle
La impotencia que sentía era inexplicable.
Y ver como detenían y esposaban a mi mujer era de lo más doloroso que me había pasado en la vida.
Esta mañana papá había dado una conferencia de prensa sin mi consentimiento y me había informado de eso el único aparato electrónico que tenía en estas cuatro paredes o sea el televisor; el cual intenté destruir el día de ayer después de que mi padre destruyó mi celular frente a mis propios ojos, por fortuna pensé en mi beneficio un momento y al final decidí no hacerlo.
Todo lo que había confesado en dicha conferencia había sido sumamente doloroso y a su propio beneficio negando todo el amor que María José y yo nos teníamos e incluso distorsionando las historias que claramente no habían sucedido como la confesión que según yo misma había hecho con respecto al acoso e intento de violación de mi propia novia.
Eso era más que absurdo, eso era más que estúpido.
─¡Voy a tumbar esa puta construcción!─le grité amenazante al trabajador que continuaba trabajando con miedo por mi reacción. Todo estaba cubierto, solo faltaba tapar los ladrillos con yeso.
Caminaba de un lado para otro, estaba más que intranquila, con la adrenalina y el sentimiento a tope.
─Señorita cálmese por favor, no haga ninguna locura.─pidió el señor de cincuenta años dejando un instrumento en el suelo y alzando los brazos en señal de tregua.
Comencé a golpear la puerta de mi habitación haciendo temblar las paredes, claramente había ignorado al señor.
No tardó mucho en aparecer mi padre abriendo la puerta por la que tanto deseaba salir de este infierno que estaba apenas por comenzar.
─¡GERMÁN!─me lancé a él.─¡GERMÁN MALDITA SEA DEJAME SALIR!─empecé a golpear su pecho con las lágrimas corriendo en mis mejillas, rápidamente cerró la puerta detrás de él. Tomó mis muñecas y me miró con furia.
─¿Quieres dejar la paranoia?─pidió intentando sonar tranquilo.─Escucho tus malditos gritos hasta la avenida.─
─¿¡POR QUE MIERDA DIJISTE ESO EN TELEVISIÓN!?─ataqué forcejeando el agarre, quería que me soltara para correr a abrir la puerta.─¿¡POR QUE MIERDA DEJASTE QUE SE LLEVARAN A MI NOVIA!?─me quejé instantáneamente por el esfuerzo que estaba haciendo con la voz.
El oído me dolía demasiado, lo tenía cubierto con un pedazo de algodón con medicamento dentro que poco a poco iría haciendo efecto.
─¡Ese fenómeno no es tu novia!─atacó empujándome nuevamente contra la cama. Mi cuerpo cayó sobre el colchón.─Solo hice lo mejor para ti, lo mejor para esta familia.─giré mi cabeza hacia el trabajador que miraba la escena impactado por la forma tan feroz en la que nos estábamos hablando mi "padre" y yo.
─¿No te bastó con tenerme aquí encerrada?─volví a atacar con mis palabras.─¿No te bastó con cubrir la puta ventana?─señalé dicha zona. Suspiré y nuevamente me levanté intentando correr a la puerta.─¡DEJAME SALIR DE AQUÍ!─
─¡NO!─gritó Germán deteniéndome en un abrazo.─¡No saldrás de aquí hasta que encierren a ese fenómeno de una vez por todas!─cargó mi cuerpo y volvió a depositarlo en la cama.─Una psicóloga vendrá todas las tardes a curar esa enfermedad mental que tienes y más te vale poner de tu parte si quieres salir más pronto de este encierro como tú dices.─se alejó agitado, lo miré mal.
─¿De qué maldita enfermedad me estás hablando?─pregunté asqueada por lo que estaba diciendo, sabía que se refería a mi "enfermedad homosexual"─Poché no es culpable de nada, ella y yo somos novias, ella y yo nos amamos, ¡Ella y yo hemos hecho el amor miles de veces!─solté aquello ultimo con el propósito de provocarlo más.
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EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)
Fanfiction"Estupida paparazzi..." "Estupida modelo..." Algo que comenzó con rechazo y cierto tipo de odio, se fue convirtiendo en un juego divertido para Poché, más nunca se imagino que aquello la llevaría a enamorarse poco a poco de la ultima persona que ima...